Ante un cúmulo de nubes amenazante donde parecía que una lluvia torrencial podía desatarse en cualquier momento y entorpecer la velada, el sábado por la noche en el Estadio de Vélez se vivió una verdadera fiesta del metal de la mano de la banda británica Iron Maiden. El grupo liderado por el bajista Steve Harris llegó en el marco del “Legacy Of The Beast Tour” («El legado de la bestia Tour»).
La gira propone un repaso de temas clásicos de Iron Maiden, agrupados por tres sets temáticos diferentes: la guerra, la religión y el infierno. Pasadas la 21 comenzó uno de los shows más potentes que se puedan ver hoy en vivo, ante un estadio exultante y repleto de fans, la mayoría luciendo las icónicas remeras de la banda. El concierto arrancó con “Aces High”, que comienza con el audio de un fragmento del discurso emblemático pronunciado en 1940 por el Primer Ministro Británico Winston Churchill, en el que Gran Bretaña le declara la guerra a Alemania. Mientras el tema empezaba a sonar sobre el escenario sobrevolaba un avión de guerra británico y Bruce Dickinson, vocalista y frontman comenzaba a entonar la canción caracterizado con un gorro de aviador.
Luego continuó con el tema “Where Eagles Dare”, perteneciente al tercer disco “Piece of Mind” (1983) y “The Clansman”, donde Dickinson se permitió hacer una breve intro refiriéndose a la libertad y lo que para cada uno representa. Tampoco faltaron los clásicos como «TheTrooper”, donde un Eddie gigante recorrió el escenario; y “Fear Of the Dark”, en la que Dickinson cantó caracterizado con una máscara.
Pasan los años y Iron Maiden sigue sonando como una máquina impiadosa. Nicko McBrain en la batería, el inconfundible estilo de Harris en el bajo, y las guitarras de Adrian Smith, Dave Murray y Janick Gers son una marca registrada. A todo eso se suma la voz inquebrantable de Bruce Dickinson, que es un verdadero emblema del género.
“The Number of the Beast” y “Iron Maiden” fueron dos de los temas que formaron parte del set del infierno, y en este último es donde Eddie volvió a aparecer, esta vez desde la pantalla y con cuernos y ojos rojos. Los tres bises finales que coronaron la noche fueron «The Evil That Men Do”, “Hallowed Be The Name” y “Run to the Hills”
Fueron dos horas de show que confirmaron la vigencia de una banda que sigue eludiendo el calendario. El día anterior el Congreso de la Nación le había entregado a la banda una distinción como “visitantes de honor”. La relación entre Iron Maiden y la Argentina parece más fuerte que nunca.
-Iron Maiden en el estadio de Vélez Sarsfield. Sábado 12 de octubre.