De todos los estrenos que la pandemia complicó y puso en suspenso, la esperada tercera entrega de la segunda trilogía del universo que inauguró Steven Spielberg con Jurassic Park demuestra el enorme influjo que tienen las primeras impresiones. Así, Jurassic Wolrd: Dominio, la sexta película que se desprende de aquel universo, arrancó encabezando la taquilla a nivel internacional y en nuestro país aún se mantiene entre los filmes más vistos, compitiendo con pesos pesados de la industria.
Este flamante film de la historia de dinosaurios más famosa del mundo llegó a los cines con más de una sorpresa: la vuelta de Laura Dern, Jeff Goldblum y Sam Neill, los protagonistas de aquel debut de 1993, y nuevos animales como el Gigantosaurus carolinii, el especímen descubierto en Neuquén por el argentino Rubén Carolini, nada más ni nada menos que ese mismo año. También hay un cambio en el eje del conflicto y nuevas derivas del relato que habilitó el libro de Michael Crichton.
Los hechos suceden cuatro años después de que el volcán aniquilara la vida en la mítica isla Nublar en Costa Rica, de donde los dinosaurios escapan para esparcirse por el mundo y convivir en una relativa calma con la humanidad. Personajes de la célebre Jurassic Park como Ellie Sattler, Ian Malcolm y Alan Grant (interpretados respectivamente por Dern, Goldblum y Neil) aparecen aquí para compartir protagonismo con el matrimonio que conforman Owen Grady y Claire Deaning (roles a cargo de Chris Pratt y Bryce Dallas Howard), quienes van al rescate de su hija adoptiva. De ambos lados de la trama, todos ellos se enfrentan a lo mismo: frenar la brutal y desmedida ambición humana antes de que esta haga un desastre ecológico sin precedente.
Jurassic World Dominion busca arrimarse de nuevo al espíritu de la primera trilogía, donde no son los dinosaurios sino la avaricia de las personas el problema central. Aquí, el dueño de una poderosa empresa de biotecnología llamada Biosyn manipula los genes de una extraña especie de langostas prehistóricas, para que acaben con todas las plantaciones menos las de las semillas que la misma empresa produce. Plutocracia, imperialismo y todo lo que le sigue. Además, la nieta del fundador del parque es secuestrada por Biosyn por motivos que serán develados más adelante.
Mientras, en otras dos líneas de la historia que corren en paralelo hasta un momento crucial, la película se enreda un poco en el nudo. La acción se hace desear, pero el placebo que nos suministra su director, Colin Trevorrow, es la inserción de nuevas especies de dinosaurios que traen de otros períodos, y que hace combatir.
Algunos datos interesantes sobre esta nueva entrega: esta historia no cuenta con el concepto de dinosaurios híbridos como si su predecesora. Muchos especímenes que aparecen en esta versión 2022 habían sido descartados de Jurassic World, El Reino Caído, con el fin de ser reciclados en futuras producciones.
Una película con muchas explicaciones y algunos puntos enrevesados que se tratan de solucionar con más y más dinosaurios. En este tipo de historias que se suceden o, de mínima, se conectan, uno esperaría un piso de entretenimiento puro y no cuestionar más que eso. Pero el resultado final es que se trata, hasta el momento, de una entrega que no luce tanto como otras de la franquicia. Sin embargo, el magnetismo de sus antecesoras parece salvarla más allá de cualquier flanco que pueda ofrecer.