Alejo Pérez Zarlenga fue uno de los beneficiados por las adjudicaciones apresuradas de los últimos días del gobierno de Cambiemos. Dueño de la cadena de hamburgueserías Williamsburg, con una sucursal ubicada en el ex Paseo de la Infanta, es también director suplente de Estación Rosedal SA, adjudicataria por ahora del cotizado predio palermitano. Ese mismo rol ocupa en la firma Alejandro Peltenburg, dueño de Crobar y socio de exfuncionarios de Cambiemos en otros emprendimientos.
Pero antes de ganar el predio ubicado en los bosques de Palermo, Pérez Zarlenga también se había beneficiado con otra licitación suscrita por Ramón Lanús, titular de la Agencia de Bienes macrista. Desde septiembre de 2018, es uno de los licenciatarios del Invernadero Bar, ubicado en la entrada de la Biblioteca Nacional, publicitado como el primero con gin tonic tirado. La oferta que presentó junto a su sociedad, Invernadero SRL, no fue la más alta. Sus 9,9 millones de pesos estuvieron un 40% por debajo de lo ofrecido por DAF Buenos Aires SRL, que quedó en el camino por «haberse verificado la existencia de deudas tributarias y/o previsionales», según el dictamen de la adjudicación.
El dato sugestivo es que el nombre de Pérez Zarlenga figura entre las personas que tuvieron audiencia con Lanús en marzo de 2018. A ese encuentro concurrió con Enrique María Álvarez Amuchástegui, a la postre su socio en la firma que se quedó con el bar de la Biblioteca. La reunión explica que tuvo como motivo la concesión de uso del citado bar. Y evidentemente dio sus frutos. Un año después también se beneficiaría de esos contactos para hacerse con la jugosa concesión del ex Paseo de la Infanta. «