El gobierno de la provincia de Santa Cruz que conduce Claudio Vidal alcanzó esta semana un acuerdo con la empresa YPF para disponer de los yacimientos convencionales ubicados sobre la franja norte del territorio provincial. En un mano a mano con Tiempo, el ministro de Energía de la provincia, Jaime Álvarez le dio marco al convenio, que ocurre a la par de las negociaciones en el Congreso por la ley ómnibus y el DNU 70/23.
“La producción petrolera, fundamentalmente, en el flanco norte de Santa Cruz viene decayendo en los últimos años. YPF ha alcanzado en el año 1997 producciones de hasta un 1.100.000 metros cúbicos de petróleo por mes y eso ha disminuido a valores de casi 200.000 metros cúbicos por mes, con lo cual la merma en la producción es importante”.
“Esto ha crecido en el año 2014, 2015 con el inicio de lo que es la formación Vaca Muerta en otra zona del país. Se trata de un sector que para las grandes empresas que trabajan en la Argentina es más rentable con una mejor tasa interna de retorno en la producción de petróleo no convencional”. En paralelo, Álvarez comentó: “Como consecuencia, las inversiones convencionales en Santa Cruz y otras provincias han mermado su producción de hidrocarburos».
–Este pedido de Santa Cruz no era nuevo. Fue realizado por separado y en conjunto, desde hace muchos años las provincias petroleras.
-Sí, de hecho, fue planteado hace unos días atrás en la reunión de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (OFEPHI), así como también en el documento de gobernadores. La cuestión es el traspaso de área para que exista una posibilidad de que trabajen empresas más pequeñas, mejor posicionadas y con menos costos fijos, a las que les resulta viable operar en cuencas convencionales maduras. Esto a nosotros nos va a beneficiar con mayor inversión y perforaciones, mantenimiento de la producción o que el decline sea menor.
–Ahora que se logró este acuerdo, ¿cómo se va a aplicar, de dónde vendrán las inversiones?
-Ahora ha comenzado un proceso de transición, a partir del cual se reunirán los equipos técnicos del gobierno provincial con los de YPF para analizar área por área. En un par de semanas comienza el trabajo en comisión de ambos equipos. Santa Cruz seguramente va a ser la primera en trabajar en este esquema. Las provincias hidrocarburíferas del país trabajarán de forma similar tratando de emigrar a empresas más especializadas, nacionales, con la posibilidad de inversión de fondos internacionales, con fuerte esquema de empresas regionales.
–¿Qué opina sobre la intención del gobierno de Milei de privatizar YPF?
-Hay que ver si esa es la intención. Por las medidas que se están tomando creo que YPF va a optimizar los recursos económicos y maximizar sus beneficios. Es la sociedad anónima mas grande del país, hay que ver si se va a privatizar u optimizar recursos como se está comenzando con Santa Cruz, seguramente continuará con otras provincias.
–¿Qué piensa sobre el debate por los subsidios a la energía?
-Es un tema que fundamentalmente preocupa a las provincias patagónicas, sobre todo lo que tiene que ver con gas nos impacta muy fuertemente. Los inviernos son más crudos, tenemos un verano en los que estamos con diez o doce grados de temperatura promedio, la calefacción es una cuestión de todo el año. Habrá que sentarse a discutir con todas las provincias patagónicas, realizar una propuesta al gobierno nacional para el mantenimiento o una compensación en lo que hace más que nada a la calefacción.
–¿Cuánto puede aguantar la población patagónica con la presión impositiva que viene creciendo y parece no tener techo?
-Hay que ver cuál va a ser el esquema que va a quedar imperante a nivel nacional tanto con retenciones, valor del barril, valor del metro cúbico de gas, son cuestiones que tenemos que ver. Todo depende de la continuidad del DNU y de la aprobación de la ley ómnibus en el Congreso porque no solamente es el valor de boca de pozo, el transporte, los servicios, los valores de los subsidios. Se viene un invierno muy difícil y complejo a nivel nacional y para las provincias patagónicas más todavía.