Tarde de sábado con un sol apacible y una brisa justa para el homenaje debido y necesario: los vecinos del barrio Villa Sastre, Temperley, recordaron a los integrantes de la familia Rión, secuestrados y desaparecidos en julio de 1977. La cita era en las esquinas de las calles Tarija y Flores. Allí se descubrió un nuevo señalamiento vial -promovido por el municipio de Lomas de Zamora- ahora con el apellido de quienes fueron recordados con palabras que hoy (este hoy “libertario”) se intentan borrar: solidarios, luchadores, buenos vecinos, militantes y comprometidos con las preocupaciones de sus iguales.

Los vecinos, conjuntamente con el Colectivo Temperley Tiene Memoria, la APDH y la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Municipalidad Lomas de Zamora, tuvieron a su cargo la organización del acto reparatorio.

El homenaje del barrio Villa Sastre de Temperley a la familia Rión, secuestrada y desaparecida por la dictadura militar

La cita fue el sábado 15 de marzo, a las 17 horas, en un barrio como tantos otros del Gran Buenos Aires, de casas a medio terminar y gente golpeada por la crisis. Desde temprano se fueron arrimando a un especie de fogón de la memoria que lo iban conformando decenas de amigos, amigas, vecinos históricos del lugar que llegaban acompañados de sus hijos y nietos.

Se los recordó a partir de reconstruir la historia de los Rión (única familia desaparecida completa en el sur del GBA) con testimonios sobre quiénes eran cada uno de ellos.

El 22 de julio de 1977 las fuerzas represivas llegaron de noche a la casa de doña Rosario Lasala (quien atendía el kiosco más antiguo del barrio) sobre la calle Tarija, secuestrándola a ella junto a su esposo José Ítalo Rión, su hijo mayor Juan Domingo “Cholo” Rión y su hijo de crianza Mario Arrativel. A todos ellos los llevaron a centros de tortura. Juan se llevó la peor parte: los cuervos de la muerte lo torturaban frente a sus padres.

El homenaje del barrio Villa Sastre de Temperley a la familia Rión, secuestrada y desaparecida por la dictadura militar

Se contó esta parte de su historia y también los testimonios dieron cuenta de la calidez humana de la familia, recordados como personas humildes y solidarias, provenientes de la región mesopótamica. Entre abrazos debidos y una atención total ante el relato de quienes condujeron el acto, un vecino sintetizó el encuentro: “en medio de tantos miedos y odios, hacer un acto así es más que un recordatorio, es el camino a seguir, barrio por barrio, generación por generación. Hoy se plantó memoria. Y la memoria no tiene olvidos”.

Las bandas musicales “Noche negra”, «La Perla Bohemia” y “Rancios”, expusieron su arte durante y luego del acto.

Ya el barrio no será el mismo.

* Periodista, editor de Motor Económico, vecino del barrio y compañero de la familia Rión.