Axel Kicillof habló este miércoles de la decisión de YPF y la malaya Petronas de instalar la planta de gas natural licuado (GNL) en Río Negro y no en Buenos Aires. En conferencia de prensa, el gobernador lo atribuyó a «una venganza» del presidente Javier Milei por haber perdido las elecciones en la Provincia, al tiempo que contó que el titular de la petrolera estatal, Horacio Marín, le confirmó que nada tuvo que ver con la adhesión al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), sino con razones de «conveniencia técnica y económica».
Acompañado por su vicegobernadora Verónica Magario y los ministros Carlos Bianco (Gobierno), Augusto Costa (Producción) y Gabriel Katopodis (Infraestructura), el gobernador rompió el silencio sobre la decisión tomada este miércoles por el directorio de YPF que resolvió localizar la planta de GNL -una inversión de hasta 50 mil millones de dólares- en Punta Colorada, Río Negro, y no en Bahía Blanca, en el sur bonaerense. «Los diarios dicen que fue por un capricho mío que se llevan la inversión a Punta Colorada. Es mentira, fue una decisión de Milei«, aclaró.
En primer lugar, Kicillof señaló que el revés para Buenos Aires reviste una «enorme gravedad» y lo calificó como una «irresponsabilidad» del presidente Milei y «una venganza» porque «no soporta haber perdido» las tres elecciones de 2023 en la provincia de Buenos Aires. «Como resultado de un capricho ideológico está poniendo en riesgo un proyecto en el que estamos trabajando hace 10 años», remarcó y también sostuvo que la decisión fue «intempestiva» y no está dentro de los tiempos ni de «los compromisos» que tenían con YPF.
En segundo lugar, el mandatario contó que el CEO de YPF le comunicó la noticia luego de que trascendiera en los medios nacionales y que le aclaró que la decisión de no instalar la planta en Buenos Aires no tenía relación con la adhesión al RIGI, sino con otras «razones económicas y técnicas».
«Marín me dijo que la decisión no tiene nada que ver con el RIGI provincial. Dada la gravedad del tema, espero y exijo que ratifique públicamente lo que me expresó en privado», dijo. Y agregó que el CEO le aseguró «qué ´teóricamente´ es más conveniente instalarla no se sabe en qué lugar exacto que en el puerto más importante».
En la misma conversación, Marín le confirmó que llegarán al puerto de Bahía Blanca las inversiones de Mega -que ya había sido anunciada- y la de Profértil, que va a duplicar su planta. Ambas totalizan unos 2200 millones.
Kicillof realizó también un repaso de los pasos que fue cumpliendo el proyecto de la planta en Bahía Blanca desde 2014 para mostrar no sólo la solidez de la propuesta bonaerense sino que ya estaba acordada con YPF. Recordó que se estudiaron los terrenos, que en 2022 se anunció la inversión y que en 2023 YPF reservó los terrenos que luego deben ser expropiados para construir la planta.
«Hemos trabajado muchísimo. ¿Qué cambia? Ganó Milei y como venganza y en medio de insultos da la orden de la que la inversión no se realice en la provincia de Buenos Aires y no tiene nada que ver con el RIGI. Eso es todo lo que ha ocurrido en términos de decisión», sintetizó. Negó, no obstante, que haya intenciones de judicializar el caso y mostró sus reparos sobre los avances reales del proyecto en Punta Colorada en el corto plazo. «Creo que hasta 2027 o 2028 no va a haber un ladrillo», dijo.
Kicillof: «Milei no soporta haber perdido en Buenos Aires»
El mandatario arremetió contra Milei y aseguró que tiene razones políticas para castigar a Buenos Aires ya que la mayoría de los bonaerenses no lo votaron en 2023 y los representantes en el Congreso Nacional no acompañaron sus proyectos de ley como la Ley Bases y el propio RIGI. «La verdad es que Milei no soporta haber perdido las tres elecciones en la provincia de Buenos Aires. Por eso ha entrado en una disputa permanente desde el primer día, por eso no es una novedad que nos haya quitado esta inversión, porque ya había quitado fondos para el salario de los docentes, los boletos del colectivo, la seguridad. Este es el camino que eligió: vengarse con todo aquel que no lo acompaña», afirmó.
Dijo también que la actitud tomada por el presidente se inscribe dentro de «las peores prácticas de la política» y recordó cuando le endilgaban al peronismo usar «el látigo y la chequera» para conseguir adhesiones. «Piensa que si nos castiga, los bonaerenses lo van a votar. Se equivoca el presidente y está generando un daño enorme», señaló.
En otro tramo de la conferencia, habló de las agresiones constantes del presidente y del calificativo de «comunista» que le atribuyó en varias oportunidades al gobernador, la última vez en la entrevista televisiva en la que adelantó -cuando todavía el directorio de YPF no tenía una resolución- que la planta de GNL no iría a Buenos Aires. «Es un delirio del presidente, que usa estos adjetivos con cualquiera que no esté de acuerdo con él. Yo sería comunista igual que Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y Ricardo López Murphy. No tiene ningún asidero, son raptos, enojos con los que no piensan igual que él», afirmó para mostrar que no hay coherencia en el discurso presidencial.
En el final, Kicillof repitió que en la provincia no van a tolerar «agresiones» para nuestro pueblo y reiteró que Buenos Aires no se va a someter a los planes libertarios. «Vamos a seguir gobernando para nuestro pueblo, cumpliendo con nuestro mandato. No nos vamos a someter: nuestro único pacto es con el pueblo de la provincia de Buenos Aires y no lo vamos a traicionar», cerró.