Aquí se ha hablado de octubre, compañeros y compañeras, y yo he sido un hombre muy crítico de la administración anterior. Pero, de verdad, si me tocara votar en la provincia de Buenos Aires, no tendría duda de ejercer un voto opositor sobre un trazado económico que definitivamente no nos tiene en cuenta, aseguró Schmid en el plenario de la regional bonaerense de la CGT.
En lo que no dejó espacio para ninguna interpretación fue en su anuncio de que en su provincia votará por la lista del Frente Justicialista que en Santa Fe encabeza Agustín Rossi.
Yo voto en santa fe, y en Santa Fe hubo interna en el peronismo, y el compañero que resultó ganador (por Rossi) es un compañero con el que yo no comparto la visión del país. Pero yo voy a votar al peronismo, porque yo soy peronista, subrayó Schmid.
Además, en el plenario de la CGT de La Plata se escucharon balances del año que lleva el triunvirato al frente de la central sindical: junto a Schmid, se sabe, lo integran Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (estaciones de servicio).
El triunvirato cumple un año de ejercicio, con sus luces y con sus sombras. Venimos de tres vertientes distintas. Con gente distinta, con conductas distintas, con procedimientos distintos, con una visión diferente de la sociedad y del país. Pero hemos hecho el tremendo esfuerzo de estar todos juntos porque lo que estamos enfrentando no es igual que los 90: es mucho más tramposo, mucho más sutil. Y por eso han terminado seduciendo y engañando a gran parte del pueblo argentino, argumentó Schmid.
Los dichos de Schmid tienen un antecedente. Daer, con quien comparte el triunvirato, dejó entrever el lunes pasado que votará por Unidad Ciudadana. No tenga dudas de que voy a hinchar por quien le haga más fuerza al gobierno, deslizó en ese momento.
El viernes pasado, en la reunión de los dirigentes y militantes sindicales cegetistas que tuvo lugar en La Plata, se evaluó con crudeza la actualidad económica. También se planteó que los efectos de las políticas económicas que promueven la desindustrialización y la caída de la actividad afectan por igual a todas las corrientes internas del sindicalismo.