Irán aseguró este viernes que está actuando con «moderación» frente al movimiento de protesta que estalló hace casi tres meses en el país por la muerte de Mahsa Amini, en respuesta al rechazo de varios países occidentales a la condena a muerte y posterior ejecución de un manifestante de 23 años. «Irán hizo gala de la mayor moderación», se defendió el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado en respuesta a los repudios generados tras la ejecución de Mohsen Shekari, de 23 años.
«Al contrario que numerosos regímenes occidentales que reprimen violentamente incluso las manifestaciones pacíficas, Irán utilizó métodos antidisturbios moderados», agregó la cartera que denunció «agresiones armadas» y «actos de vandalismo». En ese sentido, subrayó que la seguridad pública es una «línea roja», según recogió la agencia de noticias AFP.
Irán vive una ola de protestas tras la muerte el 16 de septiembre de Amini, una kurda iraní de 22 años fallecida tras ser arrestada por la policía de la moral por vulnerar el código de vestimenta, que obliga a las mujeres a llevar velo. Las autoridades, que tildan el movimiento de «disturbios», informaron que más de 300 personas fallecieron en las protestas y detuvieron a miles de ciudadanos, 11 de los cuales fueron condenados a muerte.
Pena de muerte
Por primera vez, un hombre de 23 años condenado a la pena capital por su implicación en las manifestaciones fue ahorcado este jueves, lo que despertó indignación en el extranjero. Estados Unidos, Francia y Alemania repudiaron el hecho, mientras que la ONG Human Right Watch instó al mundo a reaccionar fuertemente para evitar que se realicen «ejecuciones diarias».
Por su parte, la ONU advirtió hoy que la ejecución de Mohsen Shekari, de 23 años, tuvo la finalidad de atemorizar a los otros participantes de las protestas. «Claramente, esto tiene el propósito de crear temor para el resto de los manifestantes», sostuvo el alto comisionado para los derechos humanos de la ONU, Volker Türk, en una conferencia de prensa en Ginebra.
Human Right Watch también resaltó que Shekari fue «sentenciado a muerte en una farsa judicial sin un debido proceso». La agencia de noticias del Poder Judicial iraní informó que «un alborotador» que bloqueó una avenida de Teherán el 25 de septiembre e hirió con un machete a un miembro de la fuerza paramilitar Basij, «fue ejecutado el jueves».
El veredicto preliminar del caso fue emitido el 1° de noviembre por el tribunal revolucionario de Teherán, y la Corte Suprema rechazó un recurso el 20 de noviembre, llevando a la ejecución de la pena, informó la agencia de noticias judicial Mizan Online.
La autoridad judicial aseguró que Shekari se reconoció culpable de haberse peleado y de haber desenfundado «su arma con la intención de matar, de provocar terror y de perturbar el orden y la seguridad de la sociedad». «Hirió intencionalmente a un Basij con arma blanca mientras que este cumplía con su deber y bloqueó la calle Sattar Khan en Teherán», añadió Mizan Online.
Las manifestaciones en Irán estuvieron encabezadas por mujeres, estudiantes universitarios y alumnas de escuela, que retiraron su velo en público y corearon lemas contra el Gobierno, enfrentándose directamente a las fuerzas de seguridad. Las autoridades, que denuncian estos hechos como «disturbios», acusan regularmente a Estados Unidos y sus aliados occidentales y a grupos kurdos en el extranjero de instigar este movimiento de protestas sin precedentes.
En un balance publicado ayer, la organización Iran Human Rights (IHR), con sede en Noruega, indicó que la represión de las protestas causó al menos 458 muertos, incluyendo 63 niños. La ONG dijo que 18.000 personas fueron detenidas, entre ellas profesores universitarios, periodistas y abogados.
Esta semana, un tribunal iraní condenó a muerte a cinco personas por haber matado a un miembro de la Basij, una sentencia que, según activistas por los derechos humanos, busca «propagar el miedo» para que los ciudadanos abandonen la movilización. Once personas fueron condenadas a muerte en Irán en relación con las protestas.