La Organización de Naciones Unidas y el organismo de control antiasentamientos Peace Now denunciaron este miércoles que Israel aprobó la mayor confiscación de tierras en Ramala, Cisjordania ocupada, en más de tres décadas.
La ocupación ha clasificado los campamentos adyacentes del noroeste de Ramallah como “tierras estatales”, por lo que los palestinos no pueden ser propietarios de ellas y sólo pueden ser arrendadas a israelíes.
Por otra parte, la ONU aseveró que lleva años intentando detener la colonización ilegal de los territorios ocupados por Israel, y advirtió que esas actitudes complejizan las posibilidades de resolver el conflicto.
Según medios de prensa, la ocupación israelí, pese a la crítica y el rechazo internacional, tiene intención de construir 5.300 unidades coloniales en la ocupada Cisjordania.
En ese sentido, el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, expresó «desarrollamos el colonialismo y frustramos la amenaza de establecer un Estado palestino».
Smotrich prometió que por cada nuevo reconocimiento internacional del Estado de Palestina construirá una nueva colonia.