El Senado de la Nación sesionará este jueves para tratar la ley que suspende las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) por este turno electoral a nivel nacional. De concretarse, esa definición abrirá la cuenta regresiva para definir cómo y cuándo se votará en la provincia de Buenos Aires: si se mantienen las primarias en territorio bonaerense y si se desdoblan o no las elecciones.
La decisión está en manos del gobernador Axel Kicillof, que es quien debe convocar por decreto a elecciones en la Provincia para los cargos de legisladores provinciales, concejales y consejeros escolares. Pero también tendrá un capítulo legislativo ya que Buenos Aires tiene su propia ley de PASO, la N° 14.086, que ata las internas provinciales a las nacionales. Es decir que si hay consenso para suspenderlas, la Legislatura bonaerense deberá votar un proyecto en este sentido. Por el momento, tanto el PRO como los libertarios están a favor, pero en Unión por la Patria no hay una postura unificada.
Frente a la presión opositora para que defina el cronograma electoral, Kicillof viene repitiendo desde hace meses que moverá fichas una vez que esté claro el panorama nacional sobre las PASO, algo que ocurriría este jueves. Por esto hay expectativa, tanto en el Ejecutivo como entre los legisladores bonaerenses, sobre lo que ocurrirá este jueves en el recinto de la cámara alta que conduce Victoria Villarruel.
Al definir la fecha del comicio, Kicillof resolverá si desdobla o no: es decir, si los bonaerenses votarán los cargos nacionales y provinciales en la misma fecha y con sistemas distintos (Boleta Única de Papel y boleta partidaria), en lo que se llaman elecciones concurrentes; o si sufragarán directamente en fechas distintas. La disyuntiva también tiene defensores y detractores dentro del propio oficialismo.
En las últimas horas, el gobernador dio sus argumentos a favor del desdoblamiento al sostener que una elección concurrente «es un caos» y sostuvo que ya se hicieron simulacros que «demuestran que eso demora muchísimo el voto» y que al usar dos sistemas en paralelo «va a ser algo desconocido y haber muchas dudas y preguntas, lógicamente porque se han cambiado las reglas de juego».
En efecto, el Ministerio de Gobierno -a cargo de Carlos Bianco- realizó en enero un simulacro de votación con ambos sistemas en paralelo para determinar cuánto tiempo demoraría cada elector, planteando distintos escenarios, dificultades y grados de conocimiento de los sufragantes. El resultado fue que en cada mesa -donde suele haber hasta 300 votantes- aún en condiciones ideales podría quedar hasta más de un tercio del padrón sin sufragar.
«Yo lo hablé incluso con otros gobernadores que el voto simultáneo es un caos. Lo puedo decir porque lo dije antes de todas las discusiones que hay: esto de que Milei cambie el sistema de votación sin avisar y nos lleve a votar con dos urnas ya nos pone en una situación muy precaria», dijo Kicillof en declaraciones radiales a El Destape y remarcó que en la Provincia hay «absoluta incertidumbre» y volvió a culpar al presidente Javier Milei. «Se haga lo que se haga, se va a tener que hacer a las apuradas culpa de Milei. Tiene un solo responsable esto, como todo, la improvisación», agregó.
Apertura de sesiones, tras los carnavales
El mandatario bonaerense ya definió que abrirá la sesiones de la Legislatura bonaerense el próximo 5 de marzo a las 17 horas, según confirmaron desde el Ejecutivo a Tiempo. Será tras el discurso de Milei en el Congreso Nacional y el feriado largo de los carnavales. Coincidirá, además, con el inicio de clases en toda la provincia que comenzará sin paros debido al acuerdo salarial al que llegó con los gremios docentes.
Frente a la asamblea legislativa, que componen los 46 senadores y 92 diputados bonaerenses, Kicillof repasará el primer año de su segundo mandato y marcará las metas para el 2025, el año electoral. El hincapié estará puesto en el perjuicio que generaron las políticas de La Libertad Avanza sobre los bonaerenses.
Kicillof hablará en un contexto legislativo particular ya que, debido a la falta de acuerdos con la oposición, se quedó sin Presupuesto, Ley Impositiva ni autorización de endeudamiento. El paquete, que había sido enviado en noviembre, no logró ser aprobado en diciembre y debió prorrogar la ley de leyes de 2023, reasignar partidas y redefinir el esquema impositivo del año pasado.