La búsqueda de superar los límites es una de las motivaciones que impulsa a la humanidad. El lema olímpico, “Citius, Altius, Fortius” (más rápido, más alto, más fuerte), es una de las expresiones en las que encarna esa aspiración de trascendencia. Otra manifestación de esa búsqueda podría ser El Libro Guinness de los Récords Mundiales (Editorial Planeta), una iniciativa que cada año recolecta los intentos más variopintos de alcanzar una gloria cuyo destino siempre es efímero. Porque los récords están para ser batidos, como lo confirman los 70 años de historia que acumulan los Guinness, cuya edición de 2025 puede conseguirse en las librerías de todo el país.
La nueva edición repite la estructura clásica de los Guinness, separando los récords en distintas categorías que le dan al libro un aire enciclopédico. Las secciones principales son Naturaleza, Seres Humanos, Recordmanía, Ciencia y Tecnología, Cultura y Entretenimiento, y Deportes. Pero esa vez incluye un par de adendas especiales que ocupan las primeras páginas.
La primera recopila algunos de los récords logrados en Latinoamérica, como la canción de música latina en alcanzar más rápido las 100 millones de reproducciones en YouTube (“Out of your League”, del productor y compositor argentino Bizarap junto a la cantante colombiana Shakira, que lo consiguió en 2 días y 22 horas) o la escultra más alta realizada con botellas de plástico (un árbol navideño de casi 30 metros construído en Colombia con botellas recicladas).
La otra sección especial destaca la importancia de este número particular, que celebra las bodas de platino de esta iniciativa nacida para entretener a los parroquianos de un pub londinense en 1955. En ella se recuerdan las ediciones que marcarón la historia de la colección, empezando por la original y saltando cada 10 años para repasar las particularidades de aquellas que coincidieron con las bodas de aluminio (1965), de porcelana (1975), de perla (1985), de rubí (1995), de oro (2005) y de diamante (2015).
La aventura Guinness
El Guinness ofrece un paseo fascinante en el que lo banal y lo trascendente conviven en equilibrio. En sus páginas tienen el mismo valor Arnav Daga -el indio que construyó la estructura de cartas más grande del mundo, utilizando 143 mil naipes- que la interface más rápida entre un cerebro humano y una computadora, utilizada para devolverle la voz a través de la inteligencia artificial a una mujer que la perdió 30 años antes, a causa de un derrame cerebral.
La Biblia y el calefón, pero en una versión que confirma que el mundo puede ser un lugar tan asombroso y divertido como profundo y comprometido, en el que cualquiera puede disfrutar de los 15 minutos que le tocan en este warholiano salón de la fama convertido en libro.
En 2024 el turco Sultan Kösen (2,51 metros) y el Burj Khalifa de Dubai (828 metros) siguen siendo el hombre vivo y el edificio más altos del mundo. La niña japonesa Ema Kawakami se convirtió a los 9 años en la persona que realizó más saltos hacia atrás con giros de 540° en skate (8 en total) y el témpano A23a, el más grande del mundo (20 veces más grande que Buenos Aires) se desprendió de la Antártida hace una semana y ahora navega libremente hacia aguas más cálidas, donde se derretirá hasta desaparecer.
Y mientras la foto de Lionel Messi levantando la copa en Qatar sigue siendo la imagen con más “me gusta” de Instagram (más de 75 millones), un perro que lleva su nombre se convirtió en el animal más popular del cine, tras aparecer en la película francesa Anatomía de una caída. Así es el cambalache Guinness.