Siempre un disco nuevo es una alegría. Y el flamante tercer álbum de estudio del Quinteto Criollo González Calo & Juan Seren no podía ser una excepción. Grabado en los Estudios Romaphonic, contiene nueve canciones que recorren territorios atravesados por aceitados contrapuntos, versos crudos y una indomable ambición exploratoria de los senderos del tango, milonga, murga y polca criolla. Es un recorrido exhaustivo del magnífico universo criollo bajo, que los viene caracterizando desde 2012 cuando arrancaron a tocar. Tiene composiciones propias y versiones de colegas (“Rocanrol”, de Edu Pitufo Lombardo, y “Troileano”, de Julián Peralta) que se aúnan en una poética musical reflexiva y madura que exhibe su manera de resistencia frente a un mundo complejo.

El grupo se conforma con el vocalista Juan Serén, Mariano González Calo (bandoneón), Federico Maiocchi (Contrabajo), Pepe Gutiérrez (guitarrón criollo), Jonathan Álvarez (guitarra) y Emilio Cossani (guitarra). “Nos une la amistad y a partir de ahí compartimos el amor a la música” admite Serán.

-¿Cómo fue el armado de este disco nuevo?

-Se fue construyendo un poco con el espíritu postpandemia. Veníamos de Milonga conurbana que no lo pudimos presentar oficialmente, entonces, entre fecha y fecha fueron apareciendo las canciones. Nos dejamos llevar por lo que nos pasa y fuimos juntando material hasta poder llegar a la fecha de grabación, que se dio el año pasado. Fueron seis horas de estudio donde metimos tres versiones por tema y definimos con eso el disco. Es la síntesis de todos los ensayos y conciertos que fuimos dando en estos tiempos. Siempre ante la previa de un show trabajamos fuerte y ahí fuimos definiendo estos temas, entonces nos ayudó a llegar al día, grabar y listo. Fue todo muy natural y dinámico. Como nos gusta.

-¿Cómo es la dinámica para hacer los temas?

-A veces pasa que Calo tiene la melodía, me la pasa y yo escribo sobre ella. Pero hay otra posibilidad: es que a alguno de nosotros se nos ocurra una melodía, se la pasamos y Calo que se fija que tenga que ver con la idea y el concepto del quinteto. A partir de eso lo arregla y acomoda todo. Yo por lo menos, se las paso muy en crudo. Soy medio bestial, busco a través del instinto, entonces él lo perfecciona en detalle. Luego también los músicos con sus instrumentos terminan de darle el toque. Todas son decisiones grupales, no hay decisiones individuales, eso es un poco nos une. Crear para que el otro también participe, esa es la idea. Así funciona para nosotros y nos permite el encuentro, que es lo que más valoramos.

-¿Cuál es el eje que quisieron seguir con estos temas?

-Nos gustó indagar el concepto del criollo, pero son diferentes ideas que fueron apareciendo. Yo escribo con una idea de contar historias o de reflexionar sobre ciertos aspectos, pero luego se acomoda al concepto general. Son cosas que pensamos o que nos pasan o que vemos, o creemos que podrían pasar. Lo que si queríamos agregar algo de creadores contemporáneos y seleccionamos dos que nos parecían que iban bien con las letras y músicas que veníamos  haciendo. “Troileano”, que es un tangazo y no podía faltar, porque nos encanta; y “Rocanrol”, que hay varias versiones, pero Calo lo recuperó y es otro temazo.

Quinteto Criollo González Calo & Juan Seren.

-¿Cómo afrontan la realidad que nos toca en lo cultural?

-Cultura es todo, es el hombre que interviene en el entorno para lograr algo, a su favor, pero sobre todo a favor de los demás, a favor del otro. Pero si se deja de costado algo, nada funciona. Si se destruye la salud, no hay música. Si no hay educación, no hay música. Si es descartable el pasado, tampoco hay música. ¿Cómo va andar bien el circuito cultural si les tiran gas a los viejos? Está complicado. Cómo puedo hacer buenas canciones si se construye desde la debilidad o con carencias. Cómo vas a aprovechar la tecnología si pisas lo que ayudó a construirla, ahí está la cuestión. Ante un panorama tan desalentador lo que queda es incertidumbre. Pero si somos varios alimentando el fuego, quizás podemos cambiar eso que nos pasa. Desde ese lugar buscamos hacer música. No para los que están pensando en monedas virtuales o en como achicar esto o aquello. Sino para lo contrario: para construir desde lo real. No hay que dejarse tirar abajo y sentirte desamparado. Queremos transformar esta realidad, somos muchos los que queremos continuar el camino de la comunidad, nunca desde el individualismo. Tratamos de transmitir y desarrollar una manera de trabajar, de encarar todo. Es pensar tridimensionalmente, no unilateralmente. Sumar con lo que dice el otro y cuestionar lo propio, no al revés. Esa es nuestra manera. Hay que hacerle frente a lo que viene de la televisión y las redes. Queremos transformar esta realidad con música que tiene colores, aromas y paisajes del pueblo. Para continuar nuestra tradición y tener una identidad que continúe.

-¿El tango sobrevive al trap?

-El tango es nuestro trap. Pero tiene algo Troilo, atravesado   por la poética Juan Gelman o por César González. El pasado y el presente nos ayudan a construir, y creo que el tango siempre va estar entre nosotros. Acá buscamos un equilibrio entre letra y música, que ambas digan o transmitan algo, siempre basado en el compartir, en el unir, eso siempre atrae. Nos gusta el ida y vuelta y una construcción colectiva, después si es más o menos consumido es algo que puede pasar o no, lo importante es decir algo que tenga la profundidad para conmover. Siempre nos gusta la palabra justa o el sonido justo, pero con cierto riesgo. La música, no importa el género, es un idioma que muestra una opinión y una mirada, cada uno lo hace con los recursos que tiene, pero lo importante es que llegue al corazón del otro.

Quinteto Criollo González Calo & Juan Seren

Presentan Escaleras, candilazos y baldíos. 12 de marzo en Clásica y Moderna, Av. Callao 892.