En pleno siglo XXI, las representaciones de catástrofe social y apocalipsis global sacuden al mundo, pero ya en los años 40, alguien había anticipado el fin del planeta e inventado un remedio: Gyula Kosice

“El hombre no ha de terminar en la tierra”, escribió a los 20 años en las páginas de la revista Arturo, que reunía a un grupo de jóvenes poetas y artistas como Carmelo Arden Quin, Rhod Rothfuss, Edgar Bayley y el propio Kosice.

Del germen de esa revista saldría, más tarde, el movimiento Madí, que proponía “una organización de elementos propios de cada arte en su continuo”, según el Manifiesto publicado en 1946. Kosice llevó estos principios a su máxima expresión con sus esculturas hidrocinéticas y su proyecto de Ciudad Hidroespacial, una estructura arquitectónica de viviendas flotantes donde el ser humano podría habitar más allá de la Tierra.

Después de escribir su sentencia en la revista Arturo, el artista de origen checoslovaco dedicó su imaginación a inventar otras posibilidades para la humanidad. “No hay utopía que valga, es una realidad que se viene”, afirmaba, convencido de que la superpoblación y la destrucción ambiental iban a ser irreversibles.

Al principio, armó maquetas con celofán y cartón; luego incorporó otros materiales, como el acrílico. Llegó a construir esculturas lumínicas, dibujos y fotomontajes de esta ciudad futura. Los fundamentos de su obra no eran sólo artísticos. En 1982, viajó a los Estados Unidos para presentar su proyecto en la NASA. No tuvo éxito.

Ahora, al menos en el plano de la virtualidad, su visión futurista cobra nueva vida con Travesía intergaláctica: La Ciudad Hidroespacial de Gyula Kosice, una experiencia audiovisual inmersiva que se puede ver en el domo del Planetario Galileo Galilei de la Ciudad de Buenos Aires. Impulsada por el Malba, la productora UxArt y la Fundación Kosice, la función presenta su mítico proyecto artístico y científico como nunca antes, porque permite verlo como si fuera real.

 “¿Te imaginás lo que sería vivir en la Ciudad Hidroespacial?”, pregunta una voz en off mientras se proyectan las imágenes sobre el cielo del planetario. “No sólo podríamos ver el cielo estrellado con una intensidad que desconocemos…También podríamos ir a cualquier parte del mundo… sin salir de nuestras casas. Estamos arraigados en una Tierra con contaminación en su atmósfera, su alimento y sus aguas, vemos cómo el equilibrio ecológico es destruido lentamente y aumenta constantemente la población. La Ciudad Hidroespacial no es una utopía. Es… una necesidad biológica”, se escucha de fondo, al mismo tiempo que el público es transportado al futuro que se atrevió a soñar Kosice.

Con el espíritu innovador del artista de origen checoslovaco como estandarte, la función se vale de recursos tecnológicos recientes: se utilizaron grabaciones en 360º, reconstrucciones en 3D, registros históricos y segmentos realizados con Inteligencia Artificial.

“Kosice llegó a hacer una animación en 3D a comienzos del 2000. Esto de alguna manera es una continuación ideológica de todo eso”, explicó Max Pérez Fallik, nieto del artista, coordinador de Malba Educación y uno de los responsables de la Fundación Kosice.

Dentro de la mente de Kosice

La presentación conduce a los espectadores a estar dentro de la mente del artista y vivir en el futuro que imaginó para la humanidad, con una producción audiovisual desarrollada por los equipos creativos y técnicos de UxArtLab y el Planetario Galileo Galilei. Además, entrelaza la información sobre la vida de Kosice y su producción artística con datos sobre el espacio y la historia de los avances de la humanidad en la exploración del universo.

 No es casual que el guión haya estado a cargo de los equipos educativos del Malba y el Planetario, dos instituciones que fusionaron el arte y la exploración espacial para brindarles una experiencia completa a los espectadores. “¿Sabías que hoy ya hay personas viviendo en el espacio?”, pregunta la voz en off y nos cuenta los últimos avances.
Esta presentación tiene antecedentes en el Malba y el Planetario. En el 2024, cuando se cumplieron 100 años del nacimiento de Kosice, se realizaron diversas exposiciones y actividades educativas en homenaje al artista.

En el Malba se inauguró Gyula Kosice: Intergaláctico, la primera exposición monográfica póstuma. Además de sus piezas con agua y luz, la Ciudad Hidroespacial fue una de las protagonistas de la muestra y contó la presencia de obras provenientes del Museum of Fine Arts of Houston (Estados Unidos), el Museo Kosice (Buenos Aires) y el Planetario Galileo Galilei (Buenos Aires). Además, tuvo lugar la función «Una vuelta por el universo» en el Planetario, dedicada a estudiantes y docentes. “Pero nos quedamos con ganas de más”, afirmó Fallik.

En esta oportunidad, se suma la reedición del libro 500 lugares para vivir, escrito por Kosice en 1975, donde el artista plasmó sus ideas sobre la expansión de la humanidad más allá de la Tierra. Además, en el Planetario pueden observarse dos obras que el artista donó en vida.

Cuándo: Sábados y domingos a las 19 horas. Desde el 24 de enero hasta el 27 de abril.

Dónde: Planetario Galileo Galilei, Ciudad de Buenos Aires.
Duración aproximada: 50 minutos.

Precio: $3.000 / $6.000

Público: Apto todo público. Niños: recomendado a partir de los 8 años
Cómo reservar: Web del planetario.