Un homenaje a una banda que marcó la historia siempre viene bien. Gustavo Rowek (en la batería) fue parte de V8, aquella banda pionera del heavy metal de la década de 1980, considerada en la actualidad como una banda legendaria y de las más emblemáticas e influyentes del metal argentino, llegando a ser una de las influencias más destacadas del género. Su álbum debut publicado en 1983 Luchando por el metal, considerado como uno de los mejores álbumes del rock argentino ganó todavía más valor simbólico con el tiempo y hoy Rowek lo recuerda. No lo hace solo: su banda incluye el bajo de Beto Ceriotti (que fuera parte de Almafuerte, El Reloj y Logos), Javier Knario (cantante de Plan 4) y Sergio Berdichevsky (guitarra). Además, le da lugar a nuevas expresiones y bandas, para que los metaleros sientan el éxtasis de vivir el rock como les gusta. “No hay muchas explicaciones. No es que me plantee por qué sí o por qué no hacerlo. Solo lo hago. No me detengo en esas estupideces, que si da o sino, lo que si está bien o está mal. V8 no va a ser, porque no están ni Beto, ni Osvaldo, ni Ricardo. Pero bueno, es el tributo de alguien que fue de la banda con distintos referentes de la escena o con alguien relacionado de alguna manera artística con alguno de los integrantes. Esos son mis criterios”.

-¿No es la primera vez que lo haces?

-No la primera vez que lo hice fue con el Tano Romano, Walter Meza y el Topo Yañez, en 2010. Me gusta juntar referentes: el Tano había sido de Hermética, el Topo  y Walter estaban en Horcas. Después  se fue el Tano y entró Sergio Berdichevsky que toca conmigo desde toda la vida. Y ahora  sume a nuevos, porque Horcas está con mucha actividad y convoqué a Beto, referente del género y parte fundamental de Almafuerte, y a el Knario, que para mi es el nexo fundamental entre las nuevas y las viejas generaciones. Sin contar que es un frontman del carajo. Así que contento de volver a tocar estas canciones, sabiendo que cada uno de los puestos están muy bien cubiertos. La vara sigue estando alta. Y con nuevos grupos que marcan un poco el futuro de los sonidos que nos gustan. Eso siempre está bueno. Me gusta dar oportunidad a grupos que fueron influenciados por V8. Para que la onda del encuentro esté siempre bajo esa vibración que es la que nos mueve.

-¿Habrá sorpresas o algo especial que destaque esta presentación de las demás que hicieron?

-No, la gente viene a buscar algo y se lo vamos a dar de la manera que esta formación pueda. Es difícil la sorpresa cuando es algo así. Lo que destacaría será ver cómo suenan esas canciones emblemáticas con este combo que se armó. Por supuesto jugaremos con la puesta en escena, las luces, la pantalla, con muchos visuales. No va a faltar el recuerdo de los chicos, o sea que desde ya será algo muy emotivo. La magia y lo que sucederá será espontánea y provocado por los nuevos integrantes. Veremos, vamos todos a pasarla lo mejor posible y ese espíritu te da lugar para dejarte llevar me parece. No hay que darle tantas vueltas al asunto. Ese es nuestro estilo, siempre lo fue.

-¿Por qué V8 fue tan importante en la historia de nuestra música?

-Siempre digo lo mismo. Cada 10 años cambia una generación, pero cuando un cambio generacional viene acompañado de un profundo cambio social, eso son los momentos que quedan para la historia. Son hechos que dejan marca: la caída del muro de Berlín, el final de la Segunda Guerra Mundial con la bomba atómica. Acontecimientos que seguramente algún efecto dejan en la memoria colectiva y la música retrata eso. A V8 le pasó un poco eso. Fue precursor del metal en un momento donde se estaba saliendo de una pesada en serio. V8 musicalmente estaba adelantado a su tiempo y esparcía un mensaje social que tiene plena actualidad. Luchando por el metal salió tres meses antes de Kill ‘Em All de Metallica, un álbum fundacional de heavy metal y el primero de la banda de Lars Ulrich y James Hetfield.

Formación original de V8: Zamarbide, Civile, Iorio y Rowek.

-¿Por qué te parece que tiene vigencia?

-Hubo ayudas de los políticos, sin duda. Parece que las canciones fueron escritas hace dos minutos, no ayer. Lo que sigue pasando en el mundo a más no poder son las injusticias, y a eso se le canta. No pierden vigencia sus palabras, pero tampoco su sonido, su estilo. Marcó a muchas generaciones. Es por todo eso que todavía V8 está viva, en la gente que lo escucha y lo venera, como algo que era sincero y mágico.

-¿Cómo ves la actualidad y este periodo político oscuro que nos toca?

-Lo veo como lo ves vos, como lo ven todos.  En este contexto, sobrevivir es el objetivo, hay que intentar comer, pero si tenés que recortar quizás no vas a tantos recitales. Los shows se caen. Todo  está jodido. Es un asco lo que pasa, pero hay que ser sinceros: desde que existe Argentina, estamos complicados. Hubo breves periodos de estabilidad, pero nunca podemos decir salimos adelante, ya está, se terminó la pálida, pasó lo nublado sale el sol: nunca pasó. O nunca estuvimos todos de acuerdo que estábamos yendo por buen camino. Pero bueno, cada uno hace lo que puede. Yo siempre viví de la batería, nunca de los gobernantes. No sé qué decir en realidad. Hay una crisis de la hostia y la gente va a cortar el arte, la cultura parece ser algo no tan importante y es el error más grande que podemos cometer. Eso nos jode. La última que tenemos, lo único que nos queda es hacer a pesar de todo. Somos expertos resilientes en este país. Resurgimos de las cenizas como el Ave Fénix y de eso se trata la vida. A mí no me va detener ninguna circunstancia externa. Solo la muerte. Eso lo tengo claro.


Tributo a V8

Con Beto Ceriotti, Javier Knario. Sergio Berdichevsky  y Gustavo Rowek. Bandas invitadas: Viejas Runas, Gauchos del infierno, Legionario. Sábado 20 de julio a las 19 en El Teatrito, Sarmiento 1752.