El despido masivo de trabajadores es un sello de la gestión Cambiemos. Sumado siempre a la estigmatización y la incertidumbre de que en cualquier momento pueden ser considerados prescindentes y caer en el vacío de un mercado laboral en franca reducción. La gestión de los medios públicos, en manos de Hernán Lombardi desde el comienzo del mandato de Mauricio Macri, ha sido de confrontación con los trabajadores y los gremios, de clausura de espacios de producción de contenidos propios, desde Canal Encuentro a Pakapaka, pasando por Fútbol para Todos, y de un discurso público que no ha dejado de insistir en la sobredimensión de las plantas de trabajadores y la “sobreideologización”, esto último en palabras de Rodolfo Pousá, director de Télam, que desde el martes ha despedido al 40% de los trabajadores de la agencia.
Santiago Marino, reconocido experto en políticas de comunicación, docente de grado y posgrado en la UBA, UNQ, entre otras universidades, encuadra la gestión de los medios públicos dentro de “una concepción general de reducir el rol del Estado en la economía” que en el caso puntual de los medios públicos ha producido el efecto de que “han dejado de disputar la construcción de sentido y de disputar audiencia”.
Los despidos masivos de trabajadores de prensa, además de precarizar la profesión, apuntalan “los niveles de concentración de la propiedad de medios”.
–¿Hay un política consistente de Cambiemos respecto de los medios públicos?
–Sí, hay una política dirigida al vaciamiento de los medios públicos que implica reconfigurar el rol del Estado que tenía el gobierno anterior, que tenía un rol muy activo en la producción de contenidos. Además está vinculado a la lógica de ajuste que está llevando en varios sectores de la administración pública y que se materializa, por ejemplo, en los despidos de los trabajadores de Télam de los últimos días. Hay una política integral de Cambiemos que es desguazar el sistema, con claridad.
–¿Por qué van por el recorte y no por el fortalecimiento?
Hay una concepción general de reducir el rol del Estado en la economía. Cambiemos entiende que el mercado es más eficiente, y esa lógica se materializa en un conjunto de acciones. Primero, el conflicto salarial y de fuentes laborales en la TV pública. Después el cambio de lógica de gestión en Radio Nacional, que venía de un contexto muy gubernamental, los medios en manos del kirchnerismo, como a lo largo de toda la historia, tenían un sesgo fuertemente gubernamental, defendiendo los intereses del gobierno antes que construyendo un sistema plural y diverso. Ahí cambió a una lógica de reducción del rol, con decisiones basadas en la reducción del gasto y poniendo a una persona ligada a los medios privados comerciales al frente, como es Ana Gerschenson. El efecto es que los medios públicos han dejado de disputar construcción de sentido y de disputar audiencia. Uno lo vincula también con la reducción del programa Fútbol para Todos y ahora con lo que pasa en Télam. No creo que todo Cambiemos sea así, tal vez hay un espectro del radicalismo que tiene otra concepción de los medios públicos, pero evidentemente predomina el sector del PRO más puro.
–Hernán Lombardi proviene del radicalismo.
–Sí, en su origen político. Pero cuando se constituye la alianza Cambiemos, Lombardi se integra como funcionario de Macri en la ciudad, desde antes que se constituyera Cambiemos como tal. Yo lo ubico dentro de los que entienden que hay que reducir el rol del Estado en el sistema de medios. Igual es una lectura política y es un espacio que no trabajo concretamente.
–En estos dos años y pico, la gestión Cambiemos se caracteriza por fomentar la precarización y el despido de los trabajadores de prensa. ¿Es un guiño a los medios privados?
–El gobierno intenta desguazar en el marco regulatorio, para eso reformaron el corazón de la ley audiovisual y flexibilizan los niveles de concentración de la propiedad de medios. Es decir, optimizan las definiciones de la regulación en favor del sistema privado comercial y luego en su propia administración de medios públicos. El mercado recibe este tipo de mensajes por parte del Estado: reducir costos operativos, reducir la planta de trabajadores. Eso no tiene ningún costo, porque el Estado ni siquiera ha contemplado la situación de los trabajadores despedidos en medios privados, ustedes (los trabajadores de Tiempo Argentino) lo saben mejor que nadie. Pero también pasa en las radios. Eso el mercado lo lee como una buena noticia, porque el Estado como empleador en el sistema de medios es una competencia para el sector privado. Siempre paga mejores salarios, las condiciones laborales son mejores, porque el mercado laboral de los medios es precarizador, etc. Si ellos toman la decisión de desguazar la planta laboral del Estado, el mercado se siente libre de ir más allá y hacer lo que ya está haciendo.
–Al gobierno no le interesa mantener una voz pública.
–Claramente tiene esa concepción en la que desarrollar medios públicos implica un gasto y se recuesta en el buen trato que le dispensan los medios privados comerciales.
–¿Tenés noticias de cómo funcionan las agencias en otros países?
–No es un tema que trabaje en particular pero recién tuiteé los planteles de medios públicos en otros países y son muchos más importantes en cantidad. Para nada me parece que Télam estuviese sobredimensionada de trabajadores. Los argumentos de la decisión de echar a cientos de empleados es absolutamente política, además de estar muy mal aplicada porque, desde que asumió la nueva gestión, incorporaron 100 empleados, con lo que el argumento de la sobredimensión es cuando menos discutible en sus propios términos.
????????La BBC tiene 21.000 trabajadorxs.
— #SomosTélam (@somostelam)
????????La agencia EFE cuenta con 2000.
????????La Agence France Presse tiene casi 2300 colaboradores, 1500 son periodistas
???????? Y acá? En la Agencia Nacional TELAM, hasta ayer, éramos 878. Hernán Lombardi echó 354 personas.#NoALosDespidosEnTelam