«Se perdió toda la carne que teníamos en las carnicerías para la venta. Toda estaba contaminada. La tuvimos que sacar de la comercialización y decomisarla en el digestor». La frase la expresó uno de los obreros en Autogestión Productiva de la Cooperativa de Trabajo Industria de la Carne Obrera Ltda. (INCOB), de Bahía Blanca, que sufrió grandes pérdidas en el desastre natural que azotó a la ciudad.

«El frigorífico está en la entrada de Bahía Blanca. Teníamos que ir a Cerri y White, con la altura que había alcanzado el agua y los puentes rotos. Era toda una aventura. Nuestros compañeros tenían entre dos y tres metros de agua. Una semana estuvimos sin producir», contó el presidente de INCOB, Rubén Lupi.

«Una cosa es contar, otra es estar en Bahía. El 80% de la población está afectada. Ahora, ya organizamos una logística para la solidaridad y para ir a buscar los compañeros. Vamos y dejamos algo que nos traen los vecinos, y los traemos para empezar a producir. A las pérdidas en carne y bienes personales, hay que agregar la recuperación de heladeras, sierras, herramientas, etc.», relató el secretario de INCOB, Pablo Naredo.

El frigorífico fue recuperado por sus trabajadores hace más de una década. Hoy, es una cooperativa autogestionada por sus trabajadores. En INCOB, trabajan más de 90 personas, que el viernes 7 de marzo vieron cómo sus casas, sus familias y su cooperativa se pusieron en riesgo después de llover en 4 horas lo que en Bahía Blanca suele llover en 6 meses.

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Según pudo saber ANSOL, si bien los trabajadores de INCOB no necesitan maquinarias ni herramientas para reponer en el frigorífico, sí necesitan reacondicionar todas las carnicerías. Por ejemplo, en la sucursal de Cerri se perdió la mayor parte de la infraestructura. La reapertura se llevó a cabo una semana después, reparando lo mejor posible el espacio. «Tenemos que trabajar para ponerlas a punto y recién después de eso recuperar las condiciones anteriores». agregó Naredo.

Además, muchos socios de la cooperativa necesitan reponer bienes materiales, para volver a tener la calidad de vida que tenían antes del temporal: «Esos 15 compañeros que perdieron todo por la inundación, son la prioridad a resolver. La cifra se extiende a 55, si se tiene en cuenta a todos los afectados por el agua. Colchones y ropa de cama es lo que más necesitan«. A la destrucción material que sufrieron, se le suma el daño moral que atraviesan y que hace más difícil la recuperación.

El viernes último, pudieron abrir tres sucursales: la de Ruta 3 Sur (solo pago en efectivo), Zelarrayán 3095 (solo en efectivo) y Sixto Laspiur 2667 (con todos los medios de pago habilitados). La de Cerri continúa aún cerrada, ya que los daños fueron muy grandes. Las que funcionan no solo venden carne, también dan la posibilidad de cargar celulares y luces de emergencias, entre otras ayudas al pueblo de Bahía Blanca, en línea con el espíritu asociativo y comunitario de la cooperativa.

«Los compañeros están bien de salud, y anímicamente más o menos. Nos llegó ayuda de 9 de julio (elementos de limpieza, sobre todo), pero falta más, por lo que la semana que viene van a volver a mandar«, expresó Lupi, presidente de la cooperativa.

Solidaridad del sector con INCOB

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En la misma línea, la Federación de Cooperativas Autogestionadas de la República Argentina Para Otra Economía Ltda. Autogestión Federal (FEDECARA) abrió una colecta solidaria para ayudar INCOB a superar la situación y reconstruir lo perdido por el golpe de la naturaleza.

Es una acción llevada a cabo por la Fundación Gráfica Campichuelo junto a las distintas cooperativas y entidades autogestionadas, asociadas a la FEDECARA de distintas regiones del país. Pero también para distintas personas u organizaciones vinculadas, que quieran aportar desinteresadamente para mejorar la situación del frigorífico recuperado.

Los datos para hacerlo son FUNDACIÓN GRÁFICA CAMPICHUELO / BCO CREDICOOP / CBU 1910006355000601141528 / ALIAS: RELOJ.CORONA.MEDICA . Enviar comprobantes de donación a bahiablanca@autogestion.coop.ar / 114974-7777 (Contacto de la Mutual APYD).

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Como para todos los bahienses, lo peor ya pasó. Durante los primeros días luego del temporal, no había luz y a INCOB se le habían apagado los generadores de las cámaras. Pudieron sortear ese inconveniente a tiempo y abrir las distintas carnicerías que ofician de sucursales, sin problemas, para poder volver a abastecer a los vecinos.

Necesitan ayuda, pero al mismo tiempo están a disposición para ayudar «porque así lo indica la vida de las cooperativas en Autogestión Productiva, en donde INCOB es una referencia icónica de producción y comercialización social, con precio justo, para con nuestra clase y pueblo», concluyó.