Los peso pesados del Partido Demócrata estadounidense están empezando a alinearse detrás de la vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris, para que reemplace a Joe Biden como candidata a las presidenciales de noviembre, de acuerdo con una evaluación de la agencia de noticias Reuters. En el mismo sentido presionan para que el actual presidente ceda su candidatura y se haga a un lado como candidato.
Aunque Biden aclaró en repetidas ocasiones que se mantiene en la carrera. Harris, de 59 años, exsenadora y fiscal general de California, sería la primera mujer en ser presidenta de Estados Unidos si se convierte en la candidata del partido y se impone en las elecciones del 5 de noviembre. Es la primera persona afroamericana y asiática que ocupa la vicepresidencia. Y «está orgullosa de ser su compañera de fórmula y espera servir a su lado durante cuatro años más», declaró a Reuters la campaña de Biden Harris.
Por otro lado, encuestas recientes sugieren que Harris podría obtener mejores resultados que Biden frente a Trump, el candidato republicano, aunque se enfrentaría a una reñida contienda. Una encuesta de CNN publicada el 2 de julio reveló que los votantes favorecían a Trump frente a Biden por seis puntos porcentuales, es decir, un 49% frente a un 43%.
Harris también se situaba por detrás de Trump, 47% a 45%, dentro del margen de error. Los independientes apoyaban a Harris entre un 43% y un 40% frente a Trump, y los votantes moderados de ambos partidos la preferían entre un 51% y un 39%.
Un sondeo de Reuters/Ipsos tras el debate televisado de la semana pasada entre Trump y un titubeante Biden reveló que Harris y Trump estaban casi empatados, con un 42% de apoyo a ella y un 43% a él. Sólo la ex primera dama Michelle Obama, que nunca expresó su interés en unirse a la carrera, aparece entre las posibles alternativas a Biden.
Harris es tomada tan en serio que dos donantes republicanos dijeron a Reuters que preferirían que Trump se enfrentara a Biden antes que a ella. «Preferiría que Biden siguiera en su puesto», en lugar de ser sustituido por Harris, confió Pauline Lee, una recaudadora de fondos para Trump en Nevada después del debate del 27 de junio, quien apuntó que pensaba que Biden había demostrado ser «incompetente».
Y algunos en Wall Street, un importante centro de recaudación de fondos demócrata, empiezan a indicar su preferencia, como lo expresó a Reuters un referente, Sonu Varghese. Desde que la Corte Suprema derogó el derecho constitucional de las mujeres al aborto en 2022, Harris se convirtió en la principal voz del Gobierno de Biden en materia de derechos reproductivos, un tema por el que los demócratas apuestan para ayudarles a ganar las elecciones de 2024.
Algunos demócratas creen que Harris podría energizar a los grupos de tendencia demócrata cuyo entusiasmo por Biden se desvaneció, incluidos los votantes negros, los votantes jóvenes y aquellos que no aprueban la gestión de Biden de la guerra entre Israel y Hamás. Además, las mujeres demócratas y republicanas de los suburbios se sentirían más cómodas con ella que con Trump o Biden.
«No hay alternativa aparte de Kamala Harris«, planteó Adrianne Shropshire, directora ejecutiva del grupo de divulgación de votantes negros BlackPAC. «Si el Partido Demócrata piensa que tiene problemas ahora con su base confundida (…) Si se saltan a la mujer negra, la vicepresidenta, no creo que el Partido Demócrata realmente se recupere».
«Su mayor debilidad es que su marca pública se ha asociado con el ala de extrema izquierda del Partido Demócrata (…) y el ala izquierda del Partido Demócrata no puede ganar unas elecciones nacionales», explicó Dmitri Mehlhorn, recaudador de fondos y asesor del cofundador de LinkedIn y megadonante demócrata Reid Hoffman.
Los antecedentes como fiscal de Harris podrían brillar en un debate cara a cara contra Trump, aportaron algunos demócratas. «Ella es increíblemente centrada y contundente e inteligente, y si procesa el caso contra la criminalidad de Donald Trump, lo destrozará», consideró Mehlhorn. Los ataques republicanos contra Harris se están intensificando a medida que se la presenta como posible sustituta de Biden.
Los tertulianos conservadores están volviendo a poner en circulación las críticas que se le hicieron durante la carrera de 2020, incluso por parte de algunos demócratas, de que Harris se ríe demasiado, que no ha sido probada y que no está cualificada. El 6 de julio, el New York Post, propiedad de la conservadora
News Corp, publicó una columna titulada «Estados Unidos pronto podría ser sometido al primer presidente DEI del país: Kamala Harris», en la que se afirmaba que su ascenso político se debía al «dominio absoluto» de la diversidad, la equidad y la inclusión de
su partido.
Kelly Dittmar, profesora de Ciencias Políticas en la Universidad de Rutgers, indicó que los ataques forman parte de una larga historia de cosificación y denigración de las mujeres de color en la política. «Por desgracia, el recurso a ataques y tópicos racistas y sexistas contra las mujeres que se presentan a las elecciones es históricamente habitual y persiste hasta nuestros días», afirmó Dittmar.