Es, por voluntad y mérito propio, una artista multifacética. Inés Estévez se destaca como actriz de cine, teatro y televisión, pero también como cantante de jazz y blues. Escribe obras de teatro, poesía y en 2011 publicó la novela La gracia.
Algunos de sus trabajos más emblemáticos en cine son Historias de amor, de locura y de muerte, La vida según Muriel, La fuga, Te esperaré y El misterio de la felicidad. En televisión dejaron un gran recuerdo sus participaciones en Alta comedia, De poeta y de loco, Verdad consecuencia, Vulnerables y El maestro, entre otros ciclos. En teatro su carrera continúa activa -recientemente participó de la obra Bosque adentro-, al igual que su faceta musical, siempre que los tiempos se lo permiten.
-¿En qué andás en tu carrera musical?
-No estábamos tocando demasiado. Este año creo que tocamos solo dos veces porque estuve haciendo mucho teatro y eso me ocupaba los fines de semana. Pero ya tengo confirmadas dos fechas en febrero, en Bebop Club. La idea es retomar el impulso.
-¿Se vendrá un disco nuevo?
-Tengo ganas de hacer el segundo hace un rato largo, pero nunca encuentro el tiempo entre la maternidad y el costado actoral. Se puso difícil, pero en algún momento lo voy a hacer.
-¿Sería algo similar a Nude?
– Puede ser, lo sacamos en 2018 y nos fue tan bien que le dimos su tiempo. Pero tengo ganas de otro. Veremos cómo viene todo.
-¿De niña soñabas con ser algo en particular cuando fueras grande?
-No tenía ese tipo de miradas. Nunca quise ser esto o pensé que es lo que tendría que hacer. Me parecía muy confuso el futuro. Lo que sí tenía era algo que sigo cultivando: una gran pulsión expresiva/creativa, por llamarla de alguna manera. Algo que me hacía sentir más que pensar en un futuro vinculado a cualquier cosa que tenga que ver con lo artístico.
-¿Pero hacías danza?
-Sí, y escuchaba música clásica, me atraía un montón, pero también me obsesionaba leyendo en la biblioteca de mi casa. Y me enganchaba con los discos que me cruzaba. Todo me parecía muy nutritivo y una necesidad. Probar distintos lenguajes es algo que está en mí desde siempre.
-¿No querías ser conocida?
-La fama como valor en sí mismo no existía ni existe para mí. Nunca se me ocurrió como objetivo. Sólo me importaba expresarme creativamente. Sin saber porque lado iba a salir eso que me pasaba. Ahora a mucha gente lo único que le importa es ser famosa, no importa el motivo ni las formas, al parecer. Buscar el éxito por el éxito mismo expresa una pérdida de valores. Pero bueno…
Inés Estévez y el colegio
-¿En el colegio cómo te iba?
-Más o menos. Nunca me interesó. Me parecía que la educación formal es algo uniforme, un sistema que no contempla las singularidades.
-¿Nunca te sentiste parte de ese espacio?
-No, socialmente tampoco, así que no la pasaba tan bien, no tengo grandes recuerdos. No soy de añorar, ni de esas personas que dicen “oh, mí época de colegio fue el momento más feliz de mi vida”. Cuando fui creciendo, paulatinamente, fui mucho más feliz. Fui aprendiendo.
-¿Seguís alguna rutina diaria?
-No, la verdad que no. Tengo dos hijas con discapacidad, por lo que la necesidad de rutina para ellas es lo que marca todo, lo que se traduce en una falta de regularidad o armonía para mí como para tener una rutina propia. Pero está bien, le saco lo mejor a esto.
-¿Te enseñó algo la maternidad?
-Si uno está dispuesta a capitalizarlo positivamente, cualquier vínculo te enseña mucho. Así que nada en especial, pero al tener que ejercer una maternidad neurodiversa quizás te deja lecciones o se aprenden cosas que la mayoría desconoce. Acá estamos haciendo todo lo que tenemos que hacer.
-¿Se relacionan la música, la escritura y la actuación?
-No sé. En mi casa está todo unido dentro de mi corazón. Nunca espero que una disciplina nutra a la otra, a veces siento que tengo una fuerza creativa y expansiva que puede salir de una u otra manera. No importa mucho.
-¿Te gusta cocinar?
-Sí me gusta, pero no cuando tengo que hacerlo por obligación, sino, por ejemplo, cuando vienen amigos y me dan ganas. Tiene algo de alquimia, de mágico, de creativo también. Es atractivo probar sabores o combinaciones nuevas, distintas. Está bueno. Es parte de la cultura.
-¿Cómo te llevas con el pasado y con el futuro?
-Personalmente no me parece que tenga que llevarme de una u otra manera. Somos el resultado de nuestro pasado: a pesar de no haber tenido un pasado confortable, estoy agradecida porque soy el resultado de ese trayecto. Y el futuro es una gran incógnita, quién sabe qué nos trae.
-¿Lo estamos construyendo en el presente?
-Es verdad. En todo caso del futuro te puedo decir que tengo el compromiso y la responsabilidad con mi propio espíritu de tratar de construir el mejor escenario posible, dentro de mi humilde lugar para el mundo. «