–En la reunión con el gobierno del viernes pasado plantearon posibles cierres masivos de empresas y despidos. ¿Qué propuesta hicieron para evitar ese panorama?
-En realidad le dijimos al presidente, sin anestesia, que ya hubo que pagar los sueldos de marzo pero que en abril este modelo no resiste. En estas condiciones estamos estancados. Con los gremialistas pedimos una mesa de diálogo recíproco para superar este tema.
-Este gobierno auspició el Consejo Económico y Social pero finalmente no avanzó. ¿Puede servir en este caso?
-Esos consejos multitudinarios no resuelven nada. Mejor es el cara a cara con la gente que toma decisiones. La negociación directa entre empleadores y trabajadores.
-El gobierno inició la apertura de la economía que, a priori, era el reclamo de muchos sectores del empresariado. ¿En qué se parece o diferencia la propuesta que llevó la CAC?
-Nosotros acercamos un pedido institucional para que se empiece a atenuar la cuarentena a través de un aislamiento selectivo. Nos sirve que se abra la canilla de a poco para que el 13 de abril no haya estampidas por todos lados. Lo nuestro es un instrumento para aumentar la actividad sin riesgo de contagio. Teníamos claro que esa mañana habían ampliado servicios esenciales y se lo reconocimos. De todas maneras tuvimos la oportunidad de proponer que sigamos recuperando nuestra actividad porque así no van quedar empresas en pie.
-Como otras instituciones empresarias, la Cámara de Comercio, al comienzo, apoyó formalmente la política sanitaria de la cuarentena. ¿Hoy qué evaluación hacen de esa medida?
-Destacamos la actuación del gobierno. De hecho al presidente lo vimos involucrado y al día con el tema. Nos escuchó, tomó nota y se comprometió a estudiar una solución que no afecte lo que se está atendiendo a nivel sanitario. En conclusión, nos parece muy bien que el gobierno hable con médicos y sanitaristas, pero la actividad cayó el 70% y le pedimos que también llamen a algún economista porque nos vamos a salvar del virus pero vamos a morir económicamente.
-La apertura que se plantea se explica en parte por presiones de sectores del empresariado. ¿De qué manera se abordó eso en la reunión?
-Durante la reunión salió el tema de Techint (en relación a los 1450 despidos que anunció la empresa de Paolo Rocca el 27 de marzo en su empresa constructora y que motivó críticas del gobierno). Pero nuestra posición clara fue que hubo desinformación porque la construcción tiene un mecanismo de resguardo para sus trabajadores y la posición de la empresa estaba dentro de ese margen.
-¿El presidente les hizo alguna observación sobre los aumentos de precios minoristas que también se produjeron en medio de la cuarentena?
-El presidente no preguntó por los precios. Pero de todos modos nosotros creemos en la libertad de comercio y si se producen aumentos de precios en un comercio el ciudadano tiene la posibilidad de elegir en otro. Por lo demás, nosotros hacemos un seguimiento pero no tenemos números.