«En caso de que la policía esté leyendo mis notificaciones, existe la tradición de celebrar el aniversario de la Batalla de Hogwarts. No me he embarcado en una ola de asesinatos», bromeó la famosa autora de Harry Potter en Twitter. El comentario se relacionaba con su pedido de disculpas por la muerte de su personaje Severus Sanpe durante la Batalla de Hogwarts que se consigna en el séptimo libro de la voluminosa saga del niño mago 

“La autora –informa ABC cultural- acostumbra a pedir perdón por el fallecimiento de alguno de sus personajes cada 2 de mayo, cuando se «conmemora» la batalla ocurrida ese día de 1998, según el libro «Harry Potter y las Reliquias de la Muerte».
.»Bien, aquí va. Por favor, no empiecen guerras sobre el asunto, pero este año me gustaría disculparme por matar a (susurros)… Snape (se pone a cubierto)», dice uno de los tuits.

Durante los tres primeros libros de la serie, Snape es conocido, sobre todo, por ser el profesor de Pociones, alguien poco de fiar y odiado por Harry y sus amigos, pero en las siguientes obras el personaje evoluciona y muestra una mayor complejidad.

En 2015, J. K Rowling, de 51 años, se disculpó por la muerte en la batalla ficticia de Fred Weasley, uno de los gemelos Weasley, y en 2016 expresó remordimiento por el fallecimiento del hombre lobo Lupin, que acababa de convertirse en padre de Teddy. 

Snape fue interpretado en las películas de Harry Potter por el actor británico Alan Rickman, que falleció de cáncer el 14 de enero del año pasado. O bien a Rowling le cuesta distinguir entre ficción y realidad o tiene clarísimas las estrategias de marketing. De esta forma, sus personajes adquieren un carácter casi real y tienen más posibilidades de incorporarse a la vida de los lectores. Afortunadamente, los crímenes que se perpetran en los libros o en los sueños no tienen condena en la vida real aunque J.K.Rowling sienta remordimientos.