Es historia repetida, pero no por eso menos triste: 8 mil hectáreas de bosque nativo y exótico en Cuesta del Ternero, a 15 kilómetros de la localidad rionegrina de El Bolsón, ya fueron arrasadas por los incendios. Las autoridades de la provincia reconocieron que el daño ambiental es “muy grave”, aunque en las últimas horas la lluvia trajo algo de alivio. En tanto, Greenpeace consideró necesario que se catalogue a la quema intencionada como un delito penal.
Según los reportes oficiales, el fuego afectó a la vegetación nativa como lengas, cipresales, maitenes, ñires y radales, y también a distintas variedades de pino, entre los que se destacan el oregón, insigne, murrayana y ponderosa, todas plantaciones exóticas que se usan para el fomento de la industria forestal en la zona.
«La cantidad de bosque nativo o implantado consumido son 8 mil hectáreas, el daño ambiental es muy importante, muy grave», dijo a Télam Fernando Arbat, subsecretario de Recursos Forestales de Río Negro.
El funcionario explicó que la zona donde se inició y se propagó el incendio, en referencia a Cuesta del Ternero, «es un cañadón en el que con las ráfagas constantes de viento de hasta 90 kilómetros por hora» provocó que solo el lunes «se consumieran 5.800 hectáreas en doce horas».
Arbat aseveró que las llamas del lunes «fueron de una extrema gravedad y con una voracidad que los técnicos y las personas que están trabajando en incendios forestales no habían visto nunca esa magnitud».
Por su parte, Greenpeace señaló que los gobiernos nacional y provincial deben poner todos sus esfuerzos en apagar el incendio e insistió en la necesidad de “ampliar significativamente” los fondos y la infraestructura destinados a la prevención y lucha contra el fuego
“Los incendios forestales se repiten todos los años, y se agravan por el cambio climático. Los bosques se encuentran cada vez más amenazados por las quemas provocadas por fenómenos naturales y la actividad humana, ya sea por negligencia o de manera intencional para desarrollo agropecuario e inmobiliario. Las multas no son suficientes para desalentar incendios intencionales y desmontes ilegales y, a su vez, los responsables rara vez son obligados a reforestar”, sostuvo Hernán Giardini, coordinador de la campaña de bosques de Greenpeace.
La organización ecológica insistió en la necesidad de catalogar como delito penal al desmonte y al incendio intencional, al tiempo que se obligue a los responsables a la restauración de los bosques nativos destruidos.
Desde la provincia informaron que no se reportaron daños en animales y precisaron que más de 110 brigadistas con el apoyo de medios aéreos y máquinas pesadas seguían combatiendo el incendio en la zona, donde, por suerte, ya comenzó a llover.