Cuando salieron de Rosario, buscando dar el paso a una vidriera mayor, para que la exposición les permita vivir de su creatividad, sabían que no iba a ser fácil. Así lo recuerda Joaquín Vitola, la voz de Indios, y Guillermo Montironi que con en bajo en sus manos acompaña Nicolás de Sanctis en guitarra, Mauricio Cedaro en batería, Patricio Sánchez Almeyra en la otra guitarra y Agustín Majdalani en sintetizador. Pero los años pasaron y esa motivación que tenían al principio, aún los impulsa hacia adelante. “Somos un grupo de pibes que tenemos una búsqueda constante de hacer cosas nuevas, siempre pensamos para adelante pero tratando de ir disfrutando lo que nos va pasando” dicen. Desde el hit “Tu geografía”, que los puso en el mapa, no pararon de hacer canciones.
Por estos días andan mostrando lo que es su tercer disco de estudio, llamado “Besos en la espalda”. Más allá de que se produjeron a ellos mismos, la forma de trabajar cada detalle de las canciones fue muy singular. “Una parte de los discos siempre empiezan en nuestra sala de ensayo, uno trae un tema y vamos proponiendo cosas entre todos. Pero teníamos ganas de hacer algo especial, así que trasladamos la sala a una casa que alquilamos en la provincia de Córdoba, en La Bolsa. Ahí armamos un ambiente muy hogareño, para empezar a trabajar cada una de las canciones con más cariño”, cuenta el cantante. Les gusto tanto el resultado que los hicieron dos veces, una segunda vuelta por el listado de creaciones reciente.
Dos meses después de aquel retiro, registraron más grabaciones en otra casa de campo, también en Córdoba, donde estuvieron a fondo, para dar los toque finales a las composiciones nuevas. “Agotamos todos los recursos para englobar lo que queríamos transmitir en un disco, encontramos mejor todo lo que queríamos mostrar como concepto. No había agua, no había luz, éramos nosotros y los temas. Estar ahí tiene todo un condimento especial, que pasa por compartir, unirnos. Acá en la ciudad terminas de laburar y un colectivo te reviente la cabeza con un bocinazo al salir. Acá terminábamos y nos íbamos a un arroyo. De esa manera encontramos una conexión muy profunda con la música y entre nosotros. Cocinarnos, charlar de lo que nos pasa, cosas que parecen simples pero que hacen que el trabajo tengan ese espíritu de amor y compañerismo”, relata Montironi y agrega que lo más prevalece en ellos es tratar de ser geniunos, sin estrategias, sino en la búsqueda y en provocar algo en los demás. “La verdad lo mejor que nos pasa es que cuando alguien te habla de un tema, te da otra mirada y otra lectura de la que uno le quizo dar en un principio, eso es muy flashero.”
Para el cantante, este disco le puso chispa al repertorio general, porque desde lo rítmico tiene una búsqueda en ese sentido. Además Vitola destaca que es algo que siempre han hecho, pero que lograron exacerbar esa sensualidad rítmica por la gran cantidad de horas que se le dedico a cada estrofa. “Nos gusta la idea que la música seduzca, y que no sea algo estancado. Por querer grabar de una manera muy intima, no queríamos que quede como algo somnoliento o que sea aletargado, sino que levante, que encienda, que es lo que nos gusta. Tratamos de complementar todo para que sea algo que tire para arriba al terminar de escucharlo. La verdad entre todos tratamos de no dejar cabos sueltos en las letras y prestar atención a las instrumentaciones. Lo más interesante de la música es que conecta a las personas con muchos lenguajes y siempre es un aprendizaje recorrer este camino”, cuenta Vitola.
Para Montironi cada uno de sus discos tiene una identidad sonora propia y este no es la excepción: “pero es posible, porque nos lo han dicho, que haya una manera de tocar que nos identifica; tener algo propio, que al sonar alguien piense en vos, es siempre interesante. Pero tratamos de no repetirnos ni de autocopiarnos. Con la búsqueda constante que tenemos vamos dando forma a ese estilo que nos identifica, ahí está nuestro motor en el fondo, en ir construyendo a Indios en el camino”.
¿Cuándo?
Indios presenta “Besos en la espalda”. Viernes 8 de noviembre en Niceto Club, Av. Cnel. Niceto Vega 5510.