La Ley Bases implicó la modificación de algunos impuestos internos al tabaco y, como consecuencia, comenzó una guerra de precios entre las marcas más baratas de cigarrillos, lo que representa –según denunció la Fundación Interamericana del Corazón (FIC)– un grave problema para la salud de la población.
La FIC ya había alertado a principios de agosto que dichas modificaciones representaban un retroceso en el marco normativo para prevenir y controlar el consumo de tabaco. “Revisamos las listas de precios del BAT, se actualizó y se ven nuevas rebajas en el segmento de marcas baratas. En julio ya habían rebajado y ahora en agosto publicaron una nueva lista con nuevas rebajas”, aseguraron a Tiempo desde la Fundación. Se trata del listado que publica de forma periódica el British American Tobacco (BAT) Argentina. La FIC estima que en el mes de octubre podrá publicar un estimado de los primeros efectos en el mercado global.
Un componente impositivo valorado por la Corte Suprema
Según la publicación de la FIC, el nuevo impuesto interno al cigarrillo, consagrado en la Ley Bases, estableció un incremento en la alícuota ad-valorem (del 70% al 73%) a la vez que se eliminó el componente mínimo del impuesto interno, con lo que se está “quitando el piso de referencia para el precio de los cigarrillos, que servía para prevenir la existencia de marcas ultrabaratas”. La Fundación resaltó que aún cuando no existía un pleno cumplimiento, se trataba de un componente dentro del impuesto interno que no debía ser eliminado sin establecer una alternativa superadora que lo reemplazara. “En este sentido se había pronunciado la Corte Suprema de Justicia de la Nación en dos fallos dictados pocos días antes de la aprobación de la Ley Bases, donde el máximo tribunal reconoció la finalidad de proteger la salud de la población que tienen los impuestos selectivos al tabaco, como lo era el componente mínimo del impuesto interno”, aseguró la publicación.
Sin perspectiva de salud en los impuestos al cigarrillo
A más de un mes desde la reglamentación de la nueva normativa, la FIC denuncia que varias de las grandes empresas que producen y comercializan cigarrillos en Argentina promocionan rebajas en los precios de sus productos, “mayormente en aquellos del segmento de marcas más baratas”. Lo cual resulta contrario a la perspectiva de salud que impregnaba el propósito del impuesto a productos de tabaco. El impuesto buscaba promover el incremento del precio para que existiera menor consumo y menores enfermedades asociadas. “El escenario actual convalida estimaciones realizadas previamente por FIC Argentina bajo la premisa de que la eliminación del impuesto mínimo generaría una mayor competencia para captar a los compradores de cigarrillos de las marcas más baratas”, expresó la publicación. Por el contrario, se estima que como consecuencia de las modificaciones de la Ley Bases al impuesto mencionado, se generarán reducciones en los precios y aumento en el consumo, con una reducción de la recaudación de aproximadamente un 3%.
Lo que no se dijo en el debate de la Ley Bases
Las modificaciones a los impuestos a los cigarrillos impulsadas por la Ley Bases fueron promocionadas como positivas porque, supuestamente, venían a eliminar privilegios de algunas tabacaleras y a impulsar un aumento en los precios como resultado del incremento en la alícuota del 70 al 73%. No obstante, según afirmó la FIC “estas narrativas obviaban hablar de la eliminación del mínimo y, de hecho, no lo ponderaban a la hora de hacer proyecciones sobre el hipotético aumento en la recaudación pública que vendría aparejado con la aprobación de la ley”. Es así que, según la Fundación, en el proceso de debate y aprobación de la ley “primó la desinformación y los argumentos erróneos en relación al sentido y potenciales efectos de las modificaciones que se estaban impulsando en materia de impuestos a los cigarrillos”.
En este sentido, la Fundación manifestó su “preocupación por las consecuencias de la reforma” y bregó por “la necesidad de avanzar con una reforma integral de la ley 24.674 de Impuestos Internos que establezca impuestos específicos al consumo de productos perjudiciales”. Para la FIC, se requiere un esquema tributario que incorpore la noción de impuestos saludables, con el objetivo de gravar de manera diferenciada productos como los cigarrillos, las bebidas alcohólicas y las azucaradas. “Este tipo de impuestos, según la evidencia científica disponible, resultan la herramienta más efectiva para desincentivar consumos que generan daño a la salud humana”, resaltó.
Hay 42 mil muertes al año por consumo de tabaco
Mario Bedosti, coordinador de incidencia de FIC Argentina, en conversación con Radio 2, explicó que el consumo de tabaco ocasiona unas 42 mil muertes al año y que el Estado tuvo un gasto en salud directamente relacionado con el tabaco cercano a 840 mil millones de pesos. El ingreso por estos impuestos, en cambio, representó solo el 16% de ese gasto sanitario. Asimismo, expresó que la edad de inicio de consumo de cigarrillos en Argentina ronda los 12 – 13 años y que según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) de 2018, hay un 22% de personas del país que todavía fuma.
En este sentido, destacó que estos “impuestos saludables” cuentan con recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que sirven para desalentar el consumo de los mismos, como se sugiere también para otros grupos de productos, como las bebidas azucaradas y las alcohólicas.