Mientras el Ministerio de Educación de la Ciudad anuncia la recuperación del día de clases por el feriado nacional contra el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández, familias de la comunidad educativa están expectantes en conocer si recuperará las jornadas lectivas perdidas por la invasión de ratas en diferentes establecimientos educativos. “Nuestra escuela suspendió las clases por la aparición de varios roedores y ese día también es irrecuperable”, contó a Tiempo Sofía, que envía a su nena a la Escuela Primaria Común N° 01 Dr. Delfín Gallo del barrio de Devoto.

Un relevamiento de Tiempo, realizado desde mediados de julio, pone en evidencia la situación de varios establecimientos educativos que en los últimos días denunciaron la aparición de ratas. Desde la cartera que conduce Soledad Acuña desconocen las razones, aunque vecinas y vecinos de diferentes barrios aseguran que las plagas son consecuencia de las obras desmedidas en toda la Ciudad, que afecta tanto a escuelas como a casas particulares. “Tengo tres gatos en casa que todos los días aparecen con alguna laucha en la boca. Ya no sé qué hacer intenté todo: tramperas, pegamento, gasté fortunas en desratización y cada vez hay más”, esgrime a Tiempo María Grimaldi, que hace 25 años vive en la calle Perú casi esquina Venezuela. El levantamiento de baldosas y la remoción de adoquines; la rotura de veredas y el avance descontrolado de torres edilicias; pueden ser motivos suficientes de la aparición de ratas pero, la falta de personal de limpieza, la mugre “y el estado de abandono permanente que sufre nuestra escuela, es sin duda el principal motivo de que las ratas paseen por las aulas mientras estudian nuestros hijos”, aclara Ramiro, papá de un nene que asiste a la escuela N° 6 D.E 10 “Manuel Dorrego” de Saavedra.

Al momento, en apenas seis semanas, diez edificios escolares denunciaron oficialmente la presencia de roedores, aunque, aseguran, que esta misma situación ocurre en muchas escuelas más que no difundieron la situación por exigencias de las autoridades educativas.

La Escuela Nº 26 DE 6 República de Colombia, del barrio de San Telmo; la Primaria N° 01 Delfín Gallo y el Jardín de Infantes N° 03 D.E 16 Mafalda, ambas del barrio de Devoto; y la escuela N° 2 D.E. 21, Eduardo Luis Vicente, de Lugano; fueron las primeras en denunciar pública y oficialmente la aparición de ratas. A la lista se sumaron la N° 6 D.E 10 “Manuel Dorrego”, del barrio de Saavedra; la Escuela N° 16 D.E. 8 “Dr. José María Ramos Mejía” de Almagro; la Escuela Primaria N° 12 DE 19, de Bajo Flores; la Escuela N° 4 DE 16 Álvarez Thomas, del barrio de Agronomía; la Escuela Primaria N.º 17 Blas Parera de Palermo; y el Jardín de Infantes Integral N.º 4 DE 9.

Ratas
Familias de la Escuela N° 16 Ramos Mejía manifestándose por la invasión de ratas

“Las familias estamos muy preocupadas porque no se ha acercado nadie a nuestra escuela. Hace meses que hay ratas en todo el edificio y el supervisor se niega a hacer una desratización profunda”, narra a Tiempo Martina Correa, mamá de la comunidad educativa de la escuela Nº 17 de Palermo. “Estamos abandonados con las ratas en la escuela, los chicos acá están ocho horas, comen, estudian, juegan y cada vez hay más ratas. Ya no sabemos si seguir enviando a nuestros hijos a la escuela”, agrega.

La comunidad educativa de este establecimiento educativo exige que se dé respuesta a la brevedad sobre la fecha de desratización; que se implemente de un modo eficaz que pueda ser verificado por medios objetivos; y que las autoridades brinden un informe detallado de lo actuado y de cómo se va a trabajar para evitar este problema a futuro.

Las y los docentes, cansados de trabajar en condiciones poco higiénicas, también alzaron su voz, incluso ante posibles represalias por parte de la cartera que conduce Soledad Acuña. “Han aparecido vivas y muertas, la conducción de la escuela hizo las alertas correspondientes y el ministerio de Educación no se hace cargo de la situación. Las ratas caminan por los instrumentos de trabajo nos comunicamos con las empresas fumigadoras, con las autoridades, con la supervisión, y nada”, señala a Tiempo Paula Canizzaro, docente de la escuela Blas Parera de Palermo.

Desde la comunidad educativa afirman que la supervisión escolar del distrito 9, responde directamente al oficialismo porteño y que, ante diferentes problemas que acontecen en materia educativa, son silenciados en vez de ser solucionados.

La respuesta de las autoridades escolares de ese distrito fue ofrecer como única solución a la plaga de ratas “barreras físicas para que no pasen los roedores; que puertas y ventanas queden cerradas y que ningún alimento esté sin guardar;  y que el sistema de desratización a utilizar será solamente el de papel con pegamento y que por ahora no piensa suspender las clases, pese lo grave de esta situación.

Estudiar entre mugre y ratas

La presencia de roedores en aulas, armarios, baños y biblioteca (encontrando ratas vivas y muertas y también excremento), una problemática que tiene su origen, afirman desde la Escuela 12 DE 19 del Bajo Flores, “en la falta de urbanización de la zona. Por lo que exigimos que se garantice la limpieza y desratización de toda el área”, cuenta a Tiempo Hernán Cortinas, docente ese establecimiento educativo que también sufre la desidia de las autoridades porteñas. “También denunciamos otros recortes, cómo en el servicio alimentario que año tras año empeora en su calidad y cantidad, negándose a utilizar plenamente el comedor de la escuela. Situaciones por la que elevamos un petitorio al gobierno de la Ciudad para una urgente solución”, destaca el maestro.