Fueron tres meses de malas noticias, de ninguneo, de negar la existencia de la desigualdad de género e incluso, de la existencia política de las mujeres y diversidades. Pero el viernes 8 de marzo, esa presencia ninguneada volvió a tomar las calles y lo hizo en forma colectiva, masiva y en unidad. Un mensaje claro y preciso para un gobierno que desde incluso antes de asumir anticipó que las políticas de género no iban a ser prioridad.

No sólo fue una manifestación y una demostración de lo potente que son los feminismos en todo el país, sino también que el reclamo tuvo como eje principal el hambre y el abandono del gobierno de Javier Milei a los sectores populares que hoy son los directos perjudicados por su proyecto económico.

“Si hay hambre no hay democracia”, expresó María Jiménez del Movimiento Territorial Liberación (MTL). Por su parte, Estela, de Chicos del Sur que forma parte de Niñez y Territorio, expresó: “Vinimos acá algunas compañeras y algunas compañeras niñas para oponernos al DNU y a la nueva idea de volver a presentar la ley ómnibus. Una ley que nos quiere quitar derechos. Necesitamos infancias libres y sin violencias y eso es lo que nos trajo a la plaza”.

La jornada en el Congreso arrancó con un “verdurazo” organizado por la Asociación Mujeres de la Tierra, un espacio que reúne pequeñas productoras de gran parte del país. Se repartieron alrededor de 3000 kilos de verduras que se entregaron en poco tiempo. “Es cada vez más difícil producir. El próximo año será casi imposible”, explican desde el espacio. También cuentan que en este contexto lo que sucede es que las mujeres tienen que dejar de trabajar y que son los hombres quienes salen a buscar trabajos para conseguir changas que les permita vivir. Ese esquema regresivo y antiguo es el que Javier Milei intenta imponer en la Argentina y al que ayer los transfeminismos dijeron no.

La política transfeminista se construye con las trabajadoras

La jornada del viernes comenzó con una gran asamblea del bloque intersindical que, por primera vez, se realizó en la sede de la Confederación General del Trabajo (CGT).

Para el movimiento feminista sindical fue un hecho histórico. “Estuvimos las tres centrales, la UTEP, todos los sindicatos unidos para salir este 8 de marzo a decirle no al DNU, para pararle la mano a Milei, para que entienda el presidente que el movimiento feminista no se queda quieto. Si hay algo que nosotras entendemos mejor que nunca es que la unidad es necesaria y es urgente para frenar a este gobierno fascista”, expresó a Tiempo Argentino Leonor Cruz, secretaria de género de la CTA Autónoma.

“Nosotras somos la clase trabajadora. Y somos centrales como parte del movimiento de la clase trabajadora. Milei viene atacando el feminismo y viene atacando los sindicatos. Hoy estaba eso, ahí. Estaba el feminismo sindical en la casa de las y les trabajadores. Es un mensaje muy fuerte de unidad de las centrales y de estar a la altura de las circunstancias, algo que las mujeres siempre lo hemos sabido hacer”, agregó.

El viernes por la mañana, en Rosario, confluyeron trabajadoras de distintos sectores en un encuentro, para poner en común la situación de las trabajadoras y la preocupación creciente a partir del DNU 70/2023 que sigue vigente y que pone en riesgo en particular a las trabajadoras.

En esa ciudad, el viernes se suspendió la marcha, a raíz de la situación de violencia creciente que se vivió en la última semana.

Un encuentro transfeminista en las calles.
Foto: Edgardo Gómez

Con las pibas en las calles

Si algo caracterizó a la gran marea que en 2018 tomó las calles casi semanalmente, fue la participación activa en el debate de miles de adolescentes, una experiencia que casi seis años después, se repite.

Las vallas que el gobierno colocó el viernes para evitar que se instale el escenario al frente del Congreso fueron tomadas por las chicas. Allí se subieron y desde allí alentaron la lectura de un documento extenso, inclusivo y acordado con organizaciones sociales y sindicales.

Pasadas las 13, alrededor del Congreso de la Nación se instalaron algunas carpas. Entre ellas estaba la de Orgulloses, una asociación civil del barrio de Caballito, quienes a través del Observatorio Lebenshon brindaban información sobre la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y datos cruciales para asesorarse en casos de violencia de Género.

De allí, Julieta expresó: “No queremos dar ni un paso atrás, como dice la campaña. Nos preocupa mucho las políticas del gobierno actual en relación a las mujeres desconociendo temas cruciales como la brecha de género y la igualdad de oportunidad entre hombres y mujeres”.

Por la participación de todes

Por primera vez en una marcha del 8M se realizó una instalación destinada a las personas con discapacidad, para garantizar la participación de elles en la manifestación.

Desde Orgullo Disca, en enero de este año comenzaron a organizar asambleas abiertas para pensar estrategias que les permita manifestarse contra las políticas del gobierno de Javier Milei. El resultado fue la idea de crear una “ranchada”, un espacio con garantías para el acompañamiento y contención de personas con discapacidad para que puedan ejercer su derecho a manifestarse.

“Nacimos de asambleas de personas con discapacidad, familias y prestadores que tuvimos un objetivo en común que es defender nuestros derechos contra los avances de la ultraderecha», cuenta Rocío Aguilar de Orgullo Disca. “Empezamos a juntarnos para salir a las calles. Decimos que poner el cuerpo no es siempre luchar. Tenemos que salir de las lógicas capacitistas que se impregnan en todos los espacios y que esas lógicas capacitistas hacen que las personas con discapacidad no estén. Nos preguntamos por qué no están las personas con discapacidad en los espacios políticos, en las organizaciones sociales, en los espacios de decisión. No están porque no hay condiciones de accesibilidad para que estén. Venimos construyendo nuevas formas de habitar las luchas”.

El documento del 8M habló del anticapacitismo y pidió por la inclusión del lenguaje de señas. Fue el resultado de la participación activa de personas con discapacidad en las asambleas organizativas.

La alegría de luchar

“Somos la historia del pueblo rebelde, que es popular, comunitario, es feminismo revolucionario”, cantaban desde Feminismo Popular antes de la lectura del documento.

Sentadas bajo el escenario, las históricas militantes de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito y la imagen de Taty Almeida, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, daban un claro mensaje de lucha para las nuevas generaciones que le dicen no a la crueldad social y al retroceso.

A esa altura, la marcha, que comenzó a tejerse en las asambleas donde se volcaron todas las angustias de estos tres meses, terminaba en fiesta. Algo en el aire se renovó. 

“No me arrepiento de este amor”, en la voz de Gilda generó una explosión en la plaza. Mujeres y diversidades de todos los sectores se unieron en un baile masivo y alegre, después de tantos meses de angustia. Se recuperó la certeza de que la agenda transfeminista vuelve a tomar en sus manos sus ejes centrales: la justicia social, los Derechos Humanos y una construcción política colectiva y diversa. Para todas, todes y todos.  «

Foto: Edgardo Gómez
Mujeres bonaerenses contra la desigualdad

Funcionarias y referentas sindicales y sociales, entre quienes estaban la vicegobernadora, Verónica Magario, la ministra de Mujeres y Diversidad, Estela Díaz, las intendentas Mayra Mendoza (Quilmes), María Cecilia Gianini (Carlos Tejedor) y Mariel Fernández (Moreno), y la jefa de Gabinete del municipio de Avellaneda, Magdalena Sierra, encabezaron la columna de Mujeres Bonaerenses que marchó hacia el Congreso de la Nación.

“El DNU de Milei impone la desregulación comercial, laboral, de alquileres, salud, educación y transporte que impacta de manera directa en la planificación de los hogares argentinos, de los cuales más del 30% son monomarentales”, expresaron en un documento.


También se refirieron al impacto de la quita del Fondo de Fortalecimiento Fiscal, el retiro de los recursos del FONID y del Fondo Compensador para el transporte público, y la quita de alimentos para comedores, entre otras vulneraciones.

Plaza llena

«El Salón de las Mujeres» fue el título de la foto que se multiplicó en las redes sociales durante la jornada del viernes. Allí se mostraba la masividad de la convocatoria en Buenos Aires de la marcha por el 8M. La imagen y la frase fue en respuesta a la provocación inexplicable del gobierno de cambiar el nombre del Salón de las Mujeres en Casa Rosada por «Salón de los Próceres», para que «los varones no se sientan discriminados», dijo el vocero Adorni.