La movilización del sábado se perfila como un canal potente de movilización contra el gobierno. Las declaraciones del presidente de la Nación Javier Milei en Davos estableciendo una relación causal entre la homosexualidad y la pedofilia recogieron el rechazo inmediato de las organizaciones del movimiento por los derechos de la mujer y los colectivos LGTBINBQ+ que se autoconvocaron masivamente en el Parque Lezama el sábado último.

El repudio también alcanzó el anuncio del gobierno por intentar derogar las leyes contra la violencia de género que reconocen la figura legal específica del femicidio, la obligatoriedad de la ESI y los cupos laborales trans, entre otros derechos y reivindicaciones.

Tati Almeida pidió a la conducción de la CGT que acompañara la medida.
Foto: Secretaria de Prensa CGT

Acompañadas de otras organizaciones populares, estudiantiles, barriales, populares, sociales y sindicales, definieron una movilización para este sábado 1° de febrero que irá de Congreso a Plaza de Mayo desde las 16 horas. La iniciativa recogió toda la bronca y la voluntad de lucha más general contra la ofensiva regresiva y autoritaria del gobierno. Por eso, la marcha federal del orgullo LGTBINBQ+, como se la denominó, será “anti fascista y anti racista”.

Las dos CTA recogieron el guante y se sumaron en forma conjunta a la convocatoria del sábado. Así lo anunció el titular de la CTA de los Trabajadores Hugo Yasky. Ya se habían pronunciado en ese sentido sindicatos de base que habían participado de la asamblea en el Parque Lezama como la AGD-UBA y otros gremios de docentes universitarios, Ademys y el Sindicato de Prensa de Buenos Aires entre otros.

Un día antes había visto la luz una declaración de las Mujeres Trabajadoras de la CGT en la que manifestaban su “repudio a las expresiones violentas, falaces y discriminatorias pronunciadas por el presidente de la Nación”.

Para el agrupamiento de mujeres de la Central las expresiones del primer mandatario “son peligrosas porque fomentan y legitiman la discriminación y violencia hacia dentro de la comunidad”.  El documento rechaza el intento de derogación de las leyes contra la violencia de género y recuerda que “la ESI es una herramienta valiosa para prevenir abusos en las infancias”. Además, recuerdan que “el 75% de los femicidios ocurre en contextos de violencia doméstica”.

La declaración, además, reclamó al Congreso un pronunciamiento de repudio y ratificó su participación de la movilización del 8 de marzo, día internacional de lucha contra la violencia contra la mujer. La cita del 1° de febrero, claro, todavía no había sido fijada.

Fue el Consejo Directivo el que, en el marco de la reunión con Tati Almeida de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora en la que repudiaron los intentos del gobierno de desmantelar las políticas de Memoria Verdad y Justicia, se vio obligado a fijar una posición sobre su participación de la jornada antifascista. La misma Tati Almeida pidió el acompañamiento a la convocatoria.

Maia Volcovinski, co secretaria de DDHH de CGT: «sostenemos los valores del respeto y la diversidad que son uno de los pilares más importantes de la paz social»

Desde la Secretaría de Prensa de la CGT, sin embargo, aclararon que “no somos convocantes” sin que “se va a acompañar la convocatoria”. Según dio a conocer el portal infogremiales.com.ar el consenso alcanzado llegó a dar “libertad de acción» a los sindicatos que quieran participar y, a la vez, garantizar los mecanismos para que la CGT tenga un espacio de representación en la movilización. Una fuente citada por el portal señaló que «no hubo consenso, la CGT no moviliza orgánicamente y deja libre a las organizaciones confederadas a decidir su participación y movilización».

Desde el bloque de Mujeres Trabajadoras de la CGT que, en rigor, es el conjunto de las mujeres que, desde la reforma del estatuto en 2021, codirigen cada una de las 38 secretarías y 14 vocalías que integran el Consejo Directivo de la CGT, se mostraron más decididas a participar.

Micaela Polak del SiPreBA: «los derechos que hemos conquistado como pueblo, más allá de las identidades, no se tocan».

Maia Volcovinski co secretaria de Derechos Humanos de la Central y dirigente de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN), señaló a Tiempo que “la CGT acompaña como a muchas de las convocatorias que hubo a lo largo del año de parte de muchos colectivos”. La dirigente explicó que “es una convocatoria de la marcha del orgullo y acompañamos porque nos parecen de una gravedad inusitada las declaraciones del presidente”. Volcovinski se corrigió y enfatizó: “fueron más que declaraciones, fue un discurso escrito y leído en el Foro de Davos en representación de la Argentina”.

A la vez, señaló que “tenemos una agenda inmensa como organizaciones, pero esta cuestión en particular no podemos dejar de mirarla y no acompañar al conjunto de la colectividad que decidió reunirse espontáneamente, convocarse en asamblea y decidir salir a la calle como hacemos los argentinos cuando tenemos que protestar”.

Uno de los sindicatos que rápidamente tomó la convocatoria del colectivo LGTBINBQ+ fue el SiPreBA. Su secretaria de Géneros Micaela Polak señaló a Tiempo que “junto con la Federación Argentina de Trabajadoras y Trabajadores de Prensa, vamos a marchar en la columna que la CGT propone para acompañar la Marcha Federal del orgullo antifascista y antirracista, del colectivo LGTBINBQ+. Es un colectivo atacado por el presidente desde hace varios años, pero muy particularmente en los últimos días y desde un discurso oficial”. Polak destacó “la rápida respuesta de organizarse en una asamblea multitudinaria en Parque Lezama que convocó una semana después a marchar en todas las plazas del país para decir que los derechos que hemos conquistado como pueblo, más allá de las identidades, no se tocan. De hecho, necesitamos ampliarlos”.

A la vez, Maia Volcovinski denunció que “se han atravesado todos los límites y no escuchamos que se disculpara, sino que redobla sus mensajes de odio”. Por eso, para la dirigente, “parte de nuestro deber es sostener los valores de respeto y diversidad que son uno de los pilares más importantes de la paz social”.