Investigadores del CONICET en el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA), la Universidad de Reno en Nevada (Estados Unidos) y el King’s College del Reino Unido, instalaron recientemente cinco estaciones meteorológicas automáticas en el Parque Provincial Aconcagua en Mendoza. Esto favorecerá la planificación de los productores de la región y aportará información acerca de recursos hídricos para la producción agrícola.

En un esfuerzo científico, tecnológico y logístico sin precedentes, la expedición de científicos, junto a guías de montaña y personal del Parque Provincial, logró colocar este verano cinco estaciones meteorológicas en sitios estratégicos del Aconcagua, la montaña más alta de América. Los lugares elegidos fueron: el campo base Plaza de Mulas (4.300 msnm), Plaza Argentina (4.200 msnm), el glaciar Horcones Superior (4.350 msnm), el campo de altura Nido de Cóndores (5.580 msnm) y en inmediaciones de la cumbre (6.960 msnm).

Estas estaciones forman parte del proyecto Wayra –que significa “viento” en quechua– y permitirán un monitoreo del clima en tiempo real.

La expedición fue liderada por Pierre Pitte, investigador del CONICET en el IANIGLA, Baker Perry, de la University of Nevada Reno, y Tom Matthews, del King’s College.

El equipamiento instalado y sus componentes funcionan a energía solar. Fueron donados por empresas fabricantes y la expedición fue financiada principalmente por la Universidad de Nevada, con aportes del Gobierno de Mendoza para facilitar la logística.

Foto: Pablo Betancour

Ciencia en la altura

Los datos proporcionados por las nuevas estaciones meteorológicas de altura “son críticos para entender el comportamiento de los glaciares y el ciclo hidrológico que sostiene al Río Mendoza, que a su vez sustenta gran parte de la actividad económica y productiva de la zona”, sostuvo Pierre Pitte, investigador en el IANIGLA, al portal de noticias científicas Conicet Dialoga. Además, “esos datos también mejorarán los pronósticos del tiempo y la seguridad de las expediciones al Aconcagua”.

El equipo instaló también una estación de balance de energía en el glaciar Horcones Superior, conocido por ser uno de los pocos en el mundo que, pese al cambio climático, no ha retrocedido en volumen. “Los flujos de energía permiten conocer los procesos por los cuales los glaciares ganan y pierden masa. De este modo podemos comprender el comportamiento actual de los glaciares y modelar posibles escenarios futuros”, explicó Pitte.

Según los investigadores que participaron del proyecto, estas estaciones brindarán información valiosa sobre los cambios que suceden en las zonas de alta montaña, como la dinámica de los glaciares y la desestabilización de laderas. Estas mediciones son necesarias para reducir los riesgos asociados a fenómenos como olas de calor, tormentas, desbordes de lagos glaciares que representan un riesgo para quienes trabajan y visitan el parque provincial.

Foto: Pablo Betancour

Asimismo, las estaciones proveerán datos de humedad, temperatura, presión atmosférica, precipitaciones y nevadas en los Andes centrales, que son la principal fuente de alimentación de los ríos, en una zona que ha sido afectada por la sequía y eventos extremos como granizo en los últimos 15 años. Esta información se integrará además a una red de monitoreo internacional de fenómenos climáticos.

En tiempos de crisis climática resulta esencial contar con información precisa que ayude a productores y otros actores económicos en diferentes rubros como turismo y transportes, a planificar sus actividades y reducir el impacto de fenómenos meteorológicos extremos como tormentas, sequías, granizo e inundaciones.

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Fotografías: Pablo Betancourt