Con el Bosque como telón de fondo, Axel Kicillof cerró hoy en La Plata su campaña por la Gobernación acompañado por la candidata a la vicepresidencia, Cristina Kirchner. Frente a unas 40 mil personas que llegaron hasta el corazón del tradicional paseo de la capital provincial, el candidato del Frente de Todos advirtió que Cambiemos deja «una provincia arrasada» pero que trabajará para «reparar lo que rompieron y devolverle los derechos» a los bonaerenses.
«Estoy lleno de ilusión», arrancó Kicillof ante la multitud que lo escuchaba en las gradas dispuestas en pleno corazón del Bosque. Y comenzó a desandar la campaña que lo llevó a recorrer «pueblo por pueblo» a lo largo de estos cuatro años. «Fue una campaña larga porque fue proceso de construcción política que desemboca en lo que vamos a vivir el domingo», dijo y agradeció especialmente a Cristina Kirchner por «su visión estratégica y su generosidad: «Ella tenía la llave de la unidad», apuntó.
En la larga lista de agradecimientos también incluyó a Alberto Fernández -quien estuvo ausente por estar en Chaco- y a Verónica Magario, su compañera de fórmula, pero también a los intendentes peronistas. «Dijeron que iba a haber peleas y les puedo decir hoy que el futuro va a andar sin ningún conflicto porque entendimos que los conflictos entre nosotros son lo que generan las peores tragedias», dijo enfatizando la unidad peronista y también remarcó que «si la provincia no sufrió más es por el trabajo de los intendentes».
Luego llegó el tiempo de las críticas a Cambiemos y a la gobernadora María Eugenia Vidal por su gestión pero también por la «campaña sucia» en su contra. «No vale cualquier cosa por conseguir un voto», dijo y culpó al oficialismo de generar una grieta entre la gente que «no existe».
«Esta fue una campaña distinta que se trató de recorrer, de escuchar, de ser solidarios, de tender puentes y de cerrar esa maldita grieta que querían crear para que no le podamos hablar a otro argentino. Esa grieta no existe», dijo sobre la campaña que encaró Vidal después de perder por casi 18 puntos en las PASO del 11 de agosto.
Kicillof sostuvo que, en estos cuatro años, en la provincia «nadie bajó los brazos» y criticó de lleno el modelo de país y la forma de gobernar de Mauricio Macri. «Nos dijeron que gobernar era apostar al egoísmo y al sálvese quien pueda. No se puede gobernar el país como una empresa. Fracasó esa forma de gobernar», sentenció.
También recordó que la noche del 11 de agosto, Macri mandó a dormir a los argentinos aún antes de que hubieran datos oficiales del escrutinio. «Desde esa noche, en la Provincia no se durmió nadie, Presidente», ironizó en medio de una ovación. Y también se mostró «soprendido» porque ahora vuelven con las promesas de que va a volver el trabajo de calidad».
Finalmente, aseguró que Vidal deja una provincia «arrasada» y «endeudada» en más de 12 mil millones, con vencimientos en los próximos cuatro años que condicionarán al próximo gobernador. «El tema no es que sí se puede o no se puede, es no se debe abandonar el salario de los maestros, no se deben abandonar las escuelas, no se debe castigar al pueblo», señaló y prometió trabajar por una provincia «más justa e igualitaria».
«Hay que volver a recuperar la felicidad»
A su turno, Cristina se mostró emocionada de estar en La Plata, su ciudad, y habló de la «nueva generación de dirigentes» que representan Kicillof y Magario, como así también la candidata a intendenta local, Florencia Saintout, quienes «no van de relleno».
«Estoy acompañando a una nueva generación de dirigentes que no van de relleno. Nunca me gustaron los jóvenes de relleno, siempre me gustaron protagonizando la historia porque así empezamos nosotros», dijo y les dio un consejo: «Les pido a todos los candidatos que conserven la humildad, siempre pegados a la gente; que no se la crean».
Aprovechó para criticar una vez a los medios hegemónicos por el blindaje al gobierno de Cambiemos. «Así como le pido a los dirigentes que no se la crean, también le pido a la sociedad que no crea todo lo que ve por la tele nunca más. Los que han destrozado todo esto no cayeron en un plato volador, más allá de que algunos hablan de invasión alienígena», dijo.
Se refirió entonces a la crisis que atraviesa Chile y recordó que el macrismo ponía a ese modelo económico y político como «un ejemplo». «Mucha solidaridad con el pueblo chileno, por favor. A mi me vino otras imágenes de otras épocas acá en La Plata. Tenía 20 años cuando fue el golpe que derrocó a Salvador Allende. Me parecía que nos habíamos retrotraído a ese 1973 tan sangriento. Le pido a todos los argentinos que hagamos un inmenso esfuerzo por abrir nuestras cabezas y corazones para entender que esto que nos quieren vender termina como termina».
«Tengamos la inteligencia, porque si no sos generoso, tenés que ser inteligente. No hay sociedades buenas que se desarrollan en paz si no es equitativo. No va a haber sociedad segura si no reparamos en lo que le pasa al de al lado», agregó.
Finalmente, la expresidenta sostuvo que «hay que democratizar el país y la economía en todos sus aspectos» y consideró que hay que «volver a recuperar la felicidad». «Eso es lo que queremos los argentinos, los bonaerenses y los platenses: tener el derecho a volver a ser felices», cerró.