Haciendo historia en Japón, así se resume la carrera ascendente de Nadia Brown Balbis. La quilmeña está a punto de convertirse en la primera aspirante al título de la debutante corona mundial profesional femenina de la World Kick Boxing Association (WKBA), institución madre y pionera de este deporte, fundada por el creador de la disciplina, Osamu Noguchi.

El kick boxing es un deporte que combina en dosis desiguales las patadas más potentes de karate y el muay thay con los puñetazos certeros del boxeo y buena parte de sus reglas. Peleas con guantes y por puntos. Con rounds extenuantes y nocauts frecuentes. A finales de los ’60, fue bautizado con el ostentoso y poco oriental nombre de kick boxing. En 1968 se fundó la primera federación en tierras niponas. Poco después conquistó buena parte del planeta.

Luego de empatar en marzo con Yuka, la campeona nipona de Minerva, y de repetir el resultado hace pocas semanas con Masaki Sato, campeona de Sanctuary, el pasado 7 de julio Nadia Balbis logró una vibrante victoria frente a Sayaka en el mítico estadio Karakuen Hall de Tokio.

Esta victoria confirmó las aspiraciones de la quilmeña, quien volverá a subirse al ring el próximo 6 de octubre para pelear por el primer cinturón femenino del imperio del sol. Es la primera extranjera que combate en forma rentada en la liga japonesa de kickboxing.

“Nos preparamos con la ilusión de saber que todo es posible, con la confianza en nuestro trabajo, sabiendo que somos serios y profesionales y la certeza de que queremos ese título. Así que vamos a hacer todo lo que haga falta para traerlo a casa”, explica Brown Balbis en diálogo con Tiempo Argentino.

Otro quilmeño que logra triunfos en Japón es Emmanuel Schiaffino, quien derrotó con un espectacular nocaut en el primer asalto al monarca italiano Ruben Busa.

“Mi debut en Tokio fue increíble, soñado. Haber visto y conocido lo que era el circuito japonés a través de mi sensei, que viaja a Japón desde el 2013, me convenció de que era un objetivo difícil de llegar, pero no imposible, obviamente no sería posible si no fuera por el trabajo que hay atrás de él y de Kaicho Ihara”, dice Schiaffino a Tiempo.

Los dos deportistas están bajo la dirección del entrenador Diego La Volpe, quien es director técnico de Ihara Dojo Argentin -filial local del afamado Ihara Dojo Japón– e impulsor de las carreras profesionales de sus pupilos, los primeros argentinos en Japón en el gremio del kick boxing. También existe el antecedente en esta materia de Ricardo Bravo, campeón del mundo de Muay Thai. Tres argentino que hacen historia en Japón.