El hospital chino donde es tratado por cáncer el disidente Liu Xiaobo, premio Nóbel de la Paz, invitó a especialistas de Estados Unidos, Alemania y otros países para asistirlo, anunciaron este miércoles las autoridades chinas.
La oficina de asuntos judiciales de Shenyang –la ciudad del noreste donde Liu fue hospitalizado hace un mes– precisó en un comunicado que la invitación a los cancerólogos extranjeros fue realizada a pedido de la familia del disidente.
Varios países occidentales habían solicitado a Beijing que Liu sea autorizado a trasladarse al extranjero para ser atendido por su enfermedad terminal, una solicitud respaldada además por oenegés y allegados del escritor.
Condenado en 2009 a 11 años de cárcel por «subversión», Liu, de 61 años, salió de prisión el mes pasado después de que se le diagnosticara en mayo un cáncer de hígado en fase terminal.
El disidente se convirtió en 2010 en el primer chino en recibir el Premio Nobel de la Paz.
Los oncólogos del centro hospitalario determinaron el 7 de junio que Liu sufre un «cáncer de hígado idiopático» con metástasis en el resto del cuerpo.
El nivel de gravedad de Liu se confirmó el 23 de mayo último y poco después las autoridades le trasladaron desde prisión a un hospital universitario de la provincia norteña de Liaoning, según confirmó Mo Shaoping, su defensor, en declaraciones citadas por la agencia de noticias EFE.
Liu es uno de los disidentes chinos más conocidos, galardonado con el premio Nobel de la Paz 2010 tras ser condenado el año anterior a 11 años de cárcel por «incitar a la subversión del poder del Estado».
Fue detenido tras firmar, junto a otros 300 intelectuales, el manifiesto político «Carta 08», que pedía la entrada en vigor de derechos constitucionales como la libertad de prensa o expresión o el pluripartidismo.
En 1989 participó en el movimiento que llenó la plaza de Tiananmen, en Beijing, de estudiantes y trabajadores de toda índole, y consiguió negociar la salida pacífica de los manifestantes cuando el Gobierno chino sacó los tanques a la calle para disolver las protestas.
Luego, Liu no abandonó sus reclamos y acabó detenido en varias ocasiones.
Su insistencia por conseguir que ese cumpla con la Constitución y garantice los derechos de la ciudadanía fue lo que le llevó a ser galardonado con el Nobel de la Paz y a que Noruega, que selecciona a este premiado y acoge la entrega del galardón, se convirtiera en un país «non grato» para China hasta que las relaciones se normalizaron a comienzos de este mismo año.