Gustavo Marcelo Ratta tiene 65 años, es médico especializado en Medicina del Trabajo, Servicio de Diagnóstico, Género y acaba de presentar su último libro en La Rural. Los últimos 32 años trabajó en la sede de Almagro del Hospital Italiano y denuncia que a pocos meses de jubilarse, las autoridades del establecimiento lo cesantearon. En diálogo con Tiempo, el hombre que cuenta con una discapacidad, se mostró desesperado y precisó que debió pedir cuatro préstamos porque hace ocho meses que no cobra. 

Ratta indicó que estuvo contratado hasta el 2011 en el área de Diagnóstico por Imágenes y luego fue nombrado en la Dirección de la clínica. “Entre 2012 y 2013 tuve internaciones por insomnio y depresión, con lo cual en 2021 obtuve el certificado de discapacidad. Pasaron 12 años de la última internación y en el 2024 tuve una recaída”, sintetizó.

A pesar de tomar su medicación, a la cuarta noche sin dormir, el 28 de febrero del año pasado, el médico fue internado. “Estuve unos 40 días hospitalizado. Me dieron el alta, volví a la clínica el 12 de abril y fui monitoreado por Medicina del Trabajo, Psiquiatría, Psicología y acompañantes terapéuticos”, describió Ratta que si bien había asegurado sentirse en óptimas condiciones, le dieron «una licencia médica con goce de sueldo. En ese ínterin sigo haciendo muchas cosas, referidas a la discapacidad y a género, que era a lo que me dediqué últimamente”. 

Antes de llegar al sexto mes, según relata, le llamaba la atención de que no lo convocaran. “Incluso, todos los análisis estaban bien: los estudios de psicología, de psiquiatría y el psicodiagnóstico –continúa–. Hablé con la jefa de Medicina Laboral y 15 días antes de cumplir los 6 meses de licencia me dicen, ‘mirá Gustavo, lo estamos evaluando, o te reincorporamos a tu lugar de trabajo o te ponemos en reserva de puesto’”, lo que significaba que durante un año dejaba de cobrar sus haberes.

No pensé que iba a pasar eso después de 32 años, pero realmente pasó”, lamentó el hombre que referenció haber cobrado por última vez en septiembre y solo el 70% de su sueldo: de 1.300.000 pesos, recibió un millón. “Con todo lo que estaba pasando, ya estaba en condiciones de jubilarme. Pero tardaba en salirme. Recién este mes de mayo cobré la jubilación. Pero estuve ocho meses sin contar con ingresos genuinos”.

Por esta razón, la empresa y su empleado comenzaron un litigio. Por un lado, el médico les mandaba cartas documento para que lo dejaran ingresar a trabajar porque sosteníaque estaba en condiciones; mientras que desde el Hospital Italiano le respondían que no lo estaba. “Desde la clínica cometen un error garrafal, después de decirme que quedaba en reserva de puesto, me mandan a hacerme el primer psicodiagnóstico. Lo tenían que haber hecho antes”, sostiene.

Hubo dos reuniones conciliatorias en el mes de septiembre y octubre donde las partes no se pusieron de acuerdo. Los abogados laborales de Ratta pidieron diferencias salariales porque en 19 años, de 1992 al 2011, el médico facturó mes a mes cumpliendo un horario. «Sin embargo, cuando fui nombrado no me reconocieron la antigüedad», puntualiza.

El médico señala que se vio obligado a pedir tres préstamos bancarios y otro en una entidad financiera. Dice que recién este mes cobró su jubilación con tres meses retroactivos, de los cuales dos le tuvo que dar a la gestora. Y que su situación «sigue delicada», ya que le bloquearon hasta las tarjetas de crédito. 

Desde el Hospital Italiano prefirieron no brindar declaraciones, aunque aclararon que se están ocupando del caso diferentes áreas involucradas.

Los libros editados por el médico

En plena pandemia, Ratta escribió su primer libro, «Violencia de género en la ciudad»; un año después, publicó «Los hombres nos morimos antes, ¿por qué?»; y en 2023, escribió «Cuidado, salud y masculinidades».