Así lo explicó el presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), Matías Furió en una ronda con periodistas donde se presentaron los productos de la flamante canasta navideña de juguetes.
La entidad agrupa 200 industrias nacionales (en su mayoría Pymes) que generan más de 10 mil empleos directos e indirectos. Según explicó el dirigente, el sector pudo preservar todos los puestos de trabajo durante 2016 a pesar de la política de apertura de importaciones que impactó fuerte sobre el tejido industrial local.
A pesar de la política de comercio exterior y la caída general del consumo, el sector espera un crecimiento de las ventas para Navidad de un 1% y un crecimiento general para el 2016 de un 2% con relación al 2015 que redundará en ventas por 147 millones de dólares. Durante el día del niño se habían incrementado las ventas en unidades un 2,5%. En comparación con 2007 las ventas crecieron un 177% en dólares.
Según Furió, el pronóstico positivo es producto de que los empresarios optaron por incrementar los precios un 20% interanual a pesar de que la inflación duplicó esa cifra. Lo hicieron conscientes de que se trata de un bien que no es de primera necesidad y, por lo tanto, presenta una gran elasticidad a la caída del consumo. Así las cosas optaron por preservar el volumen de ventas y el empleo que, según el dirigente, es de alta calidad y precisa de muchos años de capacitación por el alto componente tecnológico de la industria.
Según destacó, la cadena de valor de la industria se vale de un 99% de componentes producidos en el país que, se lamentó, en el caso de la industria plástica, implica un incremento de los costos de hasta un 25% por su alta concentración y control oligopólico del mercado.Por ese motivo, según explicó a Tiempo, ya están gestionando medidas en la secretaria de Comercio Exterior para que se abra el mercado en función de una reducción en los precios de los insumos que precisan.
Además, el dirigente destacó que desde 2003 el empleo se incrementó un 1700% pasando de 550 a 10 mil trabajadores y que la dinámica del sector fue aprovechada por los empresarios para invertir en tecnología de punta que es lo que permitió sostener los niveles de producción con precios accesibles al mercado: el juguete argentino es muy barato por su alto componente tecnológico explicó.
El presidente de la CAIJ, destacó las políticas de control que permitieron erradicar el contrabando de juguetes que hace un año explicaba el 15% del mercado y ahora fue reducido prácticamente a cero lo que también ayudó a mantener el crecimiento de la industria nacional formal además de preservar la calidad de los productos respetando los estándares que permiten garantizar la salud de los niños.
Por último, el referente destacó la política de licitaciones públicas para donación de juguetes del actual gobierno nacional a través del ministerio de Desarrollo Social y la Secretaría de Niñez así como la inclusión del sector en los programas Ahora 12 y Ahora 18 desde el último día del niño y la Canasta Navideña de juguetes que consensuaron con la Secretaría de Comercio que además cuya primer medida anti dumping fue en favor del sector en lo que hace a la importación de globos de China.