Desde la asunción de Milei, el Estado empezó a retirarse de sus responsabilidades en materia educativa. El sector enfrenta un escenario de crisis a partir del anuncio de suspensión del envío del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) a las provincias. En una conferencia de prensa brindada este miércoles, la titular de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera), Sonia Alesso, manifestó que el inicio de las clases en todo el país «depende de que el Gobierno nacional envíe los fondos del incentivo docente”
El Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) es un aporte económico que el Ejecutivo Nacional debe girar a las provincias para mejorar los salarios docentes. Está vigente desde 1998, pero la actual gestión no renovó el decreto que extendía su validez.
Alesso, junto a Roberto Baradel, de SUTEBA, y Angélica Graciano, secretaria general de UTE, advirtieron que esta situación va a llevar a un conflicto porque las provincias han parado el diálogo con los sindicatos en todo el país sobre las paritarias provinciales a partir de la decisión presupuestaria del Gobierno nacional. La titular de CTERA señaló que, además, «no solo no se mandaron los fondos a los comedores de las organizaciones sociales sino que tampoco enviaron las partidas que son refuerzo nutricional de comedores escolares”. Éste último es un fondo que la Nación envía para complementar los aportes que los gobiernos locales realizan todos los años.
El reclamo de maestros y maestras, entre otros ítems, apunta a que el presidente Milei cumpla con el FONID. “Este un logro que conseguimos todos los docentes después de años de lucha, esta es la primera vez que un gobierno en democracia no cumple con el envío de estas partidas”, destaca en diálogo con Tiempo Angélica Graciano, titular de la Unión de Trabajadores de la Educación.
La apertura de la paritaria docente va de la mano con el envío del FONID, y el comienzo de clases está atado a una mejora económica, dado que los salarios quedaron muy retrasados tras la devaluación ejecutada por el gobierno nacional.
“En la Ciudad de Buenos Aires terminamos la negociación 2023, abajo de la inflación y luego de publicado el índice en el mes de enero, reclamamos con urgencia una mesa que se realizó el día 17 de enero para completar el período 2023 y para iniciar el 2024. Allí la propuesta era un aumento que no superaba la brecha que había entre inflación y el salario del año pasado, y luego llegó una propuesta mejor que fue para el mes de diciembre del 15% y para el mes de enero del 10%. Aun así con esas cifras, que ya los docentes cobraron, volvimos a presentar la demanda de la mesa salarial para que la negociación se inicie cuanto antes, porque en febrero vamos a estar otra vez debajo de la inflación”, explica Graciano.
Una de las particularidades que tiene la Ciudad de Buenos Aires, respecto a otras jurisdicciones es el costo de vida. El aumento de los alquileres en el distrito porteño “se fue por las nubes y, a raíz de esta situación muchos docentes se tuvieron que mudar a la Provincia de Buenos Aires. La mayoría se toman dos o tres medios distintos y, tras el aumento desproporcionado del transporte público, ahora les resulta imposible costear los gastos para poder llegar a la escuela. Todo esto hace que actualmente no tengamos un salario digno”, denuncia Graciano.
“Por esta razón, en la Ciudad, también reclamamos un boleto educativo para los docentes y, entre otras cosas, pedimos que vuelvan los auxiliares de portería (los caseros) a las escuelas porque están en un proceso de tercerización y eso produce un vacío muy importante que terminan en los robos en las escuelas de la Ciudad, y porque son un actor clave en el funcionamiento de la institución educativa, es el que acompaña al equipo directivo muchas veces en situaciones que son muy críticas”.
Los reclamos históricos de docentes de CABA
“Una de las reivindicaciones que venimos haciendo en todas las mesas de condiciones de trabajo, es iniciar un proceso de titularización de todos los cargos que aún no se han convocado ni a concurso, que llevan mucho tiempo de interinos y que deben tener sus cargos titularizados”, cuenta Graciano. Un docente interino no puede acceder a los mismos derechos laborales que un docente titular. Muchos de los profesionales de la educación de la Ciudad, hoy se encuentran con salarios precarizados ubicados por debajo de la canasta básica.
“Necesitamos que la Ciudad regularice la titularidad de los docentes terciarios, a los que integran los Equipos de Promoción de Vínculos Saludables (EPVS) que trabajan con los sectores más vulnerados; los asistentes de comedor, y muchos otros cargos que hoy están en una situación precaria, Una situación que genera mucha angustia a la hora de solicitar algo tan simple como un crédito o una tarjeta”, explica Graciano.