El general Thierry Burkhard es el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas francesas desde julio del año pasado. En el Twitter oficial (@CEMA_FR), posteó este viernes que había mantenido una conversación telefónica con su par ruso, Valéri Guerassimov, en la que hablaron, dice, “sobre la situación en el Sahel y en Europa del Este, en particular la guerra en Ucrania”.
El Sahel es una región africana que limita al norte con el desierto de Sahara y al sur con la sabana sudanesa que atraviesa partes de Senegal, Mali, Burkina Faso, Níger, Nigeria, Sudán, Eritrea y Etiopía. Con la excusa de luchar contra el terrorismo de grupos yihadistas se inició una intervención como en Mali en 2013 y se extendió a toda la región. Tras varios cambios de nombre, la intervención ahora se llama Operación Barkhane.
Los medios occidentales –algunos de cuyos países participaron de la movida, bajo el amparo de la ONU– nunca calificaron a ese hecho como “invasión”. Tampoco mencionan las constantes violaciones a los DD HH que cometen las tropas occidentales, como la masacre de 19 personas que iban a un casamiento en el centro de Mali el 3 de enero de 2021 y fueron asesinadas durante un bombardeo contra presuntos extremistas.
Desde el año pasado el gobierno francés viene anunciando el retiro de las tropas y hace un par de semanas reiteró la decisión, junto con aliados europeos y Canadá, de dejar ese territorio antes de junio próximo. También para los medios hegemónicos, el caso permanece en el silencio.
En la charla entre Burkhard y Guerassimov quizás sobrevoló algún que otro consejo del francés sobre la necesidad de no empantanarse en un conflicto eterno.