“Ha sido un año de muchos cambios para la orquesta porque ese costado más triste o más profundo que apareció en el disco Milonga universal se fue llevando más al papel y nos pusimos más tangueros”, cuenta José Teixidó sobre el 2024 de Amores Tangos, que este sábado en el Picadero festeja sus 16 años, que también es despedida de un año que marcó un nuevo cambio en la banda a partir de uno de esos golpes que parecen tan comunes en este lugar del mundo.
“Lo que hace la música es transformar eso”, completa, donde eso en la Argentina es muchas cosas distintas que se sienten igual. “Este año comenzó con una crisis. Todo va acompañado de lo que nos pasa como sociedad. Empezamos y tuvimos un show a principio de año, en abril, que fue muy difícil, que creo que es porque estábamos muy shockeados. Cuando todo el afuera se pone turbio -y este año arrancó muy turbio- se complica todo el adentro. Cuando te empezás a rodear de incertidumbre, repercute en todo sentido: musicalmente, espiritualmente. Y a través de eso hubo como un volantazo.”
Un año atrás, en una nota para este diario, Teixidó explicaba que Milonga universal, el último disco de la orquesta, ya no era “tan alegre como los anteriores”. Acaso una especie de preludio de los tiempos por venir, indicaba que si la crisis es cambio, entonces la crisis estaba ya anticipada en la misma banda: como suele pasar más de una vez con el arte y los artistas, en sus expresiones está el prefacio de un tiempo que todavía no se manifestó en su esplendor.
Por eso el volantazo es “llevar el nivel de compromiso con la música más allá de lo que pase”, pero el sol, como la realidad, no es de papel y la situación económica metió su cola. “Fue el peor año de Amores Tangos. Si bien seguimos trabajando y haciendo cosas y vendimos muchas entradas y ha venido mucha gente a los shows, económicamente el trabajo se terminó, se cortó mucho. Y eso también hizo que nos concentráramos en nuestras producciones, en nuestra música», expresó.
«Entonces hubo algo de esa crisis que se transformó en una oportunidad: vamos a tocar lo que queremos, como queremos, los lugares que queremos, llamemos a nuestros amigos, juntémonos con la gente que tenemos ganas de estar, y eso terminó repercutiendo positivamente. Cuando afuera se pone oscuro uno puede decir dejo que esa oscuridad me invada o empieza a generar luz adentro. Estoy muy contento con el show que vamos a dar el sábado. Muy. La pobreza económica tiene que ver con un empobrecimiento cultural. La Argentina tiene una músicas riquísima, una danza riquísimas, super exportable, y la materia prima sale de acá y el negocio lo hace otro.”
Dirigida por el guitarrista, compositor y arreglador Teixidó, la orquesta Amores Tangos dejó un poco atrás los vientos con los que habían incursionado en un sonido más latinoamericano para regresar a las cuerdas, un toque más rioplatense. “Ampliamos la orquesta para esta canción, decidimos volver a un cuarteto de cuerdas, que exploramos en Altamar, el segundo disco. Las cuerdas tienen una cosa muy vinculada el tango, la orquesta típica, esa cosa de arrabal y sofisticación. El tango sigue siendo la música que representa esta región del mundo. La gente se conmueve escuchando, bailando, cantando tango como en ningún lugar del mundo. Y a mí me hace bien estar acá haciendo eso.”
-¿Se viene un periodo de introspección?
-Sabés que sí. La parte de aceleración nunca la vamos a perder, porque eso también está en el espíritu de la banda, y siempre hay algo para celebrar en esto: que suerte que la música y la vida nos regaló poder vivir esto. Yo que sé, poder subirme al escenario con Cucuza Castiello, que fue el primer cantor que se subió al escenario con Amores Tangos en diciembre de 2008. Haber podido compartir 16 años de hacer música juntos, y que nos guste, que nos llevemos bien, nos conmueva, eso es un regalo. Es la celebración de compartir un pedazo de vida.
Se asegura que serán un formato extendido, es decir, habrá unos cuantos invitados. El nombrado Cucuza Castiello, Noelia Moncada, Negro Falótico y Julia Zenko y, créase o no, todos tenían la fecha libre, quién dice que esperando ser invitados.
“Tuvimos la suerte de que todos los invitados que queríamos que vengan dijeron que sí. Una maravilla. Todos se guardaron la fecha. Soy de Mar del Plata, hace 30 años que vivo acá, y mi familia viene toda para el show. Y mi padre que viene para el show, me dijo: ¡Este va a ser el mejor show de cantantes de Amores Tangos! Vamos a ser diez músicos en escena, cuatro cantantes, el Teatro Picadero es una belleza, así que la gente, la orquesta y los cantantes la van a pasar muy bien. Muchos de nuestros seguidores nos contaron que se iban a ir de viaje el 20 pero lo cambiaron al 22: ‘Quiero participar de esa fiesta’.”
Luego de tanto andar con la sensación de estar en el mismo lugar, además de celebrar que se sobrevive a una nueva crisis con el calor y el abrazo de los que se quiere y admira, no viene nada mal desear. Algo del calibre que sea, pero mostrar ganas de algo más que haber resistido y poder seguir haciéndolo: algo que ayude a soñar con que esta vez y las venideras se podrá un poco más.
“El deseo de Amores Tangos es poder seguir haciendo la música que queremos y encontrar gente con la que compartirla. Y más que nada hacer cosas con la expresión en el arte de los seres humanos de este lugar del mundo, de esta zona, de este ancho Río de la Plata. Cada vez más por la colectora del sistema de la música de hoy: cada vez más acústico, más natural, menos procesado, más real. Que los conciertos se parezcan más a los conciertos de música de hace 70 años y no las cosas que se encuentran en Instagram. Que aparezca la falla, la humanidad. Hacemos música sin photoshop (risas). Ese es mi deseo para el 2025: músicas sin photoshop.”
Amores Tangos
Sábados 21 de diciembre, Pje. Santos Discépolo 1857 (Capital Federal), a las 20:30.