Oficinas vacías y calles silenciosas. «De aquel clásico microcentro, porteño nada más queda», tituló este medio un informe de julio del año pasado, en el cual se detalla todo el proceso de vaciamiento que el macrismo inició desde sus comienzos en esa zona de la Ciudad. Un proceso de vaciamiento que se profundizó tras la pandemia. Aumentó el home office y cerraron comercios y oficinas de distintos rubros. La administración de Horacio Rodríguez Larreta impulsó la reconversión del microcentro en un barrio residencial, pero alejado de la idea de viviendas accesibles y más cercano a la imagen de Puerto Madero, con un fuerte impulso al alquiler temporario para turistas.
Ni una cosa ni la otra. En las últimas horas, el jefe de gobierno porteño Jorge Macri puso en pausa este ambicioso proyecto por considerar que «tiene un alto costo«. Sí, lo manifestó el mandatario del la Ciudad más rica del país.
Revertir las secuelas causadas por la pandemia fue uno de los propósitos principales de las grandes ciudades del mundo. En 2022, la Ciudad lanzó el «Plan de Transformación y Reconversión del Microcentro», una remake del antiguo plan que Mauricio Macri impulsó entre 2007 y 2015.
Para esta nueva versión, Larreta envió un combo de proyectos que terminaron sancionados como leyes: la N° 6508 del Régimen de Beneficios Impositivos para atraer actividades comerciales y fomentar obras de remodelación de inmuebles, y la N° 6509 «Mudate al microcentro» que pretende transformar 10 mil oficinas en viviendas. Con ese pretexto, el oficialismo modificó el Código de la Edificación flexibilizando los requerimientos para este tipo de obras.
La caída del nuevo microcentro
Jorge Macri debía concretar este trabajo, pero se enfrentaba a la crítica de quienes reclamaban viviendas accesibles en la Ciudad más inaccesible de todas, y aquellos que veían con buenos ojos el negocio de la especulación inmobiliaria. Pero el mandatario PRO decidió paralizar las obras. Así lo anunció el GCBA, al suspender la aprobación de todos los proyectos privados que se habían presentado para optar por los beneficios impositivos establecidos en la ley que creó el programa, aprobada en 2021 por el propio oficialismo porteño. Ahora el Ejecutivo considera que esos beneficios constituyen un costo «excesivo», por lo que realizará un «proceso de revisión» del plan.
Un informe del Observatorio Universitario de Buenos Aires (OUBA), dependiente de la Facultad de Filosofía y Letras, considera que la diferencia entre el proyecto de Macri y el de Larreta se centra en que el primero se presentó como un rescate centrado en la inversión pública sobre el espacio construido y se refería a la «expulsión de prácticas y usuarios indeseables» y a la promoción de actividades relacionadas al ocio, el consumo y el entretenimiento. Mientras que el nuevo plan de Larreta se enfoca en incentivos para la inversión privada, en el reciclaje de oficinas a viviendas, servicios y comercios complementado a Puerto Madero.
La suspensión del proyecto fue anunciada por el marido de Pampita, mediante un comunicado el ministro de Desarrollo Económico, Roberto García Moritán: «resolvió realizar una revaluación integral a fin de mejorar el régimen de Reconversión del Microcentro, que otorgaba beneficios impositivos a los proyectos que se aprobaran en esa zona de la Ciudad».
Argumento oficial
De acuerdo a la versión oficial, la Ciudad suspendió el plan por cuestiones económicas. Desde la cartera de Desarrollo Económico sostienen que el aporte del Estado para la construcción de los proyectos tendrá «un costo fiscal de unos 215 mil millones de pesos. «Esto implica que casi el 60 por ciento de la inversión total la aporta el Estado y es considerado excesivo por la actual gestión, que busca priorizar la participación mayoritaria privada», sostienen. En la resolución se precisa que el plan «no puede efectuarse sin que de ello resulte un compromiso considerable para el equilibrio de las finanzas públicas de la Ciudad».
El informe del Observatorio de la UBA hace hincapié en la necesidad de transformar el microcentro ante el déficit habitacional creciente: «Según un informe de 2021 de la Mesa de Estudios de Viviendas Vacías (integrado por el GCBA y organizaciones de la sociedad civil), habría 300 mil personas que viven en villas, 7500 en situación de calle y el 35% de los hogares porteños alquila su vivienda (y que para ello destinan alrededor de al menos 40% de sus salarios)«.