El vicerrector académico Gustavo Pons, desde el mismo interior de establecimiento, con la policía bloqueando la entrada y la salida, reflejó el momento en que vive la Universidad Nacional de las Madres, quien dialogó con Gustavo Campana, en la emisión de este martes de su programa en la 750.

La entrevista fue la siguiente:

-Volvieron a mover una ficha muy compleja, atentando contra la memoria de Hebe.

-La situación es dramática. Como bien señalas es un atentado contra Hebe, contra la Memoria, la Verdad y la Justicia. En un contexto que el dramatismo de esta situación se arroja a niveles institucionales poniendo en jaque a todo el sistema universitario. Como sabemos la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo es una universidad pública, es una Universidad Nacional que tuvo su nacimiento como instituto y 2023 como universidad. Con la gestión de Milei comenzó a sufrir tremendos ataques, primero con un desfinanciamiento total. Es decir desde el 1° de enero de este año, sus trabajadoras y trabajadores no cobran sus haberes y no se rinde un solo peso del presupuesto que le corresponde por orden de Congreso. Se pretendió con una resolución ministerial poner en revisión las causales de creación de la Universidad. Se designó un rector interventor por el Ejecutivo para la universidad. Y esta mañana llegamos al punto cúlmine: la ilegal intervención de la Policía Federal impidiendo el ingreso a la Universidad a trabajadoras, trabajadores y en hasta la salida de la misma rectora, Cristina Caamaño, quien está en el edificio de la Universidad junto a trabajar cumpliendo sus labores.

-Uno se siente poco tonto cuando enumera situaciones que son obvias, que vienen desde la Reforma del ’18, que tienen que ver con la autonomía universitaria. Estos tipos, la verdad, en cada uno de esos datos históricos que han hecho tan fuerte y tan noble a la educación universitaria en la Argentina, lo borran de un plumazo. Con la fuerza de la represión te generan una realidad paralela y de miedo en el resto de la sociedad. ¿Por dónde encarar una lucha que a esta altura del partido, todos los días parece un poco más difícil?

-Es tal cual lo señalás. La situación nos retrotrae a los momentos más oscuros de nuestra historia. Es imposible no pensar en la Noche de los Bastones Largos, el ingreso violento con orden de Poder Ejecutivo de la Policía a las universidades. Estamos en la Universidad Nacional de las Madres, donde la comunidad se va acercando para para proteger el espacio y, obviamente, con muchísima preocupación porque esto es una avasallamiento sobre las universidades, sobre la autonomía universitaria que ya veíamos en el desfinanciamiento hacia todo el sistema, pero realmente en esta situación concreta con la UNMa, está tomando un curso realmente absurdo, increíble. E insisto que nos retrotrae a los momentos más oscuros de la historia.

-A esta altura del partido, uno cree que está empezando algo más complejo con relación a las libertades individuales y colectivas. Que la democracia está cada vez más debilitada, raquítica, es un sello, una formalidad.

-Lo estamos percibiendo un poco con el racconto que hacíamos de las intervenciones en contra de la Universidad que anunciaron incluso en tiempos de campaña. Pero que claramente se volcó a la acción, a partir de del acceso de la actual gestión: lo vivimos como un alerta a todo el sistema universitario, a las políticas de Derechos Humanos, a la educación superior como un derecho humano. Entre todas esas dimensiones nos encuentran atravesados en la UNMa: claramente hay un mensaje disciplinador hacia todo el sistema democrático de educación y todos los organismos. Creo que la sociedad va a saber tomar cuenta de esto, como fue en abril en la marcha universitaria. Todas estas acciones, el posible veto de la ley de financiamiento universitario y demás… Son acciones que la sociedad seguramente va a tener que dar una respuesta social que esté la altura de esta vulneraciones.

-No es una pregunta. Es solamente dejar en tus manos el concepto para que lo desarrolles. Esta reacción tiene que ver con que la UNMa es la única que a través de su óptica de Derechos Humanos a todas las carreras, las ve de ese lugar. Y eso es una especie de atentado contra esta derecha fascista que nos está gobernando.

-Es muy preocupante. Es nuevamente poner en tensión el concepto mismo de Derechos Humanos, la garantía que como sociedad tenemos frente al avasallamiento del Estado. Porque el Estado puede generar mucho daño. Eso lo hemos vivido en el mundo con claridad, en la Segunda Guerra Mundial y claramente con la dictadura cívico militar del ‘76. Entonces, poner en cuestionamiento la misma existencia de los Derechos Humanos, los compromisos que el mismo Estado argentino asumió en la esfera internacional es de una gravedad enorme. Increíble que pueda ser sostenida por funcionarios que cumplen cargos en el Estado nacional. Esta universidad tiene su razón de ser en la construcción de sentido en cada carrera, desde las perspectivas de Derechos Humanos. Lo asumimos como una finalidad irrenunciable. De respeto de los derechos individuales y colectivos que evidentemente este Poder Ejecutivo intenta cargarse.