Los aniversarios pueden ser incómodos protocolos o formidables excusas para recordar algo valioso. En este último lote se anota Honestidad brutal el formidable álbum doble de Andrés Calamaro que hoy cumple 25 años de vida. “Dudo que una grabación tan intensa como peligrosa, haya recibido semejante recompensa. Le dimos dimensión de obra de arte a nuestra virtud dinamitera, y a nuestra imperdonable espontaneidad”, confesó alguna vez el propio Calamaro.
El CD 1 incluye los temas “El día de la mujer mundial”, “Te quiero igual”, “La parte de adelante”, “Clonazepán y circo”, “Los aviones”, “Más duele”, “Cuando te conocí”, “Prefiero dormir”, “Jugar con fuego”, “Maradona”, “Una bomba”, “Socio de la soledad”, “Son las nueve”, “Las dos cosas”, “Veneno”, “Ansia en Plaza Francia”, “Paloma” y “Con Abuelo”.
El CD2, por su parte, se conforma de las siguientes canciones: “No tan Buenos Aires”, “El tren que pasa”, “Victoria y Soledad”, “Mi propia trampa”, “Negrita”, “Voy a dormir”, “Eclipsado”, “Mi quebranto”, “Me pierdo”, “Hacer el tonto”, “Naranjo en flor”, “Aquellos besos”, “No son horas”, “Las heridas”, “Hay”, “El ritmo del lunes”, “Para qué”, “No va más” y “La parte de atrás”.
Honestidad brutal es un disco intenso y mucho más lo fue su grabación. Fue registrado entre 1998 y 1999 en Nueva York, Miami, Madrid y Buenos Aires. La banda oficial que acompañó a Calamaro incluyó a Gringui Herrera (guitarra), Guillermo Martín (guitarra), Candy Caramelo (bajo), José “El Niño” Bruno (batería) y Ciro Fogliatta (teclados, ex Los Gatos).
Pero se sumaron muchos invitados notables, como Pappo, Marc Ribot, Mariano Mores, Virgilio Expósito, Moris, Daniel Melingo, Diego Armando Maradona, Cloties Ponieman Sofia y Brayan Sneider entre otros.
Veinticinco años después de su lanzamiento, la vigencia de Honestidad brutal es innegable. Más allá de ser un producto de su tiempo, este álbum envejeció con la gracia de los buenos vinos, manteniendo su relevancia e impacto en un mundo musical en constante evolución. Su capacidad para emocionar y conmover a audiencias de todas las edades y lugares del mundo es un testimonio del talento de Andrés Calamaro como compositor y músico.