El pasado 25 de septiembre, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le presentó al gobierno argentino un informe en el que afirma que “el Estado argentino es responsable por la violación del derecho a la vida de los 85 muertos”, según comunicó este lunes el CELS, en un comunicado en el que agrega: “Finalmente la CIDH confirmó aquello que tanto denunciamos los familiares de las víctimas El estado argentino es responsable por habernos negado nuestro derecho a la justicia y por habernos impedido y continuar impidiéndonos saber qué pasó aquel 18 de julio de 1994”.
El informe es parte de la causa internacional que Memoria Activa inició en 1999 contra “un Estado que había sido incapaz de impedir el ataque terrorista, que, tras el hecho, no daba respuesta alguna y que hizo todo lo contrario a investigar seriamente al poner sus instituciones al servicio del encubrimiento y por tanto de la impunidad”.
En este sentido, la Comisión afirma que las instituciones argentinas construyeron la impunidad con maniobras ilegales, con el armado de líneas de investigación que no tenían sustento y con el abandono de las que sí lo tenían, acciones que en su conjunto alejaron la posibilidad de conocer la verdad.
“Con esta vergonzosa actuación, sostiene el informe, el Estado violó el derecho a la vida, a la integridad personal de las víctimas y sus familiares, su derecho a una protección judicial adecuada, y el derecho de la sociedad toda a conocer la verdad”, dice el CELS”, que finaliza: “Hicieron falta muchos años y muchos escándalos para llegar a este momento. En ese tiempo, quienes eran niños en 1994 y perdieron a su padre o a su madre, se convirtieron en adultos mientras que padres y madres fallecieron sin saber quiénes fueron los responsables por la muerte de sus hijos. Hoy comienza otra etapa. La decisión de la Comisión Interamericana debería comprometer al Estado argentino a hacer todo lo necesario para que no haya otra generación que no sepa quién, cómo y por qué se cometió el peor atentado que sufrimos las y los argentinos”.
En el marco del último aniversario de atentado, Tiempo entrevistó a Sergio Burstein, quien perdió a su esposa. En esa nota afirmó que «toda la investigación fue una mentira» y que «esa es la única verdad del atentado». Un mes más tarde, los fiscales del juicio original, señalados por encubrimiento, quedaron fuera del radar acusatorio.