El fiscal de Instrucción de la ciudad correntina de Saladas, Osvaldo Ojeda, afirmó hoy que «había restos de un agrotóxico prohibido en el país» en el cuerpo de la niña de 12 años que murió el 9 de septiembre último tras comer una mandarina que encontró tirada en la puerta de una quinta.
«La autopsia reveló que en el cuerpo de la menor se encontraron rastros de un agrotóxico denominado ‘Furadán’, cuyo uso está prohibido en el país, dijo el fiscal en declaraciones a Radio Dos.
La pequeña, oriunda de la localidad de Mburucuyá, estaba con su sobrino de 11 años, quien también se descompuso y luego se recuperó en el hospital de Saladas.
«Hasta el momento no hay imputados en la causa», apuntó Ojeda, quien agregó que «ya se realizaron allanamientos y se tomaron declaraciones a los empleados del campo», aunque «aún no declaró el propietario porque está de viaje en el exterior».
Realizamos allanamientos en el predio donde supuestamente la nena encontró la mandarina, que pela e ingiere junto a su sobrino. Él vomita y queda resentido, pero la niña consumió una cantidad fatal, detalló.
Señaló además que se secuestró un canasto donde había entre 12 y 15 mandarinas, y todas fueron enviadas al laboratorio de la Policía, del INTA y del cuerpo médico forense del Poder Judicial, por lo que estamos a la espera de los resultados de los estudios.
El representante del Ministerio Público agregó que de los testimonios se desprende la existencia de otra quinta donde se cultivan arándanos», y precisó que las mandarinas «eran trasladadas allí y usadas para erradicar aves.
Estamos analizando la posibilidad de que la mandarina haya caído en el camino cuando era llevada a la otra quinta, sostuvo el fiscal, y agregó que a esas frutas se les inyecta el agrotóxico y luego se las lleva.