El Gándara, uno de los barrios populares de Vicente López, tenía hasta hace meses dos salidas para sus más de cien familias. Pero el Municipio de Vicente López tapió una de ellas construyendo un muro. Pese a los múltiples reclamos, el distrito no accedió a retirarlo y el caso llegó a la Justicia. Finalmente, la intendencia de Jorge Macri deberá reabrir la calle cerrada antes del próximo 20 de febrero.

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El muro se construyó sobre la salida de la calle José Ingenieros, con el argumento de resguardar una zona destinada a un plan de viviendas. Esa construcción nunca avanzó, pero el muro sigue ahí. “A través de un acuerdo logrado por vía judicial, ahora tendrán que derribarlo”, destacó Gabriela Carpinetti, a cargo de la Dirección Nacional de Promoción y Fortalecimiento para el Acceso a la Justicia. Y contó: “Pedí audiencia antes con Macri, pero no me lo dieron y entonces, agotadas las instancias administrativas, decidimos una acción colectiva”.

Vecinos y vecinas del barrio Gándara presentaron un recurso de amparo junto al concejal Joaquín Noya -del Frente de Todos de Vicente López- para que se liberara el acceso al barrio. Finalmente, el caso llegó al Tribunal Nro. 5 de San Isidro, que convocó a las partes y se llegó a un acuerdo judicial donde le Municipio accedió al reclamo.

“Que logremos quitar un muro de un barrio del Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap) para el Estado es simbólico, y que en un municipio de Cambiemos haya un muro entre quienes están integrados al distrito y quienes están excluidos expresa las antípodas en las que estamos”, destacó Carpinetti.

María Martínez tiene 33 años y hace 32 que vive en el barrio. Encargada del único merendero del lugar, Los Peques, celebra la resolución por la que se quitará el muro pero descree de su cumplimiento. “Sería una buena noticia. Pero no creo que cumplan. Ya lo podrían haber sacado, por qué tienen que seguir esperando”, se preguntó. Y contó que esa construcción se tradujo en “muchas complicaciones: las cloacas se tapan, cuando llueve se inunda, cuando hay incendios los que estamos cerca del muro no podemos escapar”.

De hecho, en el último tiempo hubo dos incendios. El más reciente, cuando un vecino olvidó una olla al fuego y se fue a dormir. “Lo tuvieron que apagar los vecinos. Las mangueras de los bomberos no llegan hasta el medio del barrio; antes entraban por donde estaba el muro, que era un tramo más corto”, comparó la mujer. Y agregó que, en el marco de la pandemia, el cierre de una de las dos salidas del barrio implicó menos posibilidad de cumplir con el aislamiento y el distanciamiento para prevenir contagios de coronavirus. Entre los pasillos del Barrio Gándara ya hubo dos fallecimientos por esa enfermedad. “En familias que estaban en el pasillo por donde salimos todos”, alertó María.

“El muro apareció como obra del Municipio supuestamente para que no se tome esa zona de obra que hay ahí, pero vemos que no es sólo por eso sino como parte de una política municipal de esconder barrios populares”, sostuvo el concejal Joaquín Noya. Y graficó que “como muestra de esta política, el Municipio en el presupuesto 2021 destina 30 millones de pesos a urbanización y 67 a arreglar oficinas de funcionarios. Nos parece que son fotos de una misma película sobre cómo el Municipio quiere esconder barrios cuando podría tener una política de urbanización, ya que no son un gran porcentaje de la población de Vicente López y hay recursos”.