En nórdico antiguo, Islandia significa ‘tierra de hielo‘. Pero hoy ​la vida en esta isla volcánica del noroeste europeo pasa por el fuego. Y con alta actividad sísmica, ya se están preparando para la que puede ser la mayor erupción volcánica de los últimos 50 años.

El epicentro es Grindavík, un municipio pesquero situado en el suroeste, a 50 kilómetros de la capital, que en las últimas horas registró más de 300 terremotos. A esa cifra se suman otros 700 que se produjeron en los últimos días con una magnitud de 3,1, según informó la Oficina Meteorológica de Islandia (OMI).

Como en una película apocalíptica, una enorme grieta de 15 kilómetros atraviesa la ciudad, entre calles y avenidas. Ya registraron un aumento de los niveles de dióxido de azufre (SO2) y la grieta se sigue ensanchando. 

La aparición de esta grieta indicaría que el magna está subiendo hacia la superficie, según informó Benedikt Ófeigsson, uno de los responsables de la OMI. De acuerdo con sus estimaciones, estaría posiblemente unos 500 metros del suelo.

El aumento del dióxido de azufre en la atmósfera obligó a las autoridades de Grindavík a evacuar el municipio. Más adelante decidirán si se permitirá a los residentes volver. Un total de 4.000 personas debieron abandonar sus casas, además de personal que se encontraba cubriendo la situación, por ejemplo periodistas de la BBC. 

La central geotérmica

Ubicada donde chocan las placas tectónicas euroasiática y norteamericana, Islandia es uno de los lugares con más actividad vulcánica del planeta. Tiene 33 sistemas volcánicos activos, el mayor número de Europa.

El viernes el gobierno de Islandia ya declaró el estado de emergencia. Según indicaron las autoridades, a diferencia de otras erupciones de 2021, 2022 e incluso en julio de este año, esta probable erupción sería mucho mayor porque “la cantidad de magma implicado es netamente superior a esas erupciones y a lo que se observó en las mayores intrusiones de magma asociadas a erupciones” en esa zona.

Ante el temor de la erupción volcánica en Grindavík, Islandia blindó una geotérmica ubicada en el suroeste del país llamada «Blue Lagoon». Buscando protegerla de las corrientes de lava, levantaron unos muros a su alrededor. 

La central produce agua caliente y fría y electricidad para la península de Reykjanes. Un portavoz del operador HS Orka confirmó a la agencia Reuters que la central suministra energía a todo el país, aunque una interrupción no afectaría al suministro eléctrico de la capital, Reikiavik.