Estamos viviendo un momento histórico en Estados Unidos. Desde hace tres semanas hay más de 60 universidades y colegios tomados por los estudiantes, en protesta por el genocidio que está cometiendo Israel contra la población en Gaza. En realidad, las protestas y las movilizaciones habían empezado en octubre y desde entonces hay manifestaciones todas las semanas, en todo el país, principalmente en Nueva York.
El 17 de abril, los estudiantes de la Universidad de Columbia decidieron dar un paso más en la lucha y organizaron un campamento con más de 60 carpas, siempre en forma pacífica. Un dato interesante: más del 40% de los estudiantes que están en las tomas son judíos. Fue muy emocionante ver en las Pascuas a estudiantes musulmanes y judíos conmemorar juntos en medio de las protestas.
La rectora de la Universidad, Minouche Shafik, debió ir al Comité de Educación y Fuerza Laboral del Congreso para responder sobre su posición en estas luchas estudiantiles. Los congresistas focalizaron especialmente en el tema del antisemitismo, importante tópico porque es la principal herramienta política que usa Israel contra las protestas a su accionar. Después de su presentación ante el Congreso, Shafik decidió tomar un rol más activo y llamó a la policía: sus efectivos retiraron las carpas y detuvieron a más de 100 estudiantes. Pero a las pocas horas los estudiantes regresaron y continuaron la toma. Esto suscitó la solidaridad de más de 60 colegios y universidades a lo largo y ancho del país, quienes también organizaron campamentos y tomas de sus respectivas universidades, como Harvard, New School, Cornell y Yale, entre otras.
La lucha estudiantil recibe la adhesión de figuras artísticas como Susan Sarandon, Mark Ruffalo, así como de intelectuales y sindicalistas.
También es interesante recordar que en 1968, los estudiantes de Columbia tomaron cinco edificios de la universidad, en protesta por el racismo y la guerra de Vietnam. La toma duró tres semanas. Al cabo de ello, la policía irrumpió y desarmó la protesta, deteniendo a la mayoría de los estudiantes.
Como se ve, la Universidad de Columbia hizo historia en 1968 y lo repite en 2024. También se repite el accionar policial: hace unos días, la policía antimotines irrumpió en el campus y detuvo a más de 150 estudiantes, tanto en esta Facultad como en las otras tomas del resto del país. Es llamativa la represión policial contra los jóvenes, criticada no sólo por organizaciones norteamericanas sino por universidades europeas y latinoamericanas, que empezaron sus propios campamentos en solidaridad con esta lucha. Ver a la policía en esta actitud hace recordar a las invasiones de Irak y Afganistán. Así entraban a las universidades. Así la policía permanece en Columbia y estará hasta el 17 de mayo, dos días después de que culmine la graduación de estudiantes en esta institución.
Los estudiantes están marcando un hito histórico en la lucha contra el genocidio de Israel hacia el pueblo palestino, que hasta el momento tiene como resultado la destrucción casi total de Gaza, el asesinato de 35 mil palestinos, incluidos 15 mil niños. Estados Unidos apoya irrestrictamente a Israel, enviando 4 mil millones de dólares anuales y hace dos semanas el Congreso aprobó el envío de 95 mil millones de dólares a Israel, Taiwán y Ucrania. De ese monto, Israel recibirá 26 mil millones de dólares,
A pesar de que más del 50% de la población norteamericana se manifiesta contra el genocidio israelí, el sionismo tiene un poder enorme en este país, el Congreso está analizando una ley sobre el antisemitismo que de aprobarse llevaría a Estados Unidos a un acallamiento de voces críticas contra la política de Benjamín Netanyahu hacia Palestina.
Por ahora los estudiantes continúan con sus campamentos y protestas y a pesar de la represión y encarcelamiento, ya lograron una victoria. La Universidad de Brown aceptó votar sobre la desinversión en empresas afiliadas a Israel, uno de los principales requerimientos de este movimiento. Allí, hay un cartel que dice «Desde Columbia hasta Brown, no abandonaremos Gaza».
Que así sea…