Desde la primera edición allá en 1995, el Festival Guitarras del Mundo, el mayor y más federal encuentro dedicado a este instrumento, dirigido por el músico tucumano Juan Falú, tuvo un espíritu de lucha y celebración. Superó la crisis del 2001 y se sobrepuso al macrismo y a la pandemia. Hoy vuelve a pesar de no tener el apoyo estatal que siempre tuvo. El evento, en esta ocasión, estará organizado solo por el gremio nacional de Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), quien se puso al hombro el festejo en 30ª edición. Incluye una gran diversidad de géneros musicales: folklores regionales, tango, clásico, jazz, contemporáneo, flamenco, popular, barroco y antiguo, y se podrá disfrutar en más de 34 sedes de todo el país, otorgándole a este festival una característica eminentemente federal.

Luis Salinas.

Este evento promueve el encuentro de guitarristas consagrados y emergentes alimentando el carácter participativo de la propuesta, entre ellos se destacan: Luis Salinas, Nicolás Ruiz, Carlos Moscardini y Javier Bravo entre otros, y  tendrá representantes de Rusia, Turquía, Italia, Brasil y Paraguay. Así como músicos y grupos de Salta, Misiones, Santa Fe, Tucumán,  Catamarca, Formosa, Rio Negro, Entre Ríos, San Juan, Tierra del Fuego, Mendoza, La Pampa, San Luis, Neuquén, Chubut, Córdoba y Buenos Aires.

“En treinta años han ocurrido muchas cosas, pero siempre encaramos con alegría este espacio que supimos conseguir y sostener”, explica su director artístico, Juan Falú, que también tocará, por supuesto.

-¿Qué representa Guitarras del Mundo luego de tres décadas?

-Es un modelo de iniciativa cultural que busca ser un faro para otras ideas que quieran concretarse y es interesante que una organización gremial sea la que nos permita continuar en estos tiempos de recortes y ataques a este tipo de espacios. Es algo que puede replicarse, de trabajadores de un sector ayudando a otros. Me parece que es una muestra de fuerza y de amor por lo que hacemos. En este campo de la cultura siempre buscamos seguir adelante a pesar de todo, porque es parte de nuestra identidad. Estamos contentos. Los guitarristas, el público y por suerte muchos medios han adoptado el festival como una referencia, es un modelo de gestión cultural que nos pone en un lugar de importancia y eso siempre es algo bueno. Estamos orgullosos de sacarlo adelante.

Juan Falú.

-¿Estuvo en duda su continuidad al no tener apoyo estatal?

-Claro que sí. No sabíamos si íbamos a poder realizarlo. En esta coyuntura, pudimos sobreponernos por la organización de los trabajadores que se animó a protegernos, pero ya sabemos que es lo que nos pasa. Son momentos críticos, vivimos una situación económica muy complicada y padecemos políticas estatales que trabajan para el debilitamiento de la producción cultural argentina. Pero por suerte una vez más aquí estaremos.

-¿Es una manera de resistir?

-Absolutamente, es nuestra manera de decir que aquí estamos. Además la permanencia ya nos da una confianza, después de tanto tiempo creemos que es posible, aunque las circunstancias no ayuden. Este es un festival que empezó de modo muy modesto. Teníamos una sede única. Y cada año fuimos aumentando las sedes, por lo que se fue confirmando que la guitarra es un símbolo muy fuerte de la cultura nacional.

Carlos Moscardini.

-¿Qué representa la guitarra en el inconsciente colectivo?

-Es símbolo de memorias, colectivas e individuales; afectos, historias de todo tipo. La clave es que la relación es muy fuerte porque permite unir, permite juntar voluntades y en tiempos de división su sonido puede ayudar a ver cómo encontrar puntos en común. Más allá de la belleza y dulzura que puede despertar en el alma cuando está en buenas manos, la guitarra siempre es algo que nos atrae, a pesar de los avances de las tecnologías. La guitarra argentina tiene un florecimiento, un resurgir. Pero no por mérito del festival, sino por el quehacer musical nacional que se dio cuenta del rol que debía ocupar. Este es un país donde se toca muy bien la guitarra. He comprobado que, en estos treinta años, siempre fue creciendo la demanda de participación de parte de la gente. Y de guitarristas. O sea que la población guitarrística fue creciendo y eso es algo positivo. Y pasa por lo que la imagen y el sonido del instrumento genera en nosotros como pueblo, sin dudas. Se toca mucho y bien, se la trata bien. Como corresponde. En cualquier lugar del país que vayas, suenan las seis cuerdas con un nivel excelente.

-¿Hay un lenguaje propio?

-Claro. Un acorde puede decir muchas cosas. Sin dudas hay un modo argentino de tocar la guitarra, y está bueno compartirlo. En ese sentido hay un lenguaje nacional, pero también regionales: están las guitarras cuyanas, los tangos, los chamameceros, las guitarras solistas del folklore más tradicional, los jazzeros. Hay algo que nos decía el sonido de Eduardo Falú o el de Atahualpa Yupanqui.  La guitarra expresa muchas cosas. Pero te repito, es un imán que une. Y por suerte se puede ver en el festival que no se perdieron las maneras tradicionales, pero que se incorporaron nuevos elementos e ideas y en la música. Se nota mucho en el folklore. O en intérpretes como Carlos Moscardini, que reúne lo mejor de antes con nuevas ideas. Pero hay de todo. Para todos los gustos

Nicolás Ruiz.

-¿Hay nombres que recomiende particularmente para escuchar en el festival?

-Yo prefiero que la gente vaya a ver todos los que se suben a los escenarios. Hay nombres importantes, pero la idea es que cada jornada sea jornadas de descubrimientos. No me gusta diferenciar entre los que tienen más recorrido o son algo más famosos que otros: justamente este es un festival que en ese sentido es bien horizontal. No creo que haya que destacar alguno sobre otro. Todos tenemos la misma importancia. En el cierre nos juntaremos más de 30 guitarristas y somos todos iguales. Trabajamos en equipo. Cada sede tiene su gente, y se coordina para tener todo perfecto. Está aceitada la producción y el espíritu se mantiene, como nació, así sigue. La primera edición fue más ganas que otra cosa, nunca soñamos durar tantos años, pero nos sorprendemos gratamente cada año. Espero que vengan muchos más.




Festival guitarras del mundo

Del 25 de septiembre al 6 de octubre. Celebra su 30º edición. Con sedes en todo el país y actuaciones especiales.

Capital Federal:

-25 de septiembre, a las 18, en la C.G.T, Azopardo 802.

-26 de septiembre y el 3 y 4 de octubre, a las 20 en UOCRA Cultura, Rawson 42.

-Viernes 27 de septiembre a las 19, en UTE, Bartolomé Mitre 1984.

-Domingo 6 de octubre, gran cierre, a las 17, en Abra Cultural, Hipólito Yrigoyen 840.

* Más información en https://guitarrasdelmundo.com.ar/

Javier Bravo.