El episodio que detonó la ruptura tuvo lugar en el Leader Bank Pavilion de Boston (EE.UU.), el viernes pasado, y dejó perpleja a la audiencia. Durante la interpretación de la canción «Ocean Size», Perry Farrell golpeó al guitarrista de la banda, Dave Navarro, lo insultó e intentó pegarle una trompada. El incidente generó una atmósfera de desconcierto entre los asistentes, que vieron cómo miembros del equipo técnico tuvieron que intervenir para retirar a Farrell del escenario.
El show de Jane’s Addiction fue ser suspendido de inmediato y el próxima show del emblemático grupo de Los Ángeles, también. El futuro de la gira pendía de un hilo hasta que un comunicado emitido este lunes por Dave Navarro, Stephen Perkins y Eric Avery -el resto de la banda- confirmo que ese hilo se cortó.
«Debido a un patrón continuo de comportamiento y a las dificultades de salud mental de nuestro cantante Perry Farrell, hemos llegado a la conclusión de que no tenemos más remedio que interrumpir la gira actual por EE. UU.
Nuestra preocupación por su salud y seguridad personal, así como la nuestra, no nos ha dejado alternativa. Esperamos que encuentre la ayuda que necesita.
Lamentamos profundamente no poder llegar a todos nuestros fans que ya han comprado entradas. No podemos ver ninguna solución que garantice un ambiente seguro en el escenario o nos permita de manera fiable realizar una gran actuación nocturna.
Nuestros corazones están rotos.
Dave, Eric y Stephen.»
Jane’s Addiction había lanzado «Imminent Redemption», primer tema con la formación original en más de 34 años. Y se disponía a concretar un tour global. Por el momento, el sueño terminó.