Interpol detuvo a Leonardo Bertulazzi, miembro de las Brigadas Rojas, en el barrio porteño de San Telmo. En un operativo conjunto del Ministerio de Seguridad, la Vicejefatura de Gabinete del Interior y el Ministerio de Justicia, la Policía Federal Argentina y la Agregaduría Policial de Italia apresaron al sospechoso en un edificio de Defensa al 600, luego de que el gobierno le quitara el status de refugiado.
Bertulazzi había integrado la columna genovesa de las Brigadas Rojas, el principal grupo terrorista en Italia en las década del 70 y 80. Al grupo armado se le atribuye, entre otros atentados y secuestros, el rapto y crimen del ex primer ministro Aldo Moro, en 1978.
Por su parte, Bertulazzi fue condenado, en ausencia, a 27 años de prisión por asociación subversiva y banda armada por el secuestro del ingeniero naval Piero Costa, ocurrido en Génova el 12 de enero de 1977. Según indicaron los medios italianos esa operación de las Brigadas Rojas tenía el objetivo de financiar la actividad del grupo para la adquisición de un departamento en Via Montalcini 8, en Roma, donde estuvo cautivo el propio Moro.
Bertulazzi, de 72 años, ya había sido detenido en la Argentina en 2002. Pero unos meses después fue liberado por la jueza María Servini de Cubría, tras acogerse en el país bajo la figura de refugiado, lo cual le impidió la extradición a Europa.
El gobierno ultraderechista de Javier Milei cambió el status del sospechoso y finalmente articuló con la justicia local, la inteligencia italiana y las fuerzas de seguridad, el procedimiento para detenerlo.
En un comunicado, el Ministerio de Seguridad destacó: «Esta detención refleja el compromiso de Argentina con los valores de la democracia y el Estado de Derecho, y expone ante el mundo la firme decisión de no convivir con asesinos impunes. Asimismo, subraya la necesidad de evitar que instituciones diseñadas para proteger a personas en situaciones de vulnerabilidad sean aprovechadas indebidamente por criminales que atentan contra la paz y las instituciones democráticas».