El jueves por la noche el grupo británico Kasabian visitó por segunda vez la Argentina para tocar en el mítico Estadio Obras Sanitarias. La excusa fue presentar “For Crying Out Loud” (2017), su último álbum.
Existen duplas que son infalibles. Individualidades descollantes que se encuentran y multiplican sus capacidades. Mucho de eso sucede con Serge Pizzorno y Tom Meighan, guitarrista y vocalista de Kasabian. Dos personalidades carismáticas y muy diferentes que arriba del escenario se complementan y potencian perfectamente para hacer que Kasabian brille. Tim Carter (guitarra), Ian Matthews (batería) y Chris Edwards (bajo) complementa ese espíritu y sostienen la solidez del grupo.
Tom Meighan es un dandi que recorre el escenario de un lado al otro con movimientos “jaggerianos” y Serge Pizzorno no sólo se destaca como guitarrista: su histrionismo cuando baila y arenga también lo transforman en una pieza del show. Se nota claramente las mil y una noches que compartieron en el escenario y la vida.
El concierto comenzó pasadas las 21 con el tema “III Ray (The King)” perteneciente a “For Crying Out Loud”, sobre un escenario austero, sin las habituales pantallas que acompañan sus shows. Sin embargo, eso no opacó en show energético y contundente.
Una de los picos de la noche ocurrió cuando tocaron “Eez-eh”, del disco “48:13” (2014). El ritmo tecno pop hizo que el público saltara sin parar y sobre eso Pizzorno sacó a relucir su faceta más “hip hopera”, agitando todavía más al estadio. Lo mismo pasó con “Treat”, en el que Pizzorno lo cantó solo (habitualmente este tema lo hacen a dúo con Tom Meighan), sacudiendo las maracas y bailando desenfrenado. Incluso bajó del escenario a cantar y a saludar al público recorriendo de punta a punta la valla de contención. Le siguió un momento más íntimo con la canción “U Boat”, cantando solo con su guitarra sobre una luz tenue y bajo una lluvia de aplausos.
No faltaron los temas “You´re In Love With the Psycho”, “Wasted” y “Bless This Acid House” y el clásico “L.S.F (Lost Souls Forever)” del primer disco homónimo editado en el año 2004, con el que cerraron el concierto. Los bises fueron “Vlad the Impaler” y “Fire” donde no faltaron als arengas de Maighan.
El último en abandonar el escenario fue Pizzorno, que luego de saludar al público se arrodilló y con un gesto de reverencia se retiró dejando en el aire la magia que imprime su carisma.
Kasabian
Estadio Obras Sanitarias
27/09/18