En las próximas semanas, entre mayo y junio, instituciones españolas y alemanas premian al presidente electo Javier Milei, simulador dedicado a la divulgación editorial, como si se tratara de una nueva figura intelectual de la derecha global. Un capitalismo de doble rostro, simultáneamente, despiadado y care, elije sus figuras en nombre de la hiperpersonalización de la vida.

Los discursos de la impostura crecen apoyados por el metaverso de las inteligencias artificiales generativas. En una nueva economía de las relaciones monitoreadas por técnicas que fabrican conductas, festejan los populistas conservadores europeos de cuño neoliberal sus premios a la nueva figura.

El anuncio del Premio “Juan de Mariana” 2024, fue realizado en la red social X, por Alberto Benegas Lynch: “Anuncio con gran placer que Javier Milei recibirá el Premio 2024, por el Instituto Juan de Mariana, que se le entregará en Madrid el 21 de junio”. ¿Por qué el conservadurismo populista neoliberal necesita convertir al presidente argentino en un decisivo operador del “think tank” de la libertad?

En su posteo, Benegas Lynch recordó que ese mismo premio fue recibido por el jurista Antonio Escohotado; el escritor Mario Vargas Llosa; los economistas Anthony de Jasay, Jesús Huerta de Soto, Carlos Rodríguez Braun y Miguel Anxo Bastos. Los intelectuales, escritores y economistas enunciados, con posiciones diversas y opuestas entre sí, gozan de una obra tan discutible como sólida.

En cambio, el presidente argentino se encuentra flojo de papeles e impugnado por lo que dice haber producido en sus textos. Benegas Lynch dice que el “segundo premio que le van a entregar a Milei, no menos importante, es el que otorga la ‘Sociedad Hayek’ alemana, que corresponde a la medalla Friederich von Hayek –premio nobel de Economía– que se otorga en Hamburgo el próximo 22 de junio, por la lucha de la causa de la libertad, que es la batalla que ha presentado Milei en el plano académico y ahora en el plano político”.

¿Por qué el conservadurismo populista neoliberal necesita convertir al político argentino en un académico?

Think tank por la libertad

En su página web, el Instituto Juan de Mariana (IJM), se presenta como “un ‘think tank’ por la libertad”, que tiene el objetivo de “investigar asuntos públicos y convertirse en un punto de referencia en el debate de las ideas y de las políticas públicas, con la vista puesta en una sociedad libre”. La institución tiene sede en Madrid y cuenta con “planes de formación multidisciplinar” para “esfuerzos divulgativos y de análisis de la actualidad”.

Manuel Lamas, el director de la fundación, aseguró que la elección del galardonado se realiza gracias a “un jurado conformado por los anteriores premiados” y “más de dos miembros de la dirección del Instituto”. “La entrega del Premio Juan de Mariana se lleva a cabo desde hace dieciocho años durante la ‘Cena de la Libertad’, en la que tuvimos el gusto de contar con tu participación el año pasado cuando le entregamos el premio al Profesor Miguel Anxo Bastos”, recordaron en la misiva enviada a Milei.

En este sentido, desde el Instituto informaron que se trata de una velada que “año tras año reúne a liberales de toda España e Iberoamérica” y es el cierre de los reconocimientos a los libertarios liberales latinoamericanos.

La Sociedad Hayek alemana, que otorga la medalla al mérito al mandatario argentino, tiene una larga resonancia en políticas públicas en nuestras tierras.

Friedrich von Hayek, premio Nobel de 1974, compartido con Gunnar Myrdal, por sus trabajos en el campo de la teoría monetaria, las fluctuaciones económicas y los análisis de la interdependencia de la economía, la sociedad y las instituciones, exponente de la llamada Escuela Austríaca –discípulo predilecto de Friedrich von Wieser y Ludwig von Mises– conocido por su defensa de un liberalismo capaz de fabricar utopías y por sus críticas tanto a la economía planificada como al socialismo.

Friedrich von Hayek sostiene en Camino de servidumbre (1944), que tanto la economía planificada como el socialismo, constituyen un peligro para la libertad individual, porque conducen a su juicio, a modos de totalitarismo sin reservas. Diversas fuentes sostienen que defendió dictaduras en el Cono sur como vehículo para instaurar medidas neoliberales. ¿Por qué el conservadurismo populista neoliberal actual necesita negar un pasado que condujo a dictaduras implacables en nuestra tierra?

Foto: Prensa Diputados

Utopía conservadora

Friedrich von Hayek se convirtió, tanto en Inglaterra para Margaret Thatcher y Nigel Lawson como en Argentina para Arturo Frondizi y Álvaro Alsogaray en lectura de cabecera para el liderazgo político y económico.

Hayek retorna como “héroe intelectual presente” Milei, nacido a la política del espectáculo mediático y de las redes sociales, como competencia y competición del mercado de votos –quien acentúa en su discurso de barricada, la figura del “león” como símbolo de fuerza y asimetría, frente a los poderes Legislativos y Judiciales del Estado.

Sintetiza un oxímoron el presidente electo, al desear formar parte simultáneamente, de una utopía conservadora neoliberal y de un individualismo emprendedor asociativo, ambas lógicas sostenidas en principios o frases de von Hayek. Ideas que jugaron un papel decisivo durante el gobierno de Margaret Thatcher y sus efectos en la región.

Al respecto von Hayek dijo que “la libertad de elección debe ser más practicada en el mercado que en las urnas, la libre elección puede al menos existir bajo un régimen de dictadura, pero no bajo una democracia sin límites o que no pueda limitarse”. Aquí radica uno de los principios del mentor intelectual más citado por Milei, desde los programas televisivos, a las conferencias públicas y privadas.

Un gobierno de la frustración y del resentimiento distributivo como el de Javier Milei, transfiere fondos del sector público a un concentrado sector privado, sostenido mayoritariamente por votantes jóvenes del interior del país federal, afectos a inteligencias artificiales generativas.

Es al fin el resultado de la crisis de las prácticas del gobierno durante la pandemia, llevadas adelante por la alianza progresista plena de desaciertos políticos. Milei resulta claro en sus consignas a las que considera constructivas, aunque sus efectos revelen lo contrario.

Frente a un país de una cultura de la negación del pasado y de un cambio postulado a cualquier precio, triunfa la consigna: ¡Thatcher, Libre Mercado y Democracia limitada! Un negacionismo de la memoria ha crecido entre nosotros, para pensar un borramiento del pasado neoliberal. ¿Por qué el conservadurismo populista neoliberal actual necesita negar un pasado que supo decir “la libre elección puede al menos existir bajo un régimen de dictadura”?

Partido de la vida

La racionalidad neoliberal corresponde a una profunda ruptura del liberalismo clásico. El llamado “partido de la vida” por von Hayek, neutraliza cualquier idea de conflicto político de clases, en tanto prevalece el mercado o el auto-gobierno del mercado sobre la lógica de los partidos de clases, porque el Estado deja de ser el actor principal de las prácticas políticas.

Ludwig von Mises, maestro de von Hayek, en su libro Lección humana. Tratado de Economía (1949), enseña que la economía no se ocupa de cosas tangibles y de objetos materiales, se interesa en la trazabilidad de los comportamientos y en la producción de conductas, en la fabricación de los afectos y efectos que obran en hombres y mujeres, y de las tendencias de sus intenciones y acciones.

Entre el hambre y el cierre de instituciones, entre el desfinanciamiento y la derogación de leyes laborales de larga tradición, la llamada “nueva derecha”, conservadora, neoliberal y populista, se presenta como una “revolución conservadora” con aspiraciones de refundar la Nación.

¿Esperábamos esta lógica política? ¿Vimos venir esta llamada “revolución conservadora”? Todos los datos históricos de los errores del progresismo indican que así sería. ¿Es ajeno el progresismo al fenómeno Milei? Parece que no. Preparó la trazabilidad de sus intereses y de los sectores concentrados de la economía. Una formidable transferencia de recursos ya se produjo entre el sector público y el privado. Una historia neoliberal, muy conocida en nuestra tierra retorna como farsa, bajo el espejo deformante de la historia.

Javier Milei, su líder, ocupa el lugar deseado de bufón del poder con su cetro de asesores caninos. ¿Por qué el conservadurismo populista neoliberal actual necesita de transferencias del sector público al sector privado poniendo en crisis cualquier financiamiento y cultura del Estado?

Thriller tragicómico

Juan Luis González abordó un doblez de Javier Milei en su libro El loco (2023). Libro que desea ser una radiografía de la nueva derecha y de sus maneras de gobernanza de la crisis. González investiga a la nueva derecha populista neoliberal y a su exponente más ilustre desde 2021. 

El loco es una biografía pública y privada del fenómeno de la política argentina del “conservadurismo neoliberal”, que guarda tantos secretos como su líder. El loco también es algo más, se presenta como la radiografía de una sociedad aterrorizada, sola, agobiada por sucesivas derrotas y crisis, por pérdidas económicas y laborales sin fin, fantasmas de corrupción sin precedentes y traiciones internas de la coalición progresista gobernante. Javier Milei es, apenas, el mejor bufón, montado sobre la ilusión de una “nueva política”.  

Al correr los meses de las entrevistas, de los encuentros off the record, de seguir facturas, sellos y papeleríos en torno al liderazgo de Milei, González descubrió que el ensayo de investigación dejaba de pertenecer al “campo con ribetes académicos”, para convertirse en un “thriller tragicómico”, a medio camino entre los “policiales negros” de Raymond Chandler y La conjura de los necios de John Kennedy Toole.

El ensayo pivota sobre los secretos místicos de Milei, integrados a una voluntad política mesiánica –con ribetes destructivos y apocalipticos–, y expone al desnudo la primera revelación que obligó a cambiar los planes de campaña y a entregarse a un “destino” anunciado por Dios. Las narraciones tocan la distopía del propio autor alucinado de la novela-diario Exégesisde Philip Dick. ¿Por qué el conservadurismo populista neoliberal actual necesita de una voluntad mesiánica?

Milei junto a su par paraguayo, Santiago Peña.

La misión de ser presidente

Las tres veces que Milei “vio” la resurrección de Cristo, la muerte de su “perro hijo” Conan, a quien oculta hace años, los clones del can que mandó a hacer a pedido –hoy mastines con privilegios en La Quinta de Olivos–, sus charlas con el animal muerto a través de una médium y de su hermana telépata, las conversaciones con seres muertos y con “el número Uno” –como llama a Dios, el que le encargó “la misión” de ser presidente– son un conjunto de conductas que pivotan entre mesianismo y negacionismo, entre apocalipsis y delirio.

La investigación se topó con la trama espuria de un movimiento que vende sus cargos, que entabla relaciones con barrabravas involucrados en casos de asesinatos, que plagó sus filas políticas con miembros de larga data dentro del Estado con condenas por corrupción, que recibió ayudas técnicas, logísticas y monetarias del peronismo –movimiento al que dice combatir– y que amenazó a todos los que quisieron abrir la boca, como le pasó a una de sus propias legisladoras.

Comenzó a ascender en el interés público, cuando a una de las personas más adineradas del país, perteneciente a la familia Benegas Lynch, linaje de la ultraderecha golpista argentina, se le ocurrió crear y financiar –para cuidar sus propios intereses– a un “fenómeno mediático”, que luego se llamó “El león Milei”, recientemente doctorado honoris causa porlaEscuela Superior de Economía y Administración de Empresas (ESEADE; 2022), del propio grupo Benegas Lynch.

El bufón de las fuerzas del poder espectral y profético, mesiánico y apocalíptico, dispuesto a perpetuar su traición sin precedentes, es hoy Doctor honoris causa por una dudosa institución. Su deseo es el de refundar una nación sin acceso a ninguna condición que iguale, aunque con una irrisoria libertad declamada.

Trata con los muertos idos, para orientar a los vivos. Trasciende cualquier ley pactada por lo común, por efectos de una monomanía del poder del Uno. Resulta inmune a los colectivismos bajo la arrogancia del “Yo soberano”, como si tributara un derecho propio más cercano a su capricho que al derecho común. No parecen afectarlo ni grandes movimientos simbólicos ni rituales políticos de pasaje, como el 8M, el 24M y el 23A como transformaciones simbólicas de inclusión, testimonio y ascenso social fabricadas por los colectivismos, que confieren derechos y obligaciones al común; ni tampoco parecen tener relevancia los paros generales convocados por distintos sectores sindicales.

Los gestos del fanático abonan sangre a la sangre y violencia a la violencia, sin neutralidad ni convivialidad, sin vecindad ni composición salvo la valoración hiperpersonal de la vida. ¿Por qué el conservadurismo populista neoliberal actual necesita un partidario de una dictadura liberal?

Linaje conservador

La familia Benegas Lynch viene de una larga tradición “liberal conservadora”. El abuelo Benegas Lynch, fue uno de los promotores de la llegada de esta ideología al país. Tras más de una década de estudios en 1957, Alberto Benegas Lynch creó el Centro de Estudios sobre la Libertad, desde donde convocó a dar una conferencia a dos economistas referentes de la Escuela Austríaca, Ludwig von Mises y Friedrich von Hayek, este último partidario de una dictadura liberal y defensor de dictaduras como la de Augusto Pinochet en Chile.

En nuestro país, Alberto Benegas Lynch no estuvo nunca exento y siempre orgulloso del apoyo explícito a las dictaduras militares. Así se explica en el libro De la refundación al ocaso: los intelectuales liberal-conservadores ante la última dictadura (2015) de Vicente Martín, donde narra el apoyo del mayor de los Benegas Lynch a la auto-denominada “Revolución Libertadora”, que derrocó y proscribió a Perón en 1955 y le dio al economista un puesto en la embajada en Estados Unidos.

Años más tarde apoya, junto a José Martínez de Hoz y Álvaro Alsogaray, la dictadura de Rafael Videla y la Junta Militar en 1976. Alberto Benegas Lynch (hijo ), destacó, en diversas entrevistas en el diario La Nación, la influencia de su padre en su ideología. “Si no hubiera sido por mi padre, seguramente, no sé si hubiese sido troskista, pero al menos keynesiano”. “Solo debido a la inmensa paciencia y perseverancia de mi padre, que me mostró otros lados de la biblioteca, pude zafar de los climas habituales del estatismo en sus diversas variantes”.

El menor de la familia, conocido como “Bertie” Benegas Lynch, trabajó diez años en el Banco Santander y doce como director general de “Universia Argentina”, hasta que decidió involucrarse en política de la mano de Javier Milei.

Su candidatura a diputado nacional no generó gran sorpresa dado el vínculo cercano que tiene el titular de La Libertad Avanza con su padre. En la historia familiar de los Benegas Lynch también hubo otras realidades, y es que, si se indaga a fondo, se puede ver cómo comparten genealogía con el revolucionario comunista Ernesto “Che” Guevara.

Un dato de color es que, al explicar su parentesco con el guerrillero foquista, el padre del actual diputado, reveló que sus padres son primos hermanos. “En mi familia se ha hablado bastante del Che, ya que mi padre era primo hermano del suyo. El abuelo del ‘sujeto de marras’ era una persona excelente, Roberto Guevara, casado con Anita Lynch, hermana de mi abuela materna.

En tren de genealogía, consigno que soy más Lynch que Benegas, dado que tanto mi padre como mi madre descienden de dos de los hijos de Patricio Lynch, de quien desciende también el Che”. Alberto Benegas Lynch, el “prócer” de Milei, tiene 83 años, es doctor en Economía y Ciencias de la Dirección, miembro del Consejo Académico del Institute for Economic Affairs de Londres y está vinculado a diversos “think tanks” liberales de Argentina.

Su relación con el líder de La Libertad Avanza viene de hace “muchos años”. El primer encuentro se dio cuando el auto-denominado economista “anticasta” lo invitó a almorzar a un bar de Recoleta. “En esa reunión me impresionó su capacidad didáctica, de síntesis, su afabilidad y cordialidad”, recordó Milei años más tarde.

Entrevistado por La Nación, Benegas Lynch (h), comparó a Javier Milei con Álvaro Alsogaray, un militar, economista y funcionario de la dictadura de 1955, luego designado embajador en Estados Unidos tras el golpe de 1966 y una importante figura en los gobiernos de Arturo Frondizi (1958-1962) y José María Guido (1962-1963). Alsogaray fue también muy cuestionado por su defensa del genocidio perpretrado por las Fuerzas Armadas en los años ’70.

Alberto Benegas Lynch (h) fue una pieza clave en el acercamiento entre Mauricio Macri, expresidente argentino –de quien se mostró altamente crítico por considerar su política como una “catástrofe” poco liberal– y Javier Milei –a quien considera un futuro providencial neoliberal– por ello coordinó tres encuentros “cordiales y agradables”, vía la plataforma zoom, entre ambos dirigentes.

A la familia de próceres del “liberalismo conservador”, Milei culmina igualándola con la influencer Lilia Lemoine, diputada nacional electa por La Libertad Avanza, de 43 años, it girl –frase que puede aplicarse a una joven que posee atractivo e influencia–, activista libertaria y cosplayer –especialista en la interpretación de roles.

¿Divulgación o Plagio?

Tras la polémica por la presentación del nuevo libro de Javier Milei en la Feria del Libro y su subsiguiente cancelación, se confirmó la nueva fecha y lugar donde el Presidente compartirá el lanzamiento de Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica (2024). La presentación de la obra que fue editada por Planeta, se llevará a cabo en el teatro Luna Park de la ciudad de Buenos Aires el próximo 22 de mayo, según confirmó el propio Milei al repostear una publicación en la red social X.

El presidente electo prefiere el territorio del pugilato antes que el de los críticos de libros. No parecen sus textos lejanos a la divulgación periodística, aunque sin investigación personal. Aunque su concepción de divulgación en nuestro medio ha sido vista como plagio.

“Desde Ludwig von Mises hasta Murray Rothbard, pasando por Friedrich von Hayek o Walter Block, Javier Milei los plagió a todos”, describió el usuario Marcus Tullius en la plataforma Medium. Allí detalla los párrafos completos que Milei reproduce en sus columnas de opinión, tomando “palabra por palabra” frases de los autores austríacos sin citarlos y atribuyéndoselas como propias. 

Entre los libros de su propia autoría o en colaboración reconoce:

Un marco teórico para el análisis del sector eléctrico argentino (1997); 

Regulación por tasa de retorno y valor de mercado: interpretando la lógica económica de los reclamos que enfrenta Argentina ante el CIADI (2007);

Lecturas de economía en tiempos del kirchnerismo (2014); 

Política económica contrarreloj: síntomas, diagnóstico y medidas para salir del cepo y volver a crecer (2014); 

El retorno al sendero de la decadencia argentina (2015); 

Maquinita, infleta y devaluta: Ensayos de economía monetaria para el caso argentino (2016); 

Otra vez sopa: maquinita, infleta y devaluta (2017); 

Desenmascarando la mentira keynesiana: Keynes, Friedman y el triunfo de la Escuela Austriaca (2018); 

Libertad, libertad, libertad: Para romper las cadenas que no nos dejan crecer (2019); 

Pandenomics. La economía que viene en tiempos de megarrecesión, inflación y crisis global (2020); 

El camino del libertario (2022);

El fin de la inflación (2023).

En todos ellos sobran dudas sobre la procedencia de las referencias, las posiciones críticas y la deshaderencia reflexiva. Nunca parecen el resultado de estudios económicos científicos o de ensayos críticos de opinión. Menos aún se presentan como tratados económicos o políticos, aunque sacan partido de una engarzada “marroquinería” polémica aprendida en los medios y redes. ¿Divulgador o Intelectual?

Para la prensa argentina, Javier Milei se encuentra desde hace unos años en el centro de la controversia por su libro Pandenomics. Ramiro Vasena, dirigente liberal, acusó a Milei de plagiar páginas enteras de diversos autores, incluyendo a Salvador Galindo Uribarri, un físico mexicano formado en la Universidad de Oxford.

Estas acusaciones no solo ponen en duda la originalidad de la llamada “obra de Milei como autor o en colaboración”, sino que también cuestionan su ética profesional, al ser acusado de comercializar un libro con contenido plagiado. La investigación original fue publicada por la Revista Noticias, donde se daban ejemplos textuales.

En el diario Página 12 se reconoce como un divulgador y no como un intelectual. Tras ser acusado por plagio, el economista ultraliberal, no muestra arrepentimiento ni tampoco niega haber copiado a otros, sino que se define como un “divulgador”. 

Después de que se revelara que “gran parte de las columnas que Javier Milei publicó en el diario El Cronista son un plagio a los principales autores de la Escuela Austríaca de Economía, Milei atacó a todos como autodefensa: “Solo muestra lo nerviosos que están los muchachos de la casta política por el avance de La Libertad Avanza”.

“Dado que todo está en la lógica de los parámetros de la divulgación, en el plano de la divulgación, la acusación no tiene sentido”, se defendió Milei ante la consulta del diario La Nación y volvió reiterar una frase que usó como eslogan de campaña: “Solo muestra lo nerviosos que están…”. 

La denuncia pública de Vasena, presentada en su momento ante la Justicia electoral, incluye no solo el presunto plagio en Pandenomics, sino también acusaciones de copiar frases para spots de campaña y otros escritos de su obra. Según la denuncia, Milei habría copiado contenido de autores contemporáneos sin atribuir crédito, lo que constituye una violación de los derechos de autor.

Roberto Cachanovsky, reconocido economista, también se cuenta entre los afectados por las prácticas de plagio de Milei, específicamente por la omisión de citar fuentes, por el copiar y pegar textos. El director del sitio web Economía Para Todos (EPT), expresó que Milei incurrió en plagio tanto en sus libros, como autor o co-autor, como en sus escritos para medios de comunicación. 

Cachanovsky refutó las afirmaciones de que las fuentes no son citadas en las notas, calificándolas de completamente erróneas. Destacó el caso particular de una copia flagrante de segmentos de la introducción de su libro “4.000 años de controles de precios y salarios” en la obra Pandenomics de Milei. “Milei recurre sistemáticamente a la falsedad”, afirmó Cachanovsky.

En relación con las ganancias derivadas de la publicación de libros, Cachanovsky comentó: “Milei afirma vivir de sus publicaciones, pero cualquiera con experiencia en la publicación de libros sabe que, a menos que uno viva en la indigencia, los derechos de autor apenas representan una pequeña suma en Argentina. He publicado tres libros exitosos y conozco bien esta realidad. Lo mismo les sucede a otros autores de renombre”.

Últimamente, la editorial Planeta debió retirar de las librerías el libro El camino del libertario, ya que mentía, en principio en la solapa, indicando que su título de grado provenía de la UBA y que contaba con un posgrado de la Universidad de California.

La UBA, que acaba de negociar presupuesto aparte del sistema universitario nacional, canjeado por votos de diputados radicales (y se verá si también senadores) a la Ley Bases, informó sobre la falsedad de la adjudicación de título. La Universidad de California hizo lo propio. Curioso deseo inconfesado de un presidente que insulta a las universidades públicas y las ataca vaciándolas de presupuesto, deseoso de títulos que no posee y de premios que engrosen su magro currículum intelectual.   

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El autor es ensayista, filósofo, editor, curador, realizador audiovisual. Posdoctor en Filosofía y Letras, Universidade de São Paulo (USP-FAPESP), 2002; Doctor en Filosofía y Letras, Universidade de São Paulo (USP), 2001; Doctor en Sociología, Instituto de Ciencias Sociales y Políticas de la Academia Nacional de Ciencias en cooperación con la Universidad de Munich (UB-ANCBA-LMU), 1994. Profesor Titular regular e investigador UBA, UNLP y UNDAV. Autor de Gilles Deleuze. Una filosofía de lo ilimitado en la naturaleza singular (2011, 2014); Gilles Deleuze. Anomalías. Interferencias. Querellas (2022, Edición digital); Antibiografía. Declaraciones impropias (2022), Negacionismo. Naufragio de la memoria (2023), entre otros. Como integrante del grupo Tierra en Trance realizó el film Llavallol (2007) que recibió el primer premio de la competencia internacional, sección Cine del Futuro, en el X Festival de Cine Independiente de Buenos Aires (BAFICI, 2008).