Artista plástico, músico, compositor, profesor, padre de Lautaro -que “partió”, como le gusta decir-, Juan Lorenzo acaba de lanzar Alto ruido, un disco de aquellos, no sólo por su belleza por momentos dolorosa que se mete sin permiso en quien lo escucha, sino porque está hecho como aquellos discos del siglo XX, esos que en más de un caso tanto hicieron por permitirnos, al menos en parte, entender por qué estamos en este mundo.
«Vengo con esa generación digamos de los hacedores de discos, vinilos, CDs donde se pensaba el orden de temas y la edición de temas y la selección como una historia, como un concepto. Cierto que ahora no se hace tanto así. En el proceso había pensado editar primero cuatro temas y después otros tantos porque es lo que se usa un poco ahora. Pero cuando vi el material dije: ‘lo voy a hacer de una’. Como en un recorrido, como si fuera un artista plástico, como quien diseña una muestra: vas a ver el lugar, dónde pongo el cuadro que más impacta, qué es lo que quiero que se vea primero, y vas conduciendo un poco al espectador -o al oyente en este caso- por el lugar en el que querés que vaya. Y no es casualidad que empiece con ‘Puente Pueyrredón’.”
Una versión instrumental del clásico tango contemporáneo de Pablo Sensottera que es un jab al mentón, un golpe con la intensidad precisa para poner en alerta, para decir, casi literalmente: “¡Ey, escuchá!” El tema que, durante el arreglo de su versión, provocó el “alto ruido” de Lautaro que terminó dando título al disco. “Empieza con unos retumbos sobre la guitarra y es el inicio del disco porque me lo imaginé como cuando uno se va acercando al puente y escucha los cohetes, los bombos, la policía. Cuando estaba ensayando el tema estaba golpeando sobre el puente (de la guitarra, no del Pueyrredón) y mi hijo Lauti escuchó y dijo: ‘Alto ruido eso’”. No hay deja vu ni pretensión de recordar nada, sólo un tiempo histórico que parece llamar a la historia para que explique un presente. “Pensé empezar así y después mechar un instrumental y una canción hasta el final. Tratar de tener una visión panorámica de todo el trabajo. Es como conducir a quien escucha por un camino.”
ALTO RUIDO by Juan LorenzoLautaro “partió” a fines del 2020, cuando el disco estaba totalmente compuesto y arreglado, y faltaba definir momento de grabación. Su muerte postergó todo, pero le dio otro final al disco: Despacito, un rap/trap que interpela sin soberbia ni resentimiento a la adultocracia, al que Lorenzo rescató y le hizo una base de acompañamiento en guitarra. “El disco original estaba pensado sin eso, porque fue concebido antes de su partida. Yo sabía que él había grabado algo pero él no me lo había querido hacer escuchar en ese momento. Recién a fines del año pasado pude ir a la productora que está cerca de casa, en el barrio de Boedo (producido y grabado en BSP Producciones), y ahí estaba en condiciones de poder escucharlo. Tenía la idea de querer hacer algo con él y ahí empecé a trabajar sobre la pista que él dejó, en un proceso tecnológico de poder separar la voz de la pista original: ahí puse la guitarra con un ritmo. Y antes en la edición del disco le puse uno que se llama Tatuaje tumbero que termina como una especie de cumbia y que también habla de los pibes de los barrios de acá del sur de Capital como Pompeya, Barracas, Soldati, pensado un poco como introducción al tema de él.”
“Despacito” parece compuesto por un pibe de más años y con más calle, por decirlo de algún modo, de la que por lo general se atribuye a uno de apenas 15 años. “Es lo primero que hizo. La letra es larga y bastante premonitoria”, dice Lorenzo. Y más allá de las intimidades que sólo él conoce, también es premonitoria de los tiempos que vendrán después de su partida. La situación lo dejó con un pie en cada lado entre seguir y dejar todo. “La muerte de un hijo trae aparejada una crisis existencial, te lleva a consecuencias insospechadas en las que uno se pregunta sobre la propia existencia: ‘¿Para qué estoy?’ Hay una idea de que todo se terminó. Ya nada sirve a pesar de todas las cosas que hago y que quería seguir haciendo. Sobre todo el primer año era preguntarme si voy a seguir tocando la guitarra, si me voy a mudar al campo, a la montaña, a empezar otra vida nueva en otro lado. Y fue como una etapa de decisiones que incluía seguir viviendo. Estuvo la decisión de seguir viviendo, pero ¿cómo sigo? Por supuesto al ser artista el arte es una herramienta transformadora y salvadora si te aferras a eso, y bueno, lo tomo como un acto de sobrevivencia y de poder transformar esa partida en algo positivo y que me ayude a recordarlo a él. Me cambiaron la vida completamente y la forma de ver todo.”
La presentación de Alto ruido estará acompañada por una muestra de pinturas y dibujos (o viceversa), algo que no es la primera vez que hace. “Va a estar expuesta la serie de dibujos de la cual surge la tapa porque lo dibujé especialmente por lo que me dicen esas dos palabras, y la cuestión de la sinergia entre la música y la imagen, la línea, el color. Pienso hacer una primera parte con músicos invitados amigos como para mostrar los proyectos musicales que tengo ahora.” Ellos y ellas son: las cantantes Bárbara Aguirre (del Dúo Aguirre-Lorenzo), Bárbara Grabinsky y Noelia Moncada, y el joven bandoneonista de chamamé, Santi Santa Cruz. “Y después la presentación mía en guitarra y voz, y pensando en una especie de fiesta, una mezcla de vernissage artístico de plástica con música.”
Docente desde hace años de la Escuela de Música de Avellaneda (de ahí también que la melodía y el ritmo del Puente Pueyrredón nunca lo abandonen), en los últimos años descubrió una diferencia generacional que le llamó la atención, que también es un signo de los tiempos, acaso más de los que vendrán que de los que ya son. “Estoy ahí desde el 2009 y he sido testigo y partícipe de varias generaciones, y de cómo se van volcando al tango; sobre todo pibas como compositoras, intérpretes e instrumentistas. El tango todavía es hoy una posibilidad para expresarse. Y sobre todo, pibas y pibes, salen componiendo, algo que para nosotros no se daba tanto. Cuando tenía 20 años no se me ocurría componer, estaba tratando de aprender a tocar y de enterarme cómo es el género con los viejos. Los pibes no se hacen tantas preguntas: aprenden a tocar y componen, hacen el proceso todo junto”. «
Juan Lorenzo presenta Alto ruido
Presentación en vivo de Alto ruido + Muestra de Arte plástico: Juan Lorenzo, en voz y guitarra; invitados: Bárbara Aguirre, Bárbara Grabinsky, Noelia Moncada, y el bandoneonista Santi Santa Cruz. Sábado 16 de septiembre, a las 22, en el Club Social Cambalache (Defensa 1179).
Alto Ruido – Juan Lorenzo
- «Puente Pueyrredón» (Pablo Sensottera).
- «Blanco de titanio» (Juan Lorenzo).
- «Agua negra» (Juan Lorenzo).
- «Canción del durmiente» (Juan Lorenzo).
- «Calle» (Tape Rubín, Mauricio Pieroni).
- «Mi dulce libélula» (Juan Lorenzo).
- «Jardín del desierto» (Elbi Olalla-Alejandro Guyot).
- «Los días más extraños». (Juan Lorenzo).
- «Argentígena» (María Laura Antonelli).
- «Tatuaje tumbero» (Juan Lorenzo).
- «Despacito» (Lautaro Lorenzo).