Llega un nuevo Hombre lobo, basado en el clásico de George Waggner de 1941, que promete ser la versión más directa que se había contado hasta ahora. Hubo a lo largo de las décadas distintos modos de representar el fenómeno de conversión y la leyenda, pero no una especie de copia fiel como es esta.

La película cuenta con la participación en los roles principales de Christopher Abbott (Pobres criaturas), Julia Garner (Ozark), Sam Jaeger (El cuento de la criada) y Matilda Firth (Desencantada). Y la trama sigue a Blake (Abbot), hombre casado y padre de familia que hereda una casa remota en una zona rural de Oregón después de la desaparición de su padre, se dirige a visitar la propiedad con su esposa Charlotte (Garner) y su hija Ginger (Jaeger).

En el periplo son atacados por una criatura desconocida, aunque el único afectado de manera directa -ya lo sabemos- es el hombre de la película, Blake. El episodio se presenta como una antesala del terror por venir, aunque nada en la mente y sobre todo en el corazón de la niña permite imaginar lo que vendrá.

Dirigida por Leigh Whannell (El hombre invisible) y producida por Blumhouse, la película se estrenará el próximo 23 de enero y ya ha despertado la excitación de los fanáticos del terror, especialmente los más jóvenes que, cual Copa del Mundo, sienten que esta versión les pertenecerá generacionalmente.

Whannell ha dicho que su film-guía, por decirlo de algún modo, es La mosca, de David Cronenberg, historia tan escabrosa como de profundo amor si las hay. Así vuelve El hombre lobo, un clásico del terror cuyo tráiler presagia revivirlo hasta el último miedo.